El equipo de Trullet consiguió su segundo triunfo en el torneo

Con goles de punta

El debutante Capellino y Carignano, uno en cada tiempo, marcaron los tantos del triunfo. Campodónico había igualado de penal. Ahora, Atlético es puntero junto a Boca Unidos. Fue expulsado Carniello.

Nicolás Capellino debutó desde el minuto inicial y cumplió. Marcó un gol y fue uno de los destacados. En la imagen, es perseguido Lollo, uno de los defensores que lo sufrió toda la noche.

Foto: Gustavo Conti

Juan Carlos Haberkon

[email protected]

Rafaela (Enviado Especial)

Como si se tratara de un mandato del destino, el sufrimiento debe continuar. Parece no quedarle otra alternativa a este Atlético de Trullet, que gane, pierda o empate vive con los nervios elevados hasta el límite entre lo posible y lo imposible. Así fue también en el triunfo de anoche, tan merecido como angustioso. Por eso el desahogo del final, con hinchas y jugadores fundidos en gritos y aplausos. Y con el corazón sonriente de oreja a oreja después de noventa minutos de presión constante.

Todo debido a un partido que Atlético inició como protagonista, continuó como espectador, reanudó como dominador y finalizó como oportunista.

El protagonista. El arranque fue para ilusionarse: con un tiro en el palo de Juárez, el gol de Nicolás Capellino, la buena distribución de Serrano y el peligro de Carignano cada vez que pisaba el área.

El espectador: en lugar de aprovechar el envión anímico por el 1 a 0, se dejó compartir la pelota con Belgrano al punto que pasó de dominador a ser dominado. Claro, el equipo de Guyón juega bien cuando se lo propone. Ahí, con el balón en su poder generó un penal y Campodónico no perdonó a Sara. La jugada previa fue ante el estatismo de toda un defensa que algo reclamaba después de la señal de árbitro cuando indicó el tiro de los doce pasos.

Otra vez dominador. Con el orgullo lastimado, Rafaela se decidió a ir por el triunfo. Claro, para entonces sabía que se podía. Del rival, poco casi nada de fútbol. Entrega y corridas, faltas y más faltas. Ahí, en ese tiempo, Juárez se transformó en abanderado de la búsqueda: Lagrutta lo acompañó y Carignano aprovechó un error de la defensa y de Olave para poner otra vez en ganancia al equipo del Cabezón.

El oportunista. Con los cambios como refresco, Atlético manejo el desarrollo y Belgrano no pudo controlar la desesperación. Igual, el “Pirata” se jugó por el ataque y Rafaela perdió un soldado: amarilla más amarilla, roja para Carniello.

Con un hombre menos que el rival, los de Trullet siguieron con la búsqueda y consiguieron molestar una y otra vez a Olave que ya se había ensuciado bastante. Campodónico sacudió de lejos y Sara respondió bien. Pereyra, no anduvo bien y se fue a bañar antes del final porque el DT se enojó. Los cambios de Guyón tampoco dieron frutos y Trullet se acomodaba la gorra sabiendo que el triunfo no se podía escapar a pesar de algunos embates lógicos de un rival que buscaba un punto que nunca hubiera merecido.

Por esta vez, Atlético lo ganó y no dejó dudas. Pero el hincha debió sufrir hasta el final porque un gol de diferencia no alcanza para festejar por anticipado.

Hoy, el equipo, Trullet y la gente festeja el primer lugar. No es poco para un plantel que ya se está acostumbrando a pelear bien arriba y por cosas importantes.

Prueba superada

A partir de anoche rige en el fútbol argentino una normativa que establece serias sanciones para quienes demoren el inicio de los partidos. Aquellos equipos que no salgan a la cancha en tiempo y forma, ya sea para el primer o segundo tiempo, sufrirán la expulsión de sus respectivos entrenadores. Anoche, el árbitro Mariano González advirtió sobre la situación y tanto Atlético como Belgrano cumplieron con los compromisos.

El entretiempo volvió a mostrar la duración reglamentaria. Rafaela volvió a los 12 minutos, en tanto que Belgrano demoró un poco más, pero no más allá de lo estipulado.