Gerardo Galetto y una síntesis de su gestión al frente de la Católica

Las huellas que quedan y el rumbo hacia una universidad más madura

El presbítero -que se radicará en Roma para integrarse a una misión del Vaticano- destacó las conclusiones de un informe de evaluación que certifica -tras años de trabajo institucional- la calidad académica de esa casa de estudios, la pertinencia de sus carreras y la vinculación con el medio social.

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Para el Pbro. Gerardo Galetto, la UCSF “ha madurado como institución educativa, siempre orientada a la formación de profesionales desde un perfil humano y espiritual”. Foto: Flavio Raina

De la redacción de El Litoral

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“Padre, ¿cómo le sienta ahora el prefijo “ex’ antepuesto al cargo de rector?” Gerardo Galetto responde con cierto extrañamiento: “Es raro... Ha sido mucho tiempo, un camino largo y esforzado, pero muy bueno y fructífero”. Habla con la seguridad de que los objetivos que lo ligaron durante tantos años a la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) se cumplieron. En sus palabras no hay nostalgias por la pronta partida; hay gratitud, agradecimiento, y la desafiante sensación de lo que se viene.

En los próximos días, el religioso viajará a la ciudad de Roma para radicarse allí y trabajar en una misión asignada por el Vaticano. Integrará un nuevo dicasterio, en una estructura eclesial que pretende una renovada evangelización de los países de tradición cristiana y la profundización del diálogo con el secularismo. Galetto asumió como rector interino de la UCSF en el período 2002-2003, fue elegido rector de la casa de estudios en el período 2003-2007, y reelecto para la etapa 2007-2011. Su mandato, que culminaría en octubre del próximo año, será completado por el Arq. Ricardo Rocchetti -vicerrector y decano de Arquitectura-, quien ahora asumió como rector a cargo.

El fruto de todo el trabajo realizado en estos años queda expresado en el informe preliminar de evaluación externa elaborado por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) sobre la UCSF. Este documento representa una mirada “desde afuera” (y por tanto, neutral y objetiva) que “certifica la calidad académica de nuestra institución. Ha sido un paso muy importante que se dio hacia la senda de una universidad más moderna y madura”, dijo en diálogo con El Litoral.

Balance

El informe de Coneau representa en muchos aspectos el resultado final de un proyecto de gestión, la síntesis de un proceso pero también “un camino seguramente continuará por este rumbo”, proyectó Galetto. Destaca la calidad académica de la universidad expresado en sus propuestas educativas; la pertinencia curricular en función de los contextos regionales adonde llega (la Católica tiene sedes en Posadas, Reconquista y Rafaela), y el desarrollo articulado entre las funciones de docencia, investigación y extensión.

El documento da cuenta además de que “la propuesta curricular de la UCSF no sigue las estrictas reglas de mercado”, es decir, que se privilegia la calidad de la carreras dictadas antes que la proyección de propuestas de estudios superiores determinadas por un criterio mercantilista.

El documento califica además la política institucional de vinculación con el medio social, y la formación de sus docentes: “Hemos hecho un sistema para categorizar a nuestros profesores; los tribunales que los categorizan son externos, docentes e investigadores de otras instituciones”, refirió. Otros de los puntos altos del informe es el reconocimiento de que gran porcentaje de docentes y alumnos admiten que hay libertad de cátedra: “Más allá de la identidad católica, en las clases hay pluralismo real y auténtico. Hay un espíritu realmente universitario”, destacó Galetto.

La formación de valores humanos, éticos y espirituales están presentes en el proceso de estudios de cada carrera. “El informe de la Coneau corrobora esto en su informe, ya que está muy bien vista esta propuesta. Docentes y alumnos manifiestan una mirada positiva sobre los valores que intenta transmitir la universidad. Hay un claro perfil humano y espiritual en el perfil de nuestros egresados. Ésta es la huella que queda, y que perdurará”, cerró.


Lo que falta: fuentes de financiamiento

“Yo comienzo una nueva etapa en Roma, pero en la Universidad Católica queda un largo camino a futuro, hay mucho por hacer. Y una de las tareas que no se terminó es la búsqueda de nuevas fuentes genuinas de financiamiento, que refuercen lo que ingresa por la cuota que abonan los alumnos. Éste es un tema muy desafiante”, se sinceró el religioso. “Se creció en servicios a terceros y también en servicios educativos, pero falta mucho desarrollo todavía. Es una política institucional mantener un arancel accesible”, dijo Galetto.

“También nos falta fortalecer el área de investigación, aunque la Coneau constata en su informe que hay políticas institucionales decididas y algunos pasos dados. Éste es quizás el punto donde se ha puesto más la mira para tratar de crecer. Para las instituciones de gestión privada avanzar en investigación es difícil, porque insume muchos recursos que no los tenemos del Estado y los tenemos que generar con medios propios”, expresó Galetto.