Las percepciones sociales sobre los universitarios

Dime qué frases te dicen y

te diré qué carrera estudias

Cómo la gente ve y califica a la condición estudiantil puede leerse a través de las frases, preguntas e interpelaciones más habituales que escuchan los alumnos. Desconocimiento, prejuicios y hasta desméritos sobre el ser universitario.

Dime qué frases te dicen y te diré qué carrera estudias

“¿Por qué estudiás Derecho, si está lleno de abogados?”, es una de las frases más escuchadas por los estudiantes de esa carrera. Foto: Archivo / Mauricio Garín

 

Luciano Andreychuk

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“No entiendo para qué seguís esa carrera si no tiene salida laboral”. “¿Por qué estudiás Derecho, si está lleno de abogados?”. “Esa carrera es una pavada, te tenés que recibir rápido”. Pueden encontrarse decenas de estas frases hechas, preguntas e interpelaciones, a medida que se recorre los pasillos de las facultades. Los estudiantes las tienen bien identificadas pues, mal que les pese a muchos, deben escucharlas de boca de otros y convivir habitualmente con los sentidos valorativos que representan.

Este fraseario tiene mucho del folclore urbano y de mirada costumbrista, en una ciudad donde la vida estudiantil tiene una fuerte injerencia en la composición demográfica y cultural. Pero también contiene marcas semánticas que orientan sentidos sobre cómo la sociedad ve la condición de ser estudiante de una carrera superior.

Para cada época los universitarios tuvieron una determinada ponderación social, en función de la circunstancia histórica: desde los hijos de la esperanza de la movilidad social (m’hijo el dotor) pasando por el universitario militante de los “60, hasta el “renacido” con la recuperación democrática y el “sobreviviente” del ajuste presupuestario y la amenaza de arancelamiento de la educación en los ‘90. Cualquier comparación sería arbitraria y absurda, pero hoy también el estudiante actual es mirado y -en muchos sentidos- calificado moralmente por la sociedad a la que pertenece.

Percepciones

¿Qué escuchan los universitarios? Muchas frases, desde las graciosas hasta las burlonas: ““Tu carrera es una pavada’, me dijeron una vez”, confesó con indignación un estudiante de Sistemas. ““¿Ingeniería Civil? ¡Uh, pero te va a llevar toda la vida recibirte!’, fue una de las frases más desmoralizantes que me dispararon”, apunta por su parte Adrián, que promedia sus estudios. “También escuché que me digan: “Qué bueno ser estudiante... No tenés estrés ni presiones laborales, ni grandes responsabilidades’. La gente a veces piensa que estudiar es como estar de vacaciones”, admitió el joven.

“He recibido expresiones del tipo “para qué una carrera tan larga y complicada cuando está lleno de contadores. Una amiga de Derecho escuchó lo mismo. ¿Y con la vocación, con lo que queremos ser, qué hacemos?”, cuestionó con fastidio Cintia, de Ciencias Económicas. Emilia, estudiante de Ciencia Política, contó su caso: “A mí me ha sucedido muchas veces que la gente me preguntaba: ¿para qué te sirve esa carrera?, o ¿qué salida laboral vas a tener cuando te recibas? O también ¿para qué estudiás política si para “robar’ no es necesario estudiar tanto?”, se quejó.

Valoraciones

¿Desconocimiento, desmérito, prejuicios, algo de burla? ¿Qué expresan estas percepciones sociales sobre los estudiantes? “Creo que muchas veces la gente no conoce, no alcanza a dimensionar el tiempo que demanda estudiar, la responsabilidad de llevar una materia al día, los trabajos que realizar para la facultad, ejercicios prácticos, presentaciones, exámenes parciales, prepararte para los finales”, opinó Cintia.

“En mi parecer, la sociedad tiene una visión instalada del estudiante holgazán, que lleva una vida fácil. Yo creo que hay de todo: está el que dice que viene a estudiar y no lo hace, y el que es verdaderamente responsable, que tiene el ideal de recibirse, hace todo lo posible para ello y valora el esfuerzo de sus padres. Pero éste también está mal visto”, dijo.

Para la alumna de Política, “el prejuicio también está en que se considera que estudiar es una actividad fácil, sin responsabilidades, sin sacrificios, y aunque haya casos de estudiantes que lo toman así, no lo es en general. Existen muchos ejemplos de chicos que no sólo estudian alguna carrera, sino que también trabajan para solventarla y además para ayudar a sus familias”, cerró.


Facebook y la función

catártica del humor

“Cosas que hay que evitar decirle a un universitario” es un grupo de la red social Facebook que se convirtió en un espacio donde estudiantes de todo el país hacen una suerte de catarsis colectiva sobre las frases que escuchan. Cuentan y comparten sus experiencias, en un tono divertido, casi catártico. Ya tiene nada menos que casi 36 mil miembros.

/// EL DATO

Del interior

“En muchos pueblos todavía se considera que estudiar es una pérdida de tiempo y un capricho, que los padres que pueden bancar el estudio a sus hijos hacen una inversión innecesaria. Eso está mal: más de una vez tuve que escuchar que me digan: “¿Para qué estudiás, si al final vas a volver a trabajar en el campo?”, fustigó Jesica, proveniente del interior provincial, y que estudia el profesorado de Historia.

Para la estudiante, en el ámbito urbano también hay preconceptos. “En la ciudad se cree que el estudiante que sólo estudia es un mantenido y un vago. El que estudia y trabaja, es un modelo social a seguir, por más que a éste le lleve décadas recibirse. Así ve la condición de estudiante mucha gente”, dijo con bronca. “Además, todavía se cree que si no sos abogado o contador, no podés desempeñarte exitosamente en otra área profesional”, volvió a cuestionar Jesica.

Para Javier, estudiante de Derecho y empleado administrativo, todo depende del punto de vista con que sea visto el tema. “Es relativo -dice-, porque hay percepciones sociales erróneas y otras acertadas sobre los estudiantes. Por ejemplo, en los edificios, los estudiantes son quilomberos, hacen ruidos molestos hasta tarde, muchos no estudian”. Pero sí hay otra realidad, “la del estudiante sacrificado, que se la juega por su carrera y le mete para adelante. Lamentablemente cae dentro de la misma bolsa, porque la gente se queda con el mal concepto”.