Unión se la bancó en la A con la base de la B

Jugo de la piedra

Jugo de la piedra

¡Sí, mi capitán! Una “chilenita” inolvidable El “Pata” Avendaño, referente y capitán, está tocado por la varita para hacer goles importantes en la historia reciente de Unión. Lo hizo contra Merlo cuando arrancó la aventura del ascenso y repitió anoche en Primera. Hoy, los diarios nacionales comparan su gol con la “chilenita” de Francescoli. El griterío pareció mover el cemento en el 15 de Abril. Foto: Flavio Raina

Con apenas algunos retoques -Vera, Bologna, Erramuspe-, el equipo de Kudelka aprobó el debut en Primera con la receta del ascenso: orden, amor propio y personalidad.

 

Darío Pignata

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Célebre el “Bambino” Veira cuando inmortalizó para todos los tiempos la frase de “Pedí un 4 y me trajeron un pomelo”. Vale la ocurrencia para entender cómo fue concebido este Unión 2011-2012 que gastará la suela en la máxima categoría del fútbol argentino. Este proyecto se creó a imagen y semejanza de la responsabilidad de un entrenador que —para mi gusto— es de las personas y personajes más coherentes que aparecieron en el fútbol grande en los últimos tiempos. Y de la mano de dirigentes que entendieron —al fin, por el bien de Unión— que el descenso deportivo puede no depender de ellos, porque no juegan y no empujan para que la pelotita entre. Pero el descenso económico y la irresponsabilidad de armar proyectos faraónicos para que se paguen con plata blanqueada o que queden como pesada herencia para los que vengan, sí es responsabilidad de Spahn y compañía. Por eso no está mal que Unión arme la plantilla que pueda pagar del 1 al 5 de cada mes, sin esos sobresaltos del pasado.

De todos modos, aún con un presupuesto acotado, se notaba antes del partido una conformidad generalizada. En los dirigentes y en el cuerpo técnico, por cómo se había cerrado el trabajo de refuerzos en el mercado de invierno en AFA.

Se sabe, desde siempre, que la gente siempre espera “el nombre”. Pero está claro que las empresas —al menos en este juego llamado fútbol— ya no llegan al éxito con estrellas ni con grandes nombres apilados de manera virginal. Hoy el éxito, aún en los grandes campeones con jugadores que brillan, va de la mano con la humildad, la coherencia, el trabajo y el sentido de grupo con objetivos claros.

Unión prolongó anoche en los primeros tres puntos oficiales de la temporada las señales que denunciaron sus amistosos: orden táctico, sistema defensivo férreo, combatividad en todas las líneas y falta de profundidad en los metros finales. Convengamos algo: no está nada mal para empezar. Mucho más considerando que en la Argentina se verá la cara con muchos más equipos parecidos a Argentinos Juniors que a Vélez. Ya habrá tiempo de ver cómo es la milonga cuando se mida con los que sí pueden marcar diferencias en la teoría.

En el debe, más allá de la falta de agresividad en la zona de fuego, se puede apuntar lo mucho que le cabecearon —Bologna se lo sacó a Sabia, Salcedo se la alcanzó a las manos y Hurtado se lo comió abajo del arco— y la distracción del gol. Porque en el ascenso, ese tipo de pelotas comprometidas y perdidas se pueden pagar hasta en 24 cuotas. Pero en Primera se paga de contado: te equivocás y la vas a buscar adentro. Fue lo que pasó en el gol de Salcedo.

Lo mejor fue la convicción, desde el vamos, para no ser ni sentirse menos que el que estaba enfrente. Y también fue determinante la personalidad de un equipo que salió herido para empatar el partido y lo terminó empatando nomás. Con prepotencia de trabajo.

Unión tiene asegurados los cimientos, que no es poca cosa. Claro que para terminar la casa, entonces, falta mucho. Lo que está bueno es que los dirigentes y el entrenador no están apurados por tener ya mismo todas las habitaciones, vestidores, quincho y pileta. Lo próximo es levantar las paredes y para éso será fundamental afianzar la idea de juego con el paso del tiempo: a la hora de jugar, bien Velázquez e interesante Juan Pablo Pereyra. Y después, techar: para éso, puede que le falte un poco más arriba: el mismo Juan Pablo Pereyra y Jerónimo Barrales son alternativas más que interesantes.

La gente entendió claramente el mensaje del DT y los dirigentes. Le gusta al hincha decir “tenemos un equipo humilde pero guerrero y batallador”. Y eso baja en aliento. Y el aliento motiva. Entonces, abajo y arriba es lo mismo. O casi lo mismo. Si bien es otro torneo, Kudelka y el 90 por ciento de los jugadores tienen un plus de tolerancia que se ganaron con la gloria del ascenso.

El técnico está convencido que se le puede sacar jugo a la piedra. Hay que exprimir la fruta al máximo. Todos tienen en claro que no será la naranja mecánica, pero a lo mejor le sale más jugo del que se piensa porque daría la impresión —por el DT que está en el banco— que le sobra exprimidor.

Jugo de la piedra

La receta de Unión:  la estrella es el grupo. Todos los jugadores corren festejando detrás del capitán, Juan Pablo Avendaño, después de terminar su obra maestra del gol. Le pegó Rosales en el tiro libre, la levantó Sarmiento, hubo pelea de Quiroga en las alturas y Avendaño inventó la pirueta más festejada en los últimos tiempos. Se nota que hay un importante compromiso colectivo en Unión. Foto: Flavio Raina


 

/// SÍNTESIS

UNIÓN 1

ARGENTINOS 1

Unión: Enrique Bologna; Renzo Vera, Juan Pablo Avendaño, Rodrigo Erramuspe, Juan Pablo Cárdenas; Fausto Montero, Nicolás Bruna, Sebastián Vidal, Jorge Velázquez; Paulo Rosales y Matías Quiroga.

Director técnico: Frank Darío Kudelka.

Argentinos: Luis Ojeda; Gonzalo Prósperi, Juan Sabia, Miguel Angel Torrén, Jefferson Hurtado; Germán Basualdo, Pablo Hernández; Gustavo Oberman, Emilio Hernández; Juan Ramírez y Santiago Salcedo.

Director técnico: Pedro Troglio.

Goles: en el segundo tiempo, a los 3 m. Salcedo (A) y a los 7 m. Avendaño (U).

Cambios: en el segundo tiempo, en la reanudación del juego, Marcelo Sarmiento (U) por Vidal; a los 5, Gabriel Pérez Tarifa (A) por Salcedo; a los 15, Juan Pablo Pereyra (U) por Rosales; a los 23, Alejandro Pérez (U) por Montero; a los 35, Ciro Rius (A) por Ramírez; y, a los 41, Pablo Barzola (A) por Pablo Hernández.

Incidencia: en el primer tiempo, a los 32 minutos, fueron expulsados Vera (U) y Emilio Hernández (A).

Árbitro: Carlos Maglio.

Cancha: Unión.


 

BAJO LA LUPA

BOLOGNA (6):

sinónimo de seguridad y confianza. Le sacó una bocha complicada a Sabia, de cabeza y con pique previo contra el palo. En el complemento, se lo tapó a Ramírez. Bien de arriba.

RENZO VERA (4):

ya venía a los manotazos en las pelotas de ataque y lo habían advertido. De todos modos, más allá de que debe controlarse, pareció una jugada “para sancionar con amarilla doble”.

AVENDAÑO (7):

marcó, como el mismo “Pata” lo dijo, un gol que todo jugador sueña. El más lindo de su carrera y uno de los más lindos en los últimos tiempos en el 15 de Abril. Además, jugó bien.

ERRAMUSPE (6):

a pesar de la altura, es liviano por abajo y obviamente que muy sólido de arriba. Se lo bien siempre bien parado y se acomodó de stopper por derecha sin problemas.

CÁRDENAS (4):

casi marca un auto-gol antes de finalizar el primer tiempo y en el arranque del complemento complicó todo con ese mal cálculo que derivó en el gol de Argentinos.

MONTERO (4):

mostró muy poco, apenas un par de arranques con su sello y nada más en toda la noche. De los que venía, junto al “Changuito”, fue al que más le costó el cambio de categoría. Al menos anoche.

VIDAL (6):

estaba haciendo en Primera lo mismo que en la B: correr, meter, no dejar pensar. Pero una mala jugada lo dejó afuera directamente del partido.

BRUNA (6):

más allá del mal escalonamiento y la distracción en el gol del “Bicho”, se la bancó el pibito de la casa. Es el jugador-espejo de Vidal: mete, corre, pone.

VELÁZQUEZ (6):

no le costó casi nada el cambio de categoría, todo lo contrario, por más que ahora debe hacer todo en un solo movimiento. Otro aprobado el del zurdo.

ROSALES (5):

arrancó bien, empezó con muchas ganas y desequilibrando. Se fue apagando poco a poco hasta que al fin tuvo que ser reemplazado. La gente lo aplaudió.

QUIROGA (6):

otro que jugó en la A con la receta del ascenso: presión en la salida, ganas, no dar ninguna por perdida y pelearla siempre. Bien por el “Flaco”.

SARMIENTO (6):

se notó que es uno de esos “5” con panorama y claridad para jugar. Le puede faltar contención o velocidad comparados con los otros dos, pero es innegable que tiene oficio.

PÉREZ (-):

el recambio para un cansado Montero. ¿Se va a Boca?

PEREYRA (-):

mostró cosas interesantes: cuando arranca, su andar es distinto.