En algunas carreras técnicas

Se gradúan sólo 3 de cada diez alumnos

Se gradúan sólo 3 de cada diez alumnos

ILUSTRACIÓN: LUCAS CEJAS

Es un fenómeno que sucede en casi todas las universidades en la mayoría de los países: el número de estudiantes que abandonan los estudios superiores es alto. Por distintas causas, pocos con relación a los inscriptos, se convierten en profesionales. El problema no es nuevo y muchas facultades están tomando medidas para revertirlo.

 

Elena Fernández de Carrera (*)

En julio de 2010 concluyó una investigación financiada por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y la Universidad Nacional del Litoral (UNL), cuyo objetivo fue analizar la deserción en los estudios universitarios y sus posibles causas, centrado en algunas carreras que tuvieran Matemática en su plan de estudios pero que no fueran específicamente de Matemática. Este análisis estuvo diseñado únicamente para las facultades de la Ciudad Universitaria del Paraje El Pozo y se excluyó el Profesorado de Matemática por la razón antes señalada.

La deserción es un problema preocupante, no sólo a nivel UNL; lo es también en el resto de las universidades del país y del mundo.

El Litoral ha publicado diferentes opiniones sobre este problema -durante 2010 y en años anteriores- provenientes de distintos sectores, algunos vinculados con la Universidad, otros con la Escuela Media y otros ajenos a ambas. Unos manifestaban opiniones en general; otros registraban el problema pero deslindaban cualquier responsabilidad en las causas. Los resultados que se muestran en este trabajo están basados en datos confiables de un relevamiento estadístico que ya está en poder de las autoridades correspondientes. Es importante señalar esto porque en algunas ocasiones, en periódicos o informativos, se ha puesto en duda la certeza de los datos difundidos al momento de abordar el tema.

Selección del campo

El proyecto de investigación tuvo una duración de dos años. Se radicó en la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, pero también participaron docentes de otras facultades de la ciudad universitaria. Se planificó efectuar evaluaciones desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo de la deserción, para tener una visión global del hecho. Para realizar la evaluación cuantitativa, el equipo tenía una fuerte constitución de docentes con especialidad en Estadística. También, y como apoyo para la faz cualitativa, lo integraban investigadores en Educación, Psicólogos y egresados de Ciencias de la Educación.

Se relevaron tres facultades de la Ciudad Universitaria: la de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, donde se analizó la carrera de Arquitectura; la de Bioquímica y Ciencias Biológicas con las carreras de Bioquímica, Licenciatura en Biotecnología y Administración de Salud y la de Ingeniería y Ciencias Hídricas, con la carrera de Ingeniería en Recursos Hídricos.

Para poder realizar estudios similares en cada unidad académica y comparar entre todas las carreras, se tomó una fecha de inicio común. Se seleccionó así una cohorte determinada y se realizó el seguimiento del grupo elegido, durante 10 años. ¿Por qué diez años? Porque la duración media real de las carreras que se seleccionaron oscilaba entre nueve y diez años y en ésas, los alumnos demoraban más tiempo. ¿Qué quiere decir esto? Que si bien la carrera elegida estaba programada para un lapso de 4, 5 y 6 años, el promedio del tiempo real que demoraron en egresar -calculado entre el de aquellos que lo hicieron en el tiempo estipulado y los que más tardaron- era aproximadamente de 10 años en las más largas, lapso que se adoptó para contener todos los casos.

El año inicial seleccionado fue 1997 y esa es la cohorte que se siguió hasta marzo de 2008.

División de la muestra

El primer logro del proyecto fue poder distinguir en cada una de las Facultades estudiadas, sin discriminar la cerrera, cuatro grupos con características diferentes y bien marcadas. Para facilitar la lectura se los llamará: G1, G2, G3 y G4, a saber:

G1: Egresados. Formado por aquellos alumnos que se recibieron dentro de los diez años transcurridos hasta marzo de 2008.

G2: Alumnos no egresados pero que se siguieron inscribiendo en la carrera seleccionada y que registraron la última reinscripción en el año 2007. A estos se los considera aún alumnos de la carrera, aunque hayan pasado 10 años desde su inscripción inicial.

G3: Alumnos no egresados que no realizaron reinscripción en los años anteriores a 2008. Estos son los que sin dudas, han abandonado ya sus estudios.

G4: Alumnos no egresados que no registran ninguna actividad académica en la Facultad, porque no han rendido ninguna materia desde su inscripción. Esto quiere decir que no se tiene ningún dato sobre ellos salvo su filiación.

En 1997 ingresaron a las cuatro facultades en las carreras seleccionadas, 623 alumnos de los cuales se recibieron 166, es decir, aproximadamente el 27 %. Si bien este porcentaje es mayor en algunas carreras que en otras, en este artículo me referiré a todas como un bloque y dejaré para otra oportunidad, el estudio de cada facultad en particular.

Si bien el 27% puede parecer bajo, duplica al 14% para Argentina informado por Alieto Guadagni en un discurso como miembro de la Academia Nacional de Educación, en 2010. El máximo índice lo presenta Islandia con el 66%. Suiza tiene un índice del 31%.

Detalles y conclusiones

Se han descripto los tres grupos que no egresaron, G2, G3, y G4 y, para averiguar las causas de esa deserción, se planificó una encuesta masiva, pero el número de las contestadas y devueltas, fue ínfimo. Se intentó, con los inconvenientes que requería la tarea, contactarlos telefónicamente para explicarles la importancia que tenían sus respuestas en la encuesta, pero muchos habían cambiado su domicilio. Además, la UNL tiene un gran porcentaje de alumnos fuera de la ciudad de Santa Fe, de ellos, pocos accedieron a contestar expresando temor y desconfianza por este acercamiento de la universidad, algunos se negaron argumentando recelos por la creciente inseguridad. Como consecuencia de esto, el número de respuestas no fue representativo de la muestra estudiada.

El último paso de la evaluación cualitativa estuvo dado por las entrevistas en profundidad, realizadas por el área de psicología vía e-mail previo acuerdo telefónico con los futuros entrevistados. Cabe aclarar que esto se realizó siguiendo estrictas normas éticas para salvaguardar la privacidad del entrevistado. Estas entrevistas a los alumnos que abandonaron fueron obviamente realizadas con su consentimiento y con el compromiso de devolverle vía e-mail un resumen de las mismas. Se la realizó a alumnos de cada carrera analizada, dos de ellos con el 80% o más de la carrera aprobada.

Todos expresaron que las dificultades que hallaron fueron de distinto orden: “fui perdiendo ritmo de estudio”, “no iba con la actitud necesaria”, “me faltaba concentración”, “estaba todo el día en la facultad”, “me planteaba constantemente mi vocación”.

Como causa de deserción expresaron: “la excusa fue el trabajo pero la verdad es que no tenía ganas de seguir estudiando”, “la situación económica puso a mi carrera en un segundo plano”, “prioricé mi familia y estar con mis hijos”, “cansado y decepcionado de la carrera y de mí mismo”.

Por otro lado expresaron ideas contradictorias desde “en mi cabeza siempre aparece la idea de terminar con eso y obtener el título” hasta “mi trabajo actual es bueno y no tiene nada que ver con la carrera que había elegido”, también algunos expresaron sus dificultades de adaptación a la universidad porque “la escuela secundaria no te prepara para la misma”.

Indagados sobre sus dificultades sobre alguna materia en particular señalaron que las causas de abandono no fueron esas dificultades, sino que fue un proceso que lo llevó a alejarse de sus estudios y que esta decisión no fue algo repentino.

A modo de conclusión la deserción universitaria es un fenómeno muy complejo que requiere que se sigan analizando estos 4 grupos y tomando acciones distintas en cada uno de los subgrupos, si bien tiene algunas tonalidades distintas según la carrera que se analice.

(*)Profesora Titular dedicación exclusiva.

Directora Departamento de Matemática Facultad de Bioquímica y Cs. Biológicas UNL.

Investigadora Secretaría de Políticas Universitarias.


Análisis de cada grupo

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De los egresados el 60% fueron mujeres y el 40 % varones. Estos porcentajes se alteran cuando se analizan las carreras en forma individual.

En el gráfico 1 se pueden observar los porcentajes que cada uno de esos grupos representan de la totalidad de los ingresantes. Es notable la relación de los que abandonan la carrera sin registrar actividad académica (G4, o sea aquellos que no han rendido nunca ni han completado el cursado del primer cuatrimestre), con los restantes grupos ¡Es casi igual al de los egresados en 10 años! Hay un 22 % de los inscriptos que desertan antes de rendir una sola materia.

Otro dato interesante es que del total de los egresados sólo 20 no registraron ningún aplazo. Se analizaron luego los grupos de los que no egresaron pero que registraron actividad académica, que son G2 y G3.

En el grupo G2 (en rojo en el Gráfico 1, formado por aquellos alumnos que se siguieron inscribiendo) se realizó un análisis referido a la cantidad de materias aprobadas. Se observó que estas variaron desde menos del 25 % del total de la carrera hasta más del 80 % de la misma a marzo del 2008.

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Las tutorías y los horarios de consultas, mejoran la adaptación y el rendimiento. Foto: Amancio Alem

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En el Gráfico 2 puede observarse que solo 5 alumnos tienen menos del 25 % del plan de estudios aprobado pero que existen 29 alumnos con más del 80 % de la carrera aprobada. Se puede advertir que también hay 22 alumnos que tienen entre el 50 y el 80 % de la carrera aprobada. Esto señala que hay que buscar a los estudiantes de ese sector para trabajar sobre ellos y lograr que completen sus estudios.

Se analizó el grupo G3, constituido por los que no se han vuelto a inscribir en la carrera y que ya se pueden considerar desertores. Este análisis tuvo datos interesantes en cuanto al número de materias aprobadas durante los 10 años transcurridos al momento de hacer su última inscripción. Hay datos ciertos sobre 151 de los 233 que conforman este grupo. Como el número de materias por carrera es diferente, se tomó para clasificarlos el porcentaje de materias aprobadas de cada plan de estudios igual que para los alumnos del grupo G2.

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En el Gráfico 3 se puede observar que la mayoría, el 69%, tiene sólo menos de la cuarta parte de la carrera aprobada cuando abandona. Los abandonos van decreciendo a medida que aumenta el porcentaje de materias aprobadas, situación contraria a la de aquellos que se siguen reinscribiendo (grupo G2). Este problema de abandono temprano, ya fue señalado en otros estudios, razón por la cual se han diseñado políticas de retención que tienen que ver con los programas de tutorías, instrumentados por la UNL y Gabinetes Pedagógicos en algunas Unidades Académicas, durante el primer año de las carreras de manera de contener pedagógica y psicológicamente, a los alumnos ingresantes.

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La concentración de horarios le facilita al alumno la concurrencia a clases. Foto: luis cetraro

Cambiar de actitud

Este artículo está basado en datos reales. No se puede seguir pensando y diciendo “yo no tengo la culpa”, “la universidad no tiene la culpa”, “la escuela no tiene la culpa”, “los docentes no tienen la culpa”, “mi hijo no tiene la culpa”. La culpa la tenemos todos, sin excepción: padres, docentes, alumnos, dirigentes políticos, autoridades de turno; en definitiva, la sociedad completa. Hay que terminar con peleas y confrontaciones. Hay que tomar conciencia de que estamos arruinando una generación por no saber o por no querer aprender a trabajar entre todos. Para lograr un país mejor no hace falta más que trabajar, trabajar y trabajar. Siempre en un clima de consenso y dentro de la ley.