Al margen de la crónica

Día de la Bibliodiversidad

Argentina, en sintonía con otros países latinoamericanos, celebra hoy el primer Día de la Bibliodiversidad, con el objetivo de promover la variedad cultural aplicada al mundo del libro. La entidad organizadora, la Alianza Internacional de Editores Independientes -que cuenta con 45 países miembro y tiene su sede en París-, ha propuesto para esta fecha la suelta de libros en lugares públicos y la organización de un picnic de lectura en la Plaza de San Martín en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La bibliodiversidad es la diversidad cultural aplicada al mundo del libro. Haciendo eco a la biodiversidad, hace referencia a una necesaria diversidad de las producciones editoriales puestas a disposición de los lectores. Si bien los grandes grupos, con su producción masiva de libros, contribuyen a la formación de una cierta oferta editorial, la bibliodiversidad está íntimamente ligada a la producción de los editores independientes. En efecto, gracias a su libertad de expresión, los editores independientes son garantes de la pluralidad y la difusión de las ideas, son los verdaderos actores y defensores de esta diversidad cultural adaptada al libro.

“Un libro es como el dinero: debe estar en circulación, no encerrado”, aclara Guido Indij, coordinador de la Red Hispanohablante de la organización, que ve la suelta de libros como un acto que estimula la multiplicidad de lecturas. Indij también resaltó el papel que desempeñan las editoriales independientes para promover lecturas alternativas, alejadas de la visión de un libro como una simple “mercancía” y del proceso de “bestsellerizacion” que, según él, amenaza al mundo editorial.

“La idea es que una vez por año se dé visibilidad a otra forma de leer un libro como una fuente de ideas, no como un objeto comercial más”, reafirmó Constanza Brunet, presidenta de la alianza en Argentina.

Esta iniciativa, además, se centra en un marco actual en el que el libro debe competir con Internet o con otras formas de lectura alternativas como la que propone el Ipad. “No son nuestros enemigos, pero hay que reaccionar para evitar la concentración”, aclara Brunet.

Si bien la nominación del Día de la Bibliodiversidad, cuya declaración será puesta a consideración de la Unesco, reviste un carácter universal, se eligió el Día de la Primavera en el hemisferio sur porque esta estación evoca renacimiento y color, y para defender la circulación de libros de Sur a Norte, en vez del sentido impuesto en el mundo globalizado de Norte a Sur.

“Por cada 31 libros españoles que llegan a la Argentina, uno argentino llega a España”, señala Indij, que critica además que “las bibliotecas españolas no tienen una sección de Literatura Latinoamericana y, cuando la tienen, es paupérrima”. Se prevé que editores y asociaciones de editores independientes de otros 35 países sumen su participación para el 2011.