La matriz energética de la ciudad

Santa Fe da sus primeros pasos en

el campo de las energías renovables

La introducción de este tipo de energías es incipiente en Santa Fe pero hay algunas experiencias interesantes con calefones solares y biodigestores. El Concejo aprobó la creación de una comisión para desarrollar políticas energéticas.

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Alternativa. La familia Cejas instaló un calefón solar en su casa en barrio Las Delicias, ya que carece de gas natural.

Foto: Mauricio Garín

 

Agustina Mai

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La ciudad de Santa Fe está dando sus primeros pasos en el tema de las energías renovables. Existen algunas experiencias incipientes y el Concejo Municipal sancionó una ordenanza que establece la creación de una comisión para promover políticas energéticas locales.

“Hay algunas experiencias muy interesantes en la provincia de Santa Fe, pero en la ciudad capital la introducción de este tipo de energías es totalmente incipiente”, señaló René Galiano, coordinador de nuevas fuentes de la Empresa Provincial de la Energía (EPE).

La presencia de una empresa que vende calefones solares indica que esta cuestión está teniendo mayor cabida. Así lo cree Galiano, quien aseguró: “Que exista en la ciudad una empresa que vende calefones solares es un claro ejemplo de que se está avanzando en el tema”.

Desde comienzo de este año, la empresa Inser Climatización vende estos artefactos, sobre todo en zonas que carecen de gas natural como Rincón, Santa Rosa de Calchines, Colastiné y algunos barrios de la ciudad. Además de ser una energía renovable, el principal atractivo del calefón solar es el ahorro que implica. “Lo primero y principal por lo que la gente compra este equipo es una cuestión de gasto: poner un calefón solar implica un ahorro de 6 tubos de gas de 45 kg al año”, comentó Guillermo Niedermayer de Inser.

La inversión para colocar este artefacto es mayor que la de un calefón común, pero “en dos años se amortiza y le quedan 18 ó 20 años de vida útil, sin gastar un peso”, agregó. De todas formas, aclaró que es necesario complementar el calefón solar con una resistencia eléctrica o termotanque, para contar con agua caliente durante la noche o los días nublados.

Por su parte, la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) cuenta con un calefón solar, que alimenta algunos baños de la facultad y un dispenser de agua caliente.

Otras experiencias relacionadas con energías sustentables son los biodigestores que instalaron la Municipalidad y la Universidad Nacional del Litoral (UNL), por ejemplo en la vecinal Juana Azurduy del barrio Acería o en un comedor de Loyola Sur. Estos aparatos convierten la basura orgánica en gas metano, que tiene un poder energético importante.

La diferenciación de residuos permite proyectar la instalación de un biodigestor en el nuevo relleno sanitario, para aprovechar los desechos orgánicos como fuente de energía.

Energía solar

La comisión multisectorial para la promoción y ejecución de políticas energéticas locales tendrá como objetivo fundamental “la redacción de un proyecto de captación y usos de la energía solar para la ciudad de Santa Fe,”, reza la ordenanza 11.782, recientemente aprobada.

“Es imperioso que se diseñen, planifiquen y promocionen energías limpias y renovables, y que se instalen en la agenda pública temas como la captación y utilización de la energía solar o la generación del biogás para Santa Fe, por ejemplo”, expresó la concejala del Frente Progresista Vanesa Oddi.

En los centros urbanos, la energía solar -a través de módulos fotovoltaicos- es la más fácil de instalar en los techos de las viviendas. Esta instalación -en una casa estándar- cuesta alrededor de 70.000 pesos. ¿En cuánto tiempo se amortiza la inversión? Depende de los subsidios e incentivos existentes. Pero para tener una idea, el sistema fotovoltaico más grande es “San Juan solar”, a través del cual se instalaron 1,2 megavatios. “El sistema se paga en ocho años y puede generar energía durante 25-30 años. Es una propuesta interesante”, indicó el Ing. Luis Vera, investigador del Grupo de Energías Renovables de la Universidad Nacional del Nordeste (Corrientes).

Argentina tiene la ventaja de poder explotar todos los tipos de energía. En el caso de las renovables, es necesario analizar las características de cada región. Por ejemplo, en el norte conviene la explotación solar, mientras que en el sur es mucho más eficiente la energía eólica, debido a los fuertes vientos. “No se puede plantear una solución única al problema energético, sino que se analiza en función de los recursos que tiene cada región”, explicó Vera.

¿Por qué es importante usar más energías renovables? Porque las otras -gas, carbón, nafta, gasoil- se están agotando, aunque nadie sabe cuándo sucederá. “Por eso, lo ideal es buscar otros recursos que sean renovables y continuos. Son renovables porque se renuevan por sí mismos y son sustentables porque podemos pensar que van a existir a largo plazo”, detalló Vera.

A partir del programa nacional de Generación de Energías Renovables (Genre) se licitaron 1.000 megavatios de potencia -cerca del 5 % de lo que se consume en el país- para que sean producidos por fuentes alternativas de energía. Ya se adjudicaron 894 megavatios, entre los que están incluidos las energías eólica y solar, la biomasa y pequeñas centrales hidroeléctricas.

Este programa significó un impulso en materia de energías renovables, aunque el investigador cuestione su eficacia actual. “Viendo la expectativa de crecimiento en función de la demanda, las que más crecen son la energía nuclear y las grandes centrales hidroeléctricas, que requieren inundar grandes zonas y modifican el ecosistema”.

En este sentido, remarcó la necesidad de contar con una regulación clara para incentivar las inversiones. “Si no hay regulación, las energías no van a crecer. Cualquier emprendimiento tiene que tener apoyo del Estado”, concluyó.

/// otra mirada

Dependencia energética y posibilidades locales

Ing. Jorge Caminos*

Santa Fe tiene la misma dependencia energética que todo el país, ya que somos altamente dependientes de las energías no renovables, principalmente del gas natural, de los derivados del petróleo (naftas, gasoil, gas licuado) y de la electricidad; y todas ellas son altamente contaminantes para el medio ambiente. Es fundamental comenzar a trabajar en el uso eficiente de la energía y en el uso de energías renovables.

Hoy, el uso de energías renovables en el país está tomando lentamente impulso: se inauguró en La Rioja el Parque eólico Arauco con 12 aerogeneradores de 2 megavatios de potencia cada uno; se inauguró en San Juan un parque solar que aportará 1,2 megavatios al sistema interconectado y se prevé que se instalen unos 895 megavatios, en el marco del Programa de Generación Eléctrica a partir de Fuentes Renovables.

La creación de la comisión de políticas energéticas locales es un paso muy importante. En “Cómo pensar una ciudad”, Jaime Lernen (ex intendente de Curitiba) decía que las ciudades son las responsables del 75 % de las emisiones de carbono, por lo que deben ser más sostenibles. Ello se logra con edificios verdes, el uso de energías más amigables con el medio ambiente, un uso más eficiente de la energía, el reciclado, etc.

Es sumamente importante que las distintas instituciones de nuestra ciudad que vienen trabajando en el tema -universidades, Conicet, EPE y el sector político- empiecen a pensar esta problemática y, entre todos, comenzar a generar políticas que serán para el beneficios de todos.

En Santa Fe, tenemos posibilidades importantes de usar energías renovables. La principal fuente es el sol, que lo podemos utilizar para generar energía eléctrica o agua caliente. Tenemos nuestros ríos y debemos ver cómo aprovechar su energía; tenemos la posibilidad de utilizar los biocombustibles. Pero no nos debemos olvidar que hay mucho para hacer en eficiencia energética. Hoy se cuenta con una Norma Iram 11900 “Etiqueta de eficiencia energética de calefacción para edificios”, que fija como objetivo la metodología para el cálculo del nivel de eficiencia energética de las envolventes de los edificios, que debemos empezar a aplicarla. Tenemos que definir nuevas formas de alumbrado público, en donde apliquemos toda la tecnología existente; y debemos capacitar a los usuarios en la importancia de ser responsable en el uso de la energía.

* Docente de la Universidad Tecnológica Nacional Regional Santa Fe.

Grupo de Estudios Sobre Energía.


 

Rosario sancionó una ordenanza clave

El Concejo Municipal de Rosario aprobó una ordenanza que exige que los nuevos edificios públicos que se realicen en la ciudad deben incorporar sistemas de calentamiento de agua por energía solar. El objetivo es reducir el consumo de combustibles fósiles.

En el proyecto original, el ámbito de aplicación contemplaba tanto a las edificaciones públicas como privadas. Sin embargo, la ordenanza sólo tiene efecto sobre las nuevas construcciones edilicias públicas.

“Una ordenanza de este tipo contribuye a que Rosario sea pionera en el camino hacia un futuro energético limpio y sustentable, convirtiéndose en una de las primeras ciudades en dar su aporte concreto a la lucha contra el calentamiento global”, afirmó Pablo Bertinat, coordinador del Área de Energía de Taller Ecologista.

 

 

El calefón solar de la familia Cejas

Después de 22 años de vivir sin gas natural y pagar una garrafa de 45 kg por mes, la familia Cejas optó por comprar un calefón solar. “Vimos el aviso en el diario y tenemos la referencia por unos amigos que hace 30 años tienen un calefón solar, con un resultado bárbaro”, comentó Pablo Cejas, que vive en barrio Las Delicias. “Además, nuestro hijo estuvo en España y nos contó que allá se usa mucho. Así que nos decidimos”, agregó su mujer, Clotilde.

La adquisición la realizaron hace tan sólo un mes, por lo cual todavía no tienen una noción exacta de cuánto ahorro les implicará el nuevo artefacto. Aunque el matrimonio está confiado en que en un año habrán amortizado la inversión de $ 3.800. “Nosotros pagamos $260 por mes el tubo de gas de 45 kg. Pero todos los meses aumenta, de a $10. En un año y pico, estaríamos pagando el valor del calefón”, detalló la mujer.

Pablo está conforme con el resultado: “A la mañana apagamos el termotanque y tenemos agua caliente durante todo el día. Recién a la noche volvemos a prender el termotanque, por las dudas”. De todas formas, explicó que el sistema está conectado de manera tal que el termotanque -pese a estar encendido- sólo se activa cuando ya no sale agua caliente del calefón solar. “Nosotros prendemos el termotanque a la noche, más que nada por precaución, pero en realidad mientras el calefón provee agua caliente, el termotanque no funciona”.

Su mujer acotó: “Hasta ahora nos está dando resultado. Apenas con un poco de sol, ya calienta el agua de toda la casa. Teníamos miedo los días de mucho frío que hicieron hace unas semanas, pero apenas salía el sol, ya calentaba”.

Consultados acerca de la toma de conciencia sobre las energías renovables, Clotilde sostuvo que también influyó en la decisión de comprar el equipo. “Pensamos que algún día, con todo lo que está pasando en la naturaleza, se va a terminar el gas, el agua, todo, si no los cuidamos”, concluyó.

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Apuesta sustentable. Clotilde y Pablo Cejas estiman que un año y medio recuperarían la inversión que realizaron en un calefón solar.

Foto: Mauricio Garín