Campaña solidaria en Pascua

Alumnos elaboran mil roscas para repartir a entidades de bien público

Son de la carrera de Gastronomía del Instituto Sol. Distribuirán las roscas en forma gratuita a instituciones que alojan a niños y ancianos carecientes. Es una iniciativa conjunta con una asociación empresaria.

De la Redacción de El Litoral

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Los alumnos de la carrera de Gastronomía del Instituto Sol, en junto con la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica, se embarcaron en una campaña solidaria para celebrar la Pascua. Elaboran alrededor de 1.000 roscas que distribuirán gratuitamente entre las entidades de bien público de la ciudad que atienden a niños, ancianos y personas carecientes.

En el local de 25 de Mayo 2823, El Litoral encontró esta mañana a los estudiantes produciendo las roscas a granel. Mientras algunos mezclaban los ingredientes para hacer la masa, otros se dedicaban a decorar los panes ya horneados.

Ya se llevan producidas más de 700 roscas, pero la cocina no parará hasta completar las 1.000. Entre las instituciones beneficiadas figuran Casa Cuna y el Hogar Estrada, además de distintos hogares de ancianos y centros de día de niños. El Instituto Sol distribuirá parte de la producción el jueves, y otra parte será retirada por las entidades beneficiadas.

“La iniciativa surgió en una clase y se convirtió en un lindo proyecto que nos permite brindar un servicio desde una institución educativa y el sector empresarial”, explicó Marcelo Basso, el profesor de Pastelería y Panadería.

El objetivo académico es que los alumnos más avanzados de la carrera sepan afrontar una producción a granel. Pero el proyecto se fue ampliando y terminaron todos los estudiantes participando de esta iniciativa solidaria, incluidos los de 1er año. “Aparte de brindar los conocimientos integrales de cocina, el Instituto Sol pretende que los alumnos aprendan que se puede trabajar y colaborar para el bien común”, señaló el docente.

Solidarios

“Los chicos están felices y se dispusieron a colaborar sin ningún tipo de problema. Nos sentimos más que orgullosos porque llevaron a cabo esta tarea con una responsabilidad absoluta, sabiendo que había que cocinar sin parar, que tenían que venir temprano y respetar las brigadas de trabajo para que todo salga lo más organizado posible”, destacó Basso.

Esteban Garau y Tomás Martínez Lastra, dos estudiantes de Gastronomía, se mostraron entusiasmados con la campaña solidaria. “Hacemos todo con gusto porque más allá de que nos sirve para la práctica de la materia, lo producido irá a gente que lo necesita”, reconocieron los futuros chef.

La parte del proceso que más trabajo les costó es la elaboración de la masa. Según explicaron, los ingredientes van a una máquina mezcladora, luego se divide la masa en bollos, se los coloca en moldes para la fermentación y van al horno. La decoración se hace con frutas abrillantadas y confitadas y glasé.

Tradición infaltable

Al parecer, según la información recogida por el Instituto Sol, la rosca de Pascua nació en Italia. Pasteleros de Bolonia crearon un simple pan leudado, endulzado y en forma circular de rosca o “nido”, y colocaron en su interior huevos duros, uniendo las dos tradiciones pascuales en una.

Con el tiempo, cada país fue creando su propio pan de Pascua, agregando ingredientes, cambiando cubiertas, y así se llega a nuestros días con diferentes propuestas: mona de Pascua (España), kulich (Rusia), ostertorte (Alemania), colomba (Italia), pan de Pascua (Chile), roscón pascual (México) o nuestra rosca tradicional, cubierta con crema pastelera, fruta confitada y azúcar granulada.

Distintas decoraciones, variadas formas pero el símbolo es siempre el mismo: representar la unidad familiar, la continuidad, el volver a comenzar cada año y el renacer eterno.