Llamado mundial para combatir las enfermedades no transmisibles

Cáncer, enfermedades cardiovasculares, insuficiencia respiratoria crónica y diabetes son patologías que han sido ignoradas en la agenda mundial sobre salud, a pesar de que son la principal causa de muertes en el mundo. Sin embargo, se vienen encarando acciones para que Naciones Unidas les dé una solución urgente, ya que se pueden prevenir, detectar a tiempo y tratar oportunamente.

TEXTOS. MARIANA RIVERA.

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La cena de gala organizada por la American Cancer Society concluyó con el festejo de los cumpleaños de los sobrevivientes del cáncer.

La prevención es la herramienta más efectiva que tenemos para reducir el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y la insuficiencia respiratoria crónica, que son conocidas como Enfermedades No Transmisibles (ENTs o Non-Communicable Diseases, NCDs, por sus siglas en inglés).

Por este motivo, más de 70 integrantes de organizaciones de la sociedad civil -a quienes denominaron Embajadores Globales del Cáncer- y 40 periodistas de 44 países se capacitaron sobre estos temas durante una actividad realizada del 18 al 21 de junio pasado en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos. We can, we should, we will conquer cancer (Podemos, debemos, vamos a conquistar el cáncer) era el lema del evento de campaña organizado por la Sociedad Americana de Cáncer (American Cancer Society, ACS, por sus siglas en inglés).

Se trató del último paso previo a la Reunión de la Asamblea General de Alto Nivel para la Prevención y el Control de Enfermedades No Transmisibles que tendrá las Naciones Unidas el 19 y 20 de septiembre próximos.

Esta reunión será una oportunidad clave para que los jefes de Estado, ministros y otros representantes gubernamentales que participen -además de integrantes de la sociedad civil (ONGs, el sector privado y el académico), aunque en un número limitado- centren su atención en la importancia de la lucha contra el cáncer y estas otras enfermedades y de dar una voz a los denominados sobrevivientes.

Por eso, tras ser capacitados, los Embajadores Globales de Cáncer -incluyendo cuatro de Argentina- mantuvieron una reunión con las misiones de cada país participante en la ONU para justificar este pedido y su tratamiento urgente.

Llevaron información precisa (por ejemplo, que tenemos el conocimiento y las herramientas para prevenir más de la mitad de todos los nuevos casos de cáncer y las muertes por esta causa a nivel mundial) pero -sobre todo- dando sus testimonios como sobrevivientes del cáncer o como personas que trabajan en la sociedad con ellos.

Plantearon que se necesita comunicar sobre este tema para que esté en la agenda mundial y que el estigma y el dolor de la gente que padece estas enfermedades son otras de las razones por las cuales hay una urgencia por tratar estos temas.

La intención de esta reunión realizada en Nueva York fue demostrar que se pueden hacer cambios duraderos que afectarán a millones de personas en las generaciones venideras; que “podemos marcar una diferencia y no es simple retórica”, como plantearon los organizadores.

ENORME OPORTUNIDAD

Según se anticipó, se pretende que en la reunión de alto nivel de septiembre se encuentren estrategias en común para tratar estas enfermedades. Participarán los políticos más jerárquicos de los países miembro, es decir que no se debatirá el tema a nivel de ministros de Salud. No será un foro para debatir sino que se aspira a que se decida qué acciones se van a encarar en todo el mundo para controlarlas. Respecto a los recursos que se destinarán para estas actividades, se adelantó que se solicitará colaboración internacional.

Los participantes deberán redactar un documento en donde constará el compromiso político para tratar este tema, además de las recomendaciones de los países miembro. Deberán ser propuestas medibles y aplicables, en donde conste una fuerte participación de la sociedad civil y el compromiso de la atención pública a través de los medios de comunicación.

Se habló de que se trata de una oportunidad “once-in-a-generation” (única en una generación) para que el cáncer y las otras enfermedades no transmisibles sean incluidas en la agenda global de salud, ya que éstas influyen en la economía de los países que las padecen -principalmente, los de menores recursos- y su desarrollo.

Ocurre que estas enfermedades y sus factores de riesgo (tabaco, alcohol, inactividad física y dieta poco saludable) están estrechamente relacionados con la pobreza y la inequidad (menor acceso a tratamientos médicos de calidad) y contribuyen al subdesarrollo.

DATOS QUE ALARMAN

Y las cifras que se dieron a conocer fueron más que contundentes: el 63% de las muertes en el mundo se producen por estas enfermedades; el cáncer representa más muertes en el mundo que el VIH/Sida, la malaria y la tuberculosis juntas; casi el 80% de estos fallecimientos ocurre en países de medianos y bajos recursos; el 90% de las personas que mueren por las ENT tiene menos de 60 años, vive en países en desarrollo y economías de transición; y la mayoría de estas muertes podría haberse evitado.

Y esto trae como consecuencia otro dato preocupante: en estas poblaciones no se están logrando los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) propuestos también por Naciones Unidas, en particular el referido a la erradicación del hambre y la pobreza extrema, la reducción de la mortalidad infantil, el mejoramiento de la salud materna y la lucha contra el VIH/Sida, la malaria y otras enfermedades.

Los ODM son una iniciativa de carácter global creada en 2000 a partir de la Declaración del Milenio en las Naciones Unidas firmada por 189 países. La Declaración del Milenio identifica preocupaciones, valores y principios relacionados con el desarrollo.

Cabe aclarar que se realizaron eventos previos a este encuentro del mes de junio para redactar este pedido a los jefes de Estado y otros políticos que se reunirán en septiembre. Se hicieron consultas regionales para armar un borrador del documento que deberá ser considerado en la reunión de alto nivel de Naciones Unidas de septiembre. Participaron en diferentes eventos pero también debatiendo en conjunto organizaciones de la sociedad civil, ministros de Salud de 150 países y otros delegados.

HECHO HISTÓRICO

Durante el encuentro se insistió en que la reunión de septiembre será un hecho histórico ya que -por segunda vez en su historia- las Naciones Unidas decidió considerar un tema de salud. Hace diez años, el VIH/Sida fue incorporado en su agenda y en esta oportunidad serán tenidas en cuenta las enfermedades no transmisibles, patologías cuyos factores de riesgo pueden ser modificados.

También se advirtió que se espera un rápido crecimiento de las enfermedades no transmisibles debido al envejecimiento de la población y a los cambios de comportamiento asociados al desarrollo, incluyendo el aumento del uso del tabaco y la adopción de dietas ricas en calorías pero nutricionalmente deficientes.

Por último, se destacó que las Naciones Unidas normalmente no trabaja con temas de salud y sólo lo comenzó a hacer porque surgían cuestiones con impacto social y medioambiental. No obstante cabe aclarar que cuenta con un organismo específico (la Organización Mundial de la Salud), con sede en Ginebra, Suiza, que establece pautas sobre la temática.

Entonces, esta reunión de Naciones Unidas deberá advertir que las acciones que se puedan encarar para prevenir las enfermedades no transmisibles -que no son las únicas que deberían ser consideradas, ya que también son importantes el VIH/Sida, la malaria o la tuberculosis, por ejemplo- redundarán en mejorar la salud de la población.


Las cifras del cáncer

• 13 millones de nuevos casos al año.

• 82% crecerá su incidencia para 2030 (más del doble de alta en países de bajos ingresos).

• 56% de los nuevos casos ocurre en países de medianos y escasos recursos.

• 7 millones de fallecimientos por esta causa (1 de cada 8).

• 63% de las muertes ocurre en países en desarrollo.

• 24,6 millones de personas viven con cáncer en todo el mundo.

• 900 millones de dólares al año deben destinarse para tratar esta enfermendad.

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Los “Embajadores Globales de Cáncer” de Argentina durante la visita a Naciones Unidas con el asesor Eduardo Porretti.

El tabaco, algo en común

La Dra. Mariela Alderete, de la Fundación Interamericana del Corazón Argentina, explicó que “durante la reunión en Naciones Unidas, los Embajadores Globales de Cáncer propusimos una serie de medidas para enfrentar la crisis mundial que representan las enfermedades crónicas no transmisibles. Se solicitó que los países desarrollen acciones efectivas para luchar contra el tabaquismo, factor de riesgo común a las cuatro enfermedades crónicas (cáncer, enfermedades respiratorias, diabetes y enfermedades cardiovasculares), esencialmente que se inste a la ratificación del Convenio Marco para el Control del Tabaco y aceleren su implementación. También se solicitó que los países aumenten el acceso a medicamentos esenciales y tecnologías asequibles para el diagnóstico precoz del cáncer y otras ENTs”.

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Cuatro de cada cinco personas que sufren cáncer, diabetes, enfermedades respiratorias o cardiovasculares viven en países pobres.

Por Argentina

La periodista del diario El Litoral Mariana Rivera fue seleccionada -entre otros colegas de todo el mundo- para participar en el evento We can, We should, We will conquer cancer, organizado por la American Cancer Society (ACS).

En calidad de periodista (aunque también es sobreviviente de cáncer de mama) representó a nuestro país, al igual que cuatro personas -denominados “Embajadores Globales del Cáncer”- que pertenecían a organizaciones de la sociedad civil que trabajan con pacientes que padecen enfermedades no transmisibles.

Fueron los siguientes: Irene Marcet, secretaria de Macma (Movimiento Ayuda Cáncer de Mama); Pedro Czanyo, por la Fundación Pacientes de Cáncer de Pulmón; Jorge Padín, integrante de Apostar a la Vida; y la Dra. Mariela Alderete, vicedirectora ejecutiva de la Fundación Interamericana del Corazón Argentina.

Voces de esperanza
 

El denominado empoderamiento de los pacientes que padecen estas enfermedades refiere al aumento de la fortaleza espiritual, política, social o económica de estos individuos, quienes desarrollan una confianza en sus propias capacidades.

En el caso del cáncer y otras enfermedades no transmisibles, esta actitud les permite visibilizar la problemática y darle “una voz, ya que tienen algo que decir”, y mostrar la cara de estas enfermedades, su aspecto humano y no sólo las estadísticas.

Los sobrevivientes son “la cara de los que pudieron sobrevivir al cáncer; las voces de esperanza de esta enfermedad”. Según se explicó en el evento, la estigmatización de su enfermedad es contraproducente para estos pacientes y si pueden compartir su experiencia y se empoderan pasarán el proceso de su enfermedad con éxito.

- Irene Marcet, Movimiento Ayuda Cáncer de Mama (Macma): “Hace 6 años me diagnosticaron cáncer de mama. A mí, que me hacía todos los controles y que equivocadamente creía que no me podía pasar; se me cayó el mundo encima. En ese momento, nunca pensé que la vida me iba a dar esta oportunidad de poder colaborar -aunque sea con un granito de arena- a esta gran movida que intentamos hacer para que el mundo sea un mejor lugar para vivir.

Me hizo muy feliz que me nombraran Embajadora Global del Cáncer. Me dio la oportunidad de abrir mi mente y conocer historias de vida que ni imaginaba, carencias de muchos hermanos de nuestro país y del mundo.

Esto hizo que el deseo de comprometerme y ayudar en esta causa me saliera del alma. La American Cancer Society nos dio esta posibilidad y quiero aprovecharla al máximo. Nos capacitaron para poder comunicar con claridad las necesidades para un cambio global. Nos reunimos con la misión argentina en Naciones Unidas para pedir que en la reunión de alto nivel de septiembre se incluya en la agenda el tema de enfermedades no transmisibles. Esto recién empieza y hay que continuar el trabajo con esfuerzo y constancia hasta lograr que en el mundo haya mas cumpleaños (de sobrevivientes)”.

- Peter Czanyo, Fundación Pacientes de Cáncer de Pulmón: “Hace 8 años que fui diagnosticado y operado de cáncer pulmón. Son momentos que jamás se olvidan pero también los que nos permiten cambiar nuestra vida y no modificando los paisajes, sino cambiando nuestros propios ojos y la forma en que miramos al mundo y -en especial- dentro de nosotros mismos. La designación como Embajador Global de Cáncer para Argentina fue un enorme orgullo; me hizo sentir que hacer algo por los otros y para mejorar este mundo es los que nos da verdadera felicidad. Y claro que no importa que solo sea un grano de arena. Recibimos en Nueva York capitación y entrenamiento con respecto a la Asamblea que realizarán en septiembre las Naciones Unidas sobre enfermedades no transmisibles e influir en nuestros gobernantes y representantes para que las medidas que se tomen sean aquellas que la sociedad civil y los pacientes necesitan. Al día siguiente nos reunimos con la misión Argentina en la ONU para escuchar, proponer, preguntar, exigir. Si no hacemos nada, el mundo no cambia pero si abrimos nuestros corazones tal vez podamos ver este mundo como todo uno y sentir que estamos mucho mas hermanados de lo que a veces nos permitimos creer. Pienso que entre todos podemos construir un mundo mejor y solo necesitamos compromiso, entrega, responsabilidad y abrir nuestro corazón, algo que todos tenemos”.

- Jorge Padín, Fundación Apostar a la Vida: “En 1997 tuve cáncer de colon, del que fui operado y luego comencé los tratamientos oncológicos. A los seis meses se produjo metástasis en hígado muy avanzada con importante riesgo de perder mi vida. Entre tres y cinco meses era todo lo que mis médicos me auguraban. Así llegué al grupo Apostar a la Vida; sentía que me estaba muriendo.

Shockeado, abatido, angustiado, con sentimientos contradictorios, pensé encontrar en él a personas tristes y desesperanzadas. Nada de eso pasó. Me llamó la atención en ellas la actitud. Eran luchadores, gladiadores, que no se lamentaban conmigo sino que me alentaban a pelearla. Allí comencé a comprender que no tenía certezas pero sí oportunidades. Con la ayuda del grupo me puse de pie para enfrentar al cáncer contra todo pronóstico, con el objetivo de derrotarlo y ganar mi vida. Un año después me operaron del hígado (me extrajeron el 65% del órgano).

En enero de 2000, a mi querida esposa Adriana se le diagnosticó cáncer de mama, luego siguió el quirófano y tratamientos. La acompañé, estimulé y sostuve en esos momentos tan difíciles. Todo concluyó en el resultado buscado y esperado: estaba de alta.

Estando advertidos respecto a que un eventual embarazo sería muy riesgoso, nos encontramos a mediados de 2001 con la noticia que seríamos padres. Familiares, amigos, todos quienes nos rodeaban se sorprendieron y a la vez se preocuparon al igual que nosotros; temíamos los posibles riesgos que eso podría acarrear. Una médica nos sugirió abortar pero lo descartamos. Amábamos demasiado la vida y decidimos seguir luchando. El 15 de marzo de 2002 nació nuestra amada Mayra. Algún día le enseñaré los informes tenebrosos y se los regalaré, y a mis futuros nietos también les contaré como en otros tiempos luché contra una enfermedad terrible llamada cáncer, saliendo vencedor. Hoy vivo mi saludable vida y disfruto mi familia, mi hija, mis amigos y todo lo que me gusta. Fui invitado a Nueva York como Embajador Global de Cáncer. Una gran experiencia, con el renovado compromiso con la vida en la lucha contra el cáncer”.

+ información

 

Global Advocacy: global.cancer.org

Movimiento Ayuda Cáncer de Mama (Macma): www.macma.org.ar

Fundación Apostar a la Vida: www.apostaralavida.org

Fundación Interamericana del Corazón Argentina: www.ficargentina.org

Fundación Pacientes de Cáncer de Pulmón: www.fundacionpcp.org