“Pisar el palito” por La Tienda de los Milagros

Marginales inmersos en la oscuridad

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La obra de Griselda Gambaro encontró en la dirección de Fabián Rodríguez una perfecta traducción escénica.

Foto: Gentileza producción

Roberto Schneider

Griselda Gambaro ocupa un destacado lugar dentro del contexto teatral contemporáneo de nuestro país, de Latinoamérica y de algunos países europeos. Tradicionalmente, se la ha vinculado con el teatro del absurdo y de la crueldad, pero su original dramaturgia rehúsa, sin embargo, ser encasillada en clasificaciones de este tipo. Recientes perspectivas críticas destacan este hecho al señalar que su producción dramática se ancla con firmeza en la tradición dramático teatral argentina. Ella misma ha negado la corriente absurdista de su teatro y ha destacado, como elemento fundamental de sus obras, el grotesco criollo. Gambaro ha escrito piezas que hoy son parte de la historia de la mejor dramaturgia argentina, como “Los siameses”, “El campo”, “La malasangre”, “Real envido”, “Del sol naciente”, “Puesta en claro” y “Morgan”, por citar sólo algunos notables ejemplos.

De Gambaro se conoció en la Sala Marechal del Teatro Municipal “Pisar el palito”, presentada por el Grupo La Tienda de los Milagros, una obra de indiscutible y dolorosa cotidianeidad y con un fuerte contenido realista. Cuando en la Argentina se multiplican los bolsones de pobreza y marginalidad, sobre todo cuando las economías regionales del resto del país entran en decadencia y expulsan a ciudadanos que se instalan en los cordones del conurbano bonaerense o en los alrededores de cualquier gran ciudad, y van extendiendo implacablemente su geografía, la historia gambariana patentiza un fuerte contenido.

Una combinación de marginalidad, desarraigo, desesperanza y resignación que, si desde los sectores del poder -entiéndase, no sólo el gobierno- no se impulsan las soluciones que se necesitan urgentemente, irá eclosionando de manera cada vez más frecuente. Encima, los intentos por hallar alguna respuesta conjunta para los flagelos que azotan a la Argentina no han prosperado más allá de los anuncios. Delitos más violentos, más frecuentes y más preparados son las notas caracterizantes de la situación que le toca enfrentar a la sociedad, con el telón de fondo de la exclusión social, la marginalidad y la falta de oportunidades que ha generado una decadencia de la cultura del trabajo.

La marginalidad como tal es uno de los grandes problemas de la Argentina como lo indican las mediciones nacionales confiables que le asignan un número que supera las cinco millones de personas. No se trata de los pobres en general o de las personas que perciben bajos salarios, se trata de quienes han quedado fuera del sistema en todo sentido. Su exclusión es económica, pero es también social, cultural y política, al punto que más de un sociólogo ha llegado a postular que no son ciudadanos en tanto están privados no de la titularidad de los derechos pero sí de su ejercicio.

La dolorosa historia de Mario, Lily y Agustín, los tres jóvenes protagonistas, adquiere una indisimulable fuerza a partir de la inteligente dirección de Fabián Rodríguez, porque maneja tiempos y tonos acordes con la misma acción y rescata un texto paradigmático. Su trabajo se sustenta asimismo en una muy buena escenografía y vestuario de Malena Acosta. El director obtiene de su joven elenco los mejores resultados. Milagros Berli, Cristian Flury y Octavio Bassó entregan convicción y verdad a cada uno de sus atribulados personajes, envueltos como están en una historia de dolor. Lo esencial del trabajo de Rodríguez es traducir la angustia de esos seres inmersos en un mundo de agobio permanente.

“Pisar el palito” se ubica en el dilema de estar fuera o dentro, de quedarse al margen o participar en el juego, de confiar o no en el otro; de la difícil decisión entre mantenernos a salvo o de apostar por el riesgo. Los espectadores complementarán o colgarán en “perchitas”, tal como lo expresa Patrice Pavis, sus propios deseos y otras posibles lecturas que el texto dramático y la puesta en escena ofrecen.