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“El kirchnerismo póstumo”

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Jorge Asís. Foto: Alejandra López.

Desde su portal Jorge Asís no ha dejado de lanzar dardos (afilados por información inédita, por el humor y la puntería de una buena pluma) contra los principales protagonistas del poder en la Argentina actual. El kirchnerismo póstumo recoge las últimas intervenciones y se propone como el último volumen, como el “epílogo de una revolución imaginaria”.

El libro, editado por Planeta, se inicia el 12 de setiembre de 2010, cuando Néstor Kirchner es internado en la Clínica Los Arcos. Una segunda parte se detiene en la que Asís llama una “Guerra de Convalecientes”, entre los Kirchner y el Grupo Clarín. Sigue con las vicisitudes que marcan las caídas y las recomposiciones de “El Furia” Néstor Kirchner, para terminar con el incierto presente, ese presente con “los que se quedaron políticamente huérfanos después de la muerte irresponsable de El Furia. En lo único en que Kirchner se asemeja a Perón es en que no dejó ningún heredero. Ni siquiera la figura pasiva del pueblo. Aquella eficaz salida retórica. Los huérfanos sólo cuentan con Cristina para dilatar la continuidad de los vacíos. Las ínfulas atenuadas de la revolución imaginaria”.

Temas, episodios y personajes como los Kirchner, Moreno, Jaime, Macri, Magnetto, Alfonsín, Menem, “la comedia de Telecom”, la elección de la prensa como enemigo o “el corralito progresista” pasean por estas páginas siempre bajo una visión disconforme y crítica. Basta repasar capítulos como “Los Cámporas y ‘La Cámpora’”, para escuchar aseveraciones mordaces y puntuales: “El origen de ‘La Cámpora’ (el conglomerado de páginas web) debe rastrearse en El Presidente que no fue. Texto de Miguel Bonasso más próximo a la ficción que al ensayo. Aquí se desprende la imagen benévola de Héctor J. Cámpora. El Cámpora original. Paradigma de la lealtad. Hacia El General. Primer malentendido.

“Por lealtad, Cámpora, odontólogo, venerablemente peronista de San Andrés de Giles, escaló peldaños en la confianza de El General. Para terminar tristemente degradado. Como un pobre pel... (ver El escarmiento de J.B. Yofre).

“En trazo grueso, el buen dentista confundió el significado de la presidencia delegada. El Tío de la ‘juventud maravillosa’ debió someterse a ceremonias cotidianamente humillantes. Trabajaba como Presidente Delegado, pero el verdadero despachante del Poder, Perón, ni lo recibía.

“El imaginario indica que el libro de Bonasso fue leído por el joven, casi adolescente Máximo Kirchner. El ensayo ficcional facilitó, además, el acercamiento entre Bonasso y el padre de Máximo. El gobernador Kirchner. El próximo Furia”. Y ése es sólo el comienzo del capítulo.