El valioso servicio de los polinizadores

(C) Conicet Bs. As. - Conicet Santa Fe El Litoral

A partir de 1960, la cantidad de habitantes del planeta creció de 3 a 7 mil millones. Desde la agricultura, la mayor demanda de alimentos y productos agrícolas (biocombustibles) se satisface aumentando la cantidad de alimento cosechado por hectárea -rendimiento- y extendiendo el área sembrada. En cuanto al rendimiento, se ha hecho hincapié en el control de malezas, pestes y enfermedades, así como en la disponibilidad de agua y nutrientes en el suelo. “Sin embargo, aunque alrededor de un 70% de los cultivos que sembramos (representando un 30% de la producción mundial) resultan favorecidos por los polinizadores, los agricultores no los tienen muy en cuenta”, explica el Ing. Agr. Lucas Garibaldi, becario del Conicet en el Inibioma.

El minucioso trabajo de la polinización animal

Se trata de un servicio “gratuito” que proveen animales silvestres, sobre todo insectos y en particular abejas -las colmenas de abeja melífera manejadas para producir miel-. El almendro de EE. UU., por caso, depende de polinizadores, por lo cual un 75 % de las colmenas de abeja melífera de aquel país se traslada a California durante su floración. Otros ejemplos son la calabaza y el melón, que sólo las abejas grandes pueden polinizar con eficacia debido al tamaño de sus flores. Pero, dado que gran parte de los cultivos son muy productivos y florecen durante un breve período anual, los polinizadores residentes en tierras de uso agrícola no pueden transportar el polen necesario para tantas flores. A esto hay que sumarle que las comunidades polinizadoras, en muchas regiones agrícolas, y debido al uso de insecticidas y a la poca variedad de cultivos, son “pobres” comparadas con sus similares de áreas naturales.

Desde el Comahue

“Las investigaciones del Inibioma sugieren que la falta de polen durante los últimos 50 años redujo -a nivel mundial- el aumento del rendimiento y su estabilidad interanual en cultivos dependientes de polinizadores. Esta disminución ha sido mayor cuanto más dependen los cultivos de sus polinizadores”, aclara Garibaldi. Además, estos cultivos con menor crecimiento en el rendimiento han tenido mayor aumento en el área cultivada para producir lo que demanda el mercado. Otro aspecto novedoso del trabajo es un modelo teórico que explica los patrones encontrados y que pueden aplicarse a otros servicios que provee la Naturaleza al bienestar humano. Para concluir, Lucas Garibaldi y su director, el Dr. Marcelo Aizen, investigador del Conicet, aseguran que si se atendiera más a la polinización de cultivos -por ejemplo: conservando áreas silvestres donde habitan polinizadores también silvestres- estos aumentarían el rendimiento medio y su estabilidad a lo largo del tiempo. “A su vez, el mayor rendimiento reduciría el área necesaria para satisfacer la demanda creciente de alimentos y productos agrícolas. Esto es importante en un mundo con una superficie finita, necesaria también para conservar la flora y fauna nativas para asentamientos humanos y ciudades, entre otras cuestiones”, enfatiza Aizen.

(*) San Carlos de Bariloche (R. N.). Por Isabel Cittadini (Prensa y Comunicación Institucional; Conicet Bs. As.). Adaptó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/Conicet Santa Fe).