También resguarda los datos originales de la ciudad

La Casa del Bicentenario alberga cultura e historia de Reconquista

Su construcción demandó $ 800 mil aportados por el municipio y el gobierno nacional. Está emplazada en el complejo cultural La Estación. Sala teatral, un espacio para exposiciones, cine, aulas y área de servicios integran sus distintas naves.

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La Estación aloja a esta nueva casa en la que se plasmarán las distintas expresiones culturales de la región.

Foto: Agencia Reconquista

Gustavo Capeletti

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El espacio inaugurado el sábado pasado fue pensado para contener los diversos matices y expresiones culturales que conviven en los barrios de la localidad y dar cobijo a la rica historia de esta ciudad centenaria.

La gélida tarde sabatina no impidió que su inauguración fuera multitudinaria. Caracterizado por un clima de argentinidad, el acto oficial que abrió al público la Casa del Bicentenario sirvió para entender una “fuerte y clara concepción federal” que propone desarrollar actividades que exhiban el carácter multicultural de “nuestra identidad y las transformaciones que ésta ha sufrido en los últimos 200 años”.

Autoridades, dirigentes y representantes de fuerzas civiles, políticas y militares y numeroso público entonaron el Himno Nacional, marcado por los acordes de la Banda de Música y Guerra de la III Brigada Aérea Reconquista, que inició protocolarmente la ceremonia. En la figura de la secretaria municipal de Cultura, María Alicia Doval, recayó la tarea de reconocer a funcionarios y trabajadores cooperativistas que construyeron el edificio.

Punto de partida

Luego, el intendente Ing. Jacinto Speranza expresó, en su mensaje, que “la independencia en 1916 estaba referida a una denominación extranjera”, y que se “constituyó en el principio de un largo recorrido que habremos de recorrer permanentemente en la construcción de nuestra Nación.

Tucumán significó para todos, un punto de partida, desde el cual cada generación, décadas tras décadas, protagonizó los desafíos y logros de su tiempo, sin olvidar que la construcción es de todos los días, refirió el mandatario.

Así como la Patria tiene dos monumentos de fechas insignes de nuestra vida política, como son el Cabildo y la Casa de Tucumán, debemos -como hijos de esta tierra generosa y productiva que se hizo grande gracias a la voluntad y temple de su gente- “levantar permanentes reconocimientos que reflejen la vida y obra de quienes la forjaron”.

Ese reconocimiento -agregó- trasciende a las personas en sí mismas, ya que la valoración es al “accionar y desempeño, que se tuvo y se tiene, contribuyendo al desarrollo y bienestar de toda la sociedad. Al compromiso cívico. Al respeto en la diversidad. Al tránsito de un camino hacia la justicia y la equidad”.

Un nuevo ámbito

Speranza enlazó que tal como “inauguramos junto a los concejales, el edificio del Honorable Concejo Municipal, para que las distintas expresiones de nuestra comunidad hagan sentir su voz; en este 9 de Julio, vamos a dejar inaugurada la Casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario”.

Un ambiente -dijo- de cultura e historia, para que los 200 años transcurridos no nos dejen descuidar lo que a diario debemos construir, “de manera anónima o pública, a solas o comunitariamente”.

Es éste un nuevo espacio “de protagonismo, de generación de ideas, de arte, de cine, de teatro, de esfuerzos compartidos, de capacitación, de debates, de vida, significó el intendente. “Todo hará a la cultura y a la historia de nuestra ciudad y seremos lo que seamos capaces de ser”, reflexionó.

A la hora de los agradecimientos, el intendente citó a la Presidencia de la Nación, al Ministerio de Trabajo de la Nación, a la Secretaría de Cultura de la Nación, al Instituto Nacional del Cine, al Instituto Nacional del Teatro, al Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe, a la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Reconquista, a la Secretaría de Obras Públicas y de Servicios Públicos, al personal municipal, contratados y de cooperativas de trabajo, al diputado nacional (M.C.) Juan Héctor Silvestre Begnis, a Patricia Vallina y al coordinador de gestión de la Secretaría General de Presidencia de la Nación, Daniel Siciliano.

Espacio para la identidad

La Casa de la Cultura y la Historia del Bicentenario, tal la denominación completa, consta de tres ambientes principales. Uno, dedicado a la sala histórica y de exposición permanente de material que documente los orígenes y los sucesos históricos de la ciudad, y que también albergará exposiciones temporarias.

El segundo espacio alberga la sala de cine y teatro y el auditorio; exhibiciones y ciclos de cine, teatro y música y otros eventos culturales tendrán su cabida allí. En tanto, un ámbito destinado para hacer las veces de aula-taller servirá para el desarrollo de actividades culturales, teatro, música, danza, pintura, fotografía, etc.

Con este fin, se realizarán exposiciones permanentes y temporarias, ciclos de música, cine, conferencias y mesas redondas, desarrollando a la par un intenso programa educativo. También contará con un espacio multimedia de archivo y documentación y se editará y publicará material relacionado con las exhibiciones.

Principalmente, es un espacio fundado para debatir y afirmar la identidad nacional, un espacio federal donde las culturas provinciales encuentren expresión, convocando a artistas e intelectuales de distintas regiones a participar en la elaboración de seminarios y exposiciones.


 

Hacia el futuro

Jacinto Speranza adelantó que el predio año tras año irá enriqueciéndose de infraestructura y actividades para constituirse de a poco en el “corazón palpitante de nuestra ciudad”. El titular del gobierno local anticipó la intención de dotar al mismo de un anfiteatro, establecer el monumento a la Memoria como Nación, ampliar nuestros museos, generar el Paseo de la Historia, donde Reconquista cuente sus logros décadas tras décadas.

Aportes conjuntos

El portal de ingreso a la Casa que evoca el nacimiento de la patria -erigida en el cuadrante noroeste del complejo cultural La Estación de Reconquista y da cuenta, con justicia, que la obra- fue fruto de aportes conjuntos de los gobiernos nacional y municipal, interesados por igual en llevar adelante el proyecto que demandó $ 800.000.