Reconocimiento al Dr. Gabriel Barbará
Reconocimiento al Dr. Gabriel Barbará
El potencial de la acupuntura, de la mano de la medicina

Experiencia personal. El Dr. Barbará se interesó en el método tras comprobar los beneficios en carne propia, cuando tenía 24 años.
Foto: Luis Cetraro.
Es clínico y neumonólogo y ha aliviado a muchos pacientes con este método oriental. Después de 30 años de trayectoria, la Universidad Católica de Córdoba lo convocó para dictar un seminario.
De la Redacción de El Litoral
La acupuntura es una práctica milenaria de la medicina oriental. En Santa Fe, el doctor Gabriel Barbará la utiliza como un complemento a los tratamientos clínicos para determinadas dolencias. Después de 30 años de experiencia, fue convocado por la Universidad Católica de Córdoba para dictar un seminario para estudiantes avanzados y graduados de medicina.
“Este hecho tiene una importancia fundamental. En medicina no se trata de creer o no creer, sino de hechos. Y yo puedo asegurar que mucha gente mejoró, se alivió y se curó con el método de la acupuntura cuando ha sido conducida clínicamente, con el diagnóstico que corresponde”, explicó el doctor, con su tonada mendocina.
La acupuntura consiste en la inserción de agujas en el cuerpo -sin producir ningún dolor-, en puntos donde las diferencias tensionales de electricidad son menores. Entonces el impulso se transmite desde la piel hasta el sistema nervioso central.
—¿Cómo es que un médico clínico y neumonólogo llega a practicar este método?
—Yo sufría cefaleas. Cuando tenía 24 años fui a Buenos Aires y me vio un neurocirujano que me dijo que había un método con agujas. Me hicieron unas aplicaciones y anduve perfecto. Entonces me interesé en el método -relató Barbará.
Complemento
Para el especialista, la acupuntura es un complemento a la medicina tradicional. “Primero hay que diagnosticar al paciente, ahí se denota el conocimiento clínico. La acupuntura puede servir en algunos casos, por ejemplo si hay cefalea, jaqueca, neuralgia del trigémino o síndrome reumático artrósico. Pero no sirve si se trata de un proceso infeccioso, hipertensión o un problema renal. No es magia que sirve para todo”, advirtió.
En los casos en que es posible practicarla, Barbará notó que “la mayoría de los pacientes encontró una eficacia y un alivio que no consiguió con otros métodos”. De todas formas, reconoció que a veces el enfermo no responde: “Entre la aplicación número siete y la ocho, la persona tiene que andar mejor. Si siente un 50 % de mejoría se sigue con el tratamiento. Pero si está igual, que no me vea más porque es una metodología rápida y eficaz en buenas manos”.
Finalmente, remarcó la importancia de que la Facultad de Medicina imparta un seminario sobre esta práctica. “Toda la vida defendí el uso de la acupuntura de la mano de la medicina; para mí, ha sido una metodología complementaria. La tragedia es cuando cae en manos de gente que no sabe medicina”.
///PERFIL
El Dr. Gabriel Barbará es mendocino, pero se radicó en Santa Fe en 1969. Fue jefe de Clínica y de Servicio del Hospital Iturraspe, y jefe de Residentes en el Cullen. Es docente honorario de médicos residentes. Estudió medicina en Córdoba y se formó como acupuntor en Barcelona y Buenos Aires.
Yo puedo asegurar que mucha gente mejoró, se alivió y se curó con el método de la acupuntura cuando ha sido conducida clínicamente, con el diagnóstico que corresponde”.
Gabriel Barbará
Médico