Especie en peligro

Tan sólo el 8% de los surubíes del Paraná son reproductores

El biólogo Norberto Oldani expuso sobre el estado poblacional del surubí en el río Paraná. Alertó acerca de los factores que afectan a la especie, entre ellos la excesiva pesca.

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Oscuro panorama. El biólogo Norberto Oldani aseguró que el estado actual “es calamitoso” y reveló que en condiciones normales una población de surubí tiene un 80 % de reproductores, pero actualmente ese porcentaje se ve reducido “al 8%, diez veces menos, lo cual, es trágico”.

Foto: Agencia Reconquista

 

Agencia Reconquista

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El profesional de extensa trayectoria disertó en Reconquista sobre la alarmante realidad que vive la fauna ictícola del Paraná, en especial la especie quizá más preciada de todas las que habitan el vasto ecosistema litoraleño, el surubí.

En condiciones normales una población de surubíes tiene el 80 por ciento de reproductores, mientras que actualmente la población de reproductores en el río “es del 8 por ciento”, alertó Oldani, en su exposición en el Centro Industrial y Comercial de Reconquista.

A la responsabilidad por el desmejoramiento de las variables que permiten pervivir a la especie emblemática del Paraná, Oldani las fijó en varios actores: “Si uno vive en Ituzaingó diremos que la represa de Yaciretá los afectó mucho; si en cambio viviéramos en Buenos Aires diríamos que es la contaminación; en Reconquista es la pesca, el surubí se termina porque lo pescan en exceso”, apuntó.

La comunidad tiene que saber que el surubí está en un problema de conservación y que tiene que tomar conciencia para revertir la situación, insistió. Hay varios problemas sobre el surubí pero, fundamentalmente, “el problema de conservación es que nos estamos quedando sin reproductores. Esto es una cosa que ya pasó en el río Paraná con otras especies como el manguruyú, el pacú o el salmón de río, pero pasó inadvertido; y ahora se lo estamos diciendo con tiempo para que haya una respuesta adecuada, es decir, hay que parar la mano”, explicó el biólogo.

Las afirmaciones de Oldani provienen de un estudio realizado en base a datos recogidos, sobre todo, en concursos de pesca deportivos. “Hemos construido un modelo de cómo sería la población en estado natural y cómo es la población en estado actual. Las diferencias son enormes y sin necesidad porque para que el sistema funcione y todos puedan disfrutar de los peces, tenemos que tener un río con peces”.

Oldani advirtió sobre la necesidad de “no dejar abierta la posibilidad para otra gente con otros intereses como las represas”, y subrayó que “cuando hablamos de conservación estamos hablando de que haya más peces para que todos los utilicen, y no conservar y no tocar”.

En la parte central de su exposición puso el acento en la “severa falta de reproductores y esto no es una situación que se va a revertir en cinco minutos con buena voluntad. Hay que presionar al gobierno para que tome medidas de conservación adecuadas”, remarcó.

Interrogado sobre las políticas nacionales y provinciales implementadas para revertir la presión de extracción al que se encuentra sometido el surubí, el investigador dijo que quien tiene que ocuparse del tema es la sociedad: “No se va a resolver el problema si la sociedad no toma participación activa, es decir, ocuparse del tema”.

Toda la información que sacamos para construir este modelo, manifestó, se hizo con la pesca deportiva, prácticamente sin recursos y “se pudo avanzar mucho más que en el Proyecto Sábalo, donde la Nación gastó medio millón de dólares y no publicaron ni una coma, y cada vez estamos peor. Entonces, no es con plata sino con voluntad como se cambian las cosas”, enunció. En resumen, el biólogo aseguró que el estado actual es calamitoso y reveló que en condiciones normales una población de surubí tiene un 80 % de reproductores, pero actualmente ese porcentaje se ve reducido “al ocho por ciento, diez veces menos, lo cual, es trágico”.

A modo de conclusión razonó que si el surubí tiene el 80 por ciento de reproductores es porque necesita una gran cantidad de reproductores para dejar descendiente. No es peligro de extinción “pero es una pérdida enorme de toda la gente que se beneficia con el recurso”, acotó, en el final de su participación.


Características

Según informes oficiales, los surubíes, largamente apreciados por su valor gastronómico, han sido diezmados por la pesca deportiva en los últimos años, así como por la alteración de su hábitat debida a la construcción de centrales hidroeléctricas y por la pesca con grandes redes por pescadores locales, ya sea para venta local al público como también para vender a fábricas de harina de pescado.

Las dos especies mayores son denominadas surubí atigrado y surubí pintado, siendo la primera la que alcanza el mayor tamaño e identificándoselo por sus flancos color oliváceo y unas rayas laterales negras. El surubí pintado debe su nombre a que posee unos círculos negros en sus flancos en lugar de rayas.