Platos anti-frío

Platos anti-frío

Los guisos son los platos más adecuados para estas temporadas frías, generalmente son económicos y su consumo nos da sensación de satisfacción y calor. Estas recetas implican un tiempo de elaboración mayor que las comidas de verano, pero vale la pena ya que los resultados son excelentes.

Por Paola Elías

Mondongo a la madrileña

Cortar un kilo de mondongo en trozos grandes, lavarlo bien y quitarle la grasa. Una vez hecho esto, cortar en trozos pequeños, ponerlos en una olla cubiertos de agua y colocar a hervir. Cuando rompe el hervor, tirar enseguida el agua. Volver a cubrir con agua, añadir una morcilla entera, dos patas de cerdo, una hoja de laurel, medio morrón picado, pimienta, dos clavos de olor, un poco de nuez moscada, una cebolla pequeña cortada en cuatro trozos, dos dientes de ajo y un tomate fresco pelado. Cocinar todo esto hasta que el mondongo esté tierno.

En una sartén, poner aceite a calentar, añadir media cebolla picada, una cucharada de pimentón y un chorizo en rodajas, dar unas vueltas y añadir a la olla. Dejar cocer un rato más. Separar del fuego y dejar enfriar. Al servir, cortar la morcilla en rodajas y las pata en trozos. Calentar y degustar.

Cazuela de espinaca y lentejas

Cortar 600 gramos de espinaca en tiras y rehogarlas en cuatro cucharadas de aceite, cuando se reduzca un poquito agregar tres dientes de ajo picado. Salpimentar, cocinar durante unos minutos y pasar la preparación a una cazuela previamente enmantecada o aceitada. Colocar la espinaca en forma de corona dejando un hueco en el centro.

En una sartén rehogar 250 gramos de lentejas ya cocidas en dos cucharadas de manteca, calentarlas bien. Agregar una cucharada de harina de a poco; a continuación, agregar 250 centímetros cúbicos de leche caliente, salpimentar y condimentar con nuez moscada. Cocinar hasta que hierva y espese.

Verter la preparación en el centro de la cazuela de espinacas. Quedarán así las espinacas por fuera y en el centro el preparado de lentejas. Espolvorear con queso rallado y calentar en el horno cinco minutos para que este todo bien caliente.

Mondongo con garbanzos

Remojar 1/4 kilo de garbanzos durante 12 horas. Cortar en cuadraditos 3/4 kilo de mondongo y ponerlo a hervir con abundante agua (sin sal). Cuando esté tierno, agregarle los garbanzos sin el agua de remojo y dejar cocinar. Cuando las legumbres estén tiernos, añadir dos papas grandes cortadas en pequeños dados y un chorizo colorado en rodajas.

Aparte freir una cebolla y un morrón cortado chicos. Cuando todo esté semicocido, agregarle dos o tres tomates pelados y picados. Dejar cocinar todo junto incluyendo media cabeza de ajo picado, condimentar con sal y pimienta. Llevar todo esto fritado a la cacerola donde están hirviendo el mondongo con los garbanzos y la papas. Cocinar todo junto unos diez minutos, debe quedar “caldoso”; de lo contrario, agregar agua.

Guiso de porotos

Lavar 300 gramos de porotos y colocarlos doce horas en remojo, ponerlos a hervir en abundante agua sin sal. A los siete u ocho minutos cambiarles el agua. Agregar una cebolla, un tomate pelado, tres o cuatro dientes de ajo enteros, tres hojas de laurel, pimienta en grano, dos chorizos colorados enteros y una taza de aceite. Dejar cocinar todo hasta que se note que los porotos están bastante tiernos. En ese momento, agregar dos papas grandes cortadas en cuatro pedazos y sal a gusto. Cocinar hasta que se note todo tierno. Debe quedar “caldoso”. Servir bien caliente.

Cazuelas de huevos

Esta es receta es sencilla para preparar y combina diferentes sabores. Las porciones son para cuatro comensales. Hervir cuatro huevos en agua caliente con sal gruesa, echar una cucharada de vinagre para que no se partan y cocinar durante tres minutos. Escurrirlos y dejarlos aparte. Preparar cuatro cazuelas y colocar puré de papas espeso en el fondo de cada una, espolvorear con perejil y ajo picado. Decorar el borde con cuatro fetas de tocino cortado en juliana. Colocar un huevo en el medio de cada cazuela, acomodar tiras de morrón rojo cocido y una feta de muzarella por cada comensal. Distribuir en una fuente enmantecada y colocar en el horno durante unos minutos para que se derrita la muzarella. Servir las cazuelas tibias, acompañadas con una copa vino rosado.