Se quitó la denominación de “Gustavo Martínez Zuviría”

El Instituto 12 ahora lleva el nombre de Gastón Gori

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Alejandro Damianovich, director del Instituto 12, junto a un panel de invitados, destacaron la trayectoria de Gori como escritor y humanista. Foto: Pablo Aguirre

En la elección pesaron los valores de Gori, sus luchas y compromiso con el entorno. No es el primer antecedente de una institución que deja de llamarse Gustavo Martínez Zuviría.

 

De la Redacción de El Litoral

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El nuevo nombre del Instituto Superior Nº 12 -que antes se llamaba “Gustavo Martínez Zuviría”-, fue impuesto anoche en un acto formal que se llevó a cabo en la sede de Saavedra 3076. Ahora, la institución educativa donde se estudian 5 carreras terciarias pasó a llamarse “Gastón Gori”.

El nuevo nombre fue elegido por una asamblea de docentes, no docentes y alumnos, celebrada el año pasado. Tras la decisión, se comenzó el trámite administrativo que llegó a su fin con la disposición ministerial Nº 08/2011.

“Hacía años que el nombre de Martínez Zuviría, un hombre de posturas de extrema derecha y vinculadas al antisemitismo, ya no nos representaba como institución”, destacó el Prof. Alejandro Damianovich, director del Instituto 12.

Explicó que “hace tiempo que empezamos a recibir señales de rechazo al nombre de nuestra institución desde distintos sectores. El detonante fue una charla de Horacio Verbistky en el Paraninfo de la UNL en 1997 donde planteó que nuestra institución no podía llevar esa denominación. A partir de allí se abrió un proceso de debate y de asumir que necesitábamos el cambio”.

La decisión tiene un antecedente en Buenos Aires. En mayo de 2010, la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional cambió su denominación de Gustavo Martínez Zuviría (escritor, conocido como Hugo Wast, quien fuera ministro de Educación durante la dictadura de 1944) por la de Ezequiel Martínez Estrada.

Valores

Durante el acto de anoche, un panel integrado por Damianovich, Sergio Ferreyra, Osvaldo Valli y Rubén Román, personas vinculadas al instituto y que conocieron a Gori, dieron testimonio de su vida y contaron anécdotas que mostraron las distintas facetas del escritor local.

El gobierno de la provincia donó una placa con el nuevo nombre que se instalará cuando la institución, que funciona en la escuela Presidente Beleno, cuente con su edificio propio.

El Instituto 12 se define como un espacio progresista, plural, inclusivo y participativo, y aspiraba a contar con un nombre emblemático de tales valores como los que inspira la memoria de Gastón Gori. “En sus escritos figura tanto el gringo como el indio, el criollo y el hachero del monte; están todos incluidos en su obra”, destacó Damianovich.

Recordó que fue uno de los pioneros de la investigación periodística en nuestro medio con su obra La Forestal. “Nada más pertinente para un instituto de periodismo”, destacó. Gori nació en la ciudad de Esperanza el 17 de noviembre de 1915 con el nombre Pedro Marangoni. Vivió gran parte de su vida en la ciudad de Santa Fe, donde escribió su obra que comprende 88 publicaciones (entre ediciones y reediciones), y falleció el día que cumplía 89 años, la mañana del miércoles 17 de noviembre de 2004. Hoy sus restos descansan en su ciudad natal.

Fue autor de grandes obras que trascendieron los límites de la región, como La Forestal, La pampa sin gaucho, La muerte de Antonini, El pan nuestro y El desierto tiene dueño, entre otros títulos de ficción y ensayo.

/// OPINIÓN

Un acto de justicia

 

Rogelio Alaniz

Se hizo justicia. No era justo que una escuela de periodismo lleve el nombre de quien como funcionario político nunca dejó de manifestarse en contra de la libertad de expresión. El nombre de Zuviría en ese lugar era tan coherente como el nombre de Hitler en una sinagoga. Antisemita confeso, simpatizante de Franco y amigo de los nazis de su tiempo, no son los antecedentes adecuados para honrar con su nombre un instituto que se propone educar en valores democráticos.

Gustavo Martínez Zuviría, se inició en las filas del Partido Demócrata Progresista hasta que advirtió que la ideología laica y anticlerical de ese partido no tenía nada que ver con sus convicciones. A partir de 1930 decidió no confundirse más y fue el comodín de las dictaduras militares de turno: la de Uriburu y la iniciada el 4 de junio de 1943.

Fue uno de los escritores más leídos en su tiempo. A mi modesto criterio su literatura es floja, entre otras cosas porque su fundamentalismo religioso le impide ir a fondo con la tragedia o el drama. La mezcla de moralismo fanático con prejuicios de señorito de clase alta terminan siendo letal para todo escritor.

No es el cristianismo el que lo limita a Zuviría sino su fundamentalismo. Chesterton, Greene, Bernanos, por mencionar a los más conocidos, fueron cristianos pero a la hora de escribir eran en primer lugar escritores. No es el nombre del escritor el que ahora es desplazado de una institución pública, sino el nombre de quien predicó los beneficios del racismo, la discriminación y la censura.

/// EL DATO

Edificio propio

El acto de anoche también fue propicio para presentar el proyecto arquitectónico del edificio propio, una obra largamente esperada por el Instituto 12. Se contempla el rescate y puesta en valor del antiguo inmueble del Isep (9 de Julio 1756) y la construcción de uno nuevo, acorde a los requerimientos. “Es la primera vez, después de tantos proyectos frustrados, que tenemos un decreto y una comisión de seguimiento de la obra. Creemos que esta vez el edificio propio se hará realidad, aunque también nos sobran motivos para ser prudentes”, señaló Alejandro Damianovich, director del Instituto 12.