DESDE EL VIERNES 9

“Blanca llanura” en el MAC

Emiliano Quintana y Daniela Rodi inauguran una muestra de pinturas, dibujos, textiles y objetos en el Museo de Arte Contemporáneo de la UNL.

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Obras de Daniela Rodi. Fotos: GENTILEZA MAC

De La Redacción De El Litoral

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El viernes 9 a las 20.30 en la sede del MAC, Bv. Gálvez 1578, quedará inaugurada la muestra “Blanca llanura”, de los artistas Emiliano Quintana y Daniela Rodi. La misma se podrá visitar hasta el 2 de octubre, de martes a viernes de 9 a 13 y de 16 a 20, sábados y domingos de 17 a 20, con acceso libre y gratuito.

“Las salas del museo albergan a personajes urbanos, ciudades desplegadas mezcladas con barcos o vehículos que desbordan sus límites de apropiación espacial regular para insertarse (como desparramados después de una tormenta) en los lugares menos previstos para su actuación”, sostuvo la curadora de la muestra y directora del museo, Lic. Stella Arber.

“Así, en esa desintegración sustitutiva, Emiliano Quintana provoca imágenes en paralelo, con visibles invasiones de unas cosas con otras, acomodando a su antojo, exhibiendo coordenadas temporo-espaciales únicas. A veces son ásperas visiones de una urbanidad crítica, de un caos escénico al descubierto, otras presentan un ordenamiento singular en calma, en una convivencia sin tensiones.

“Se producen construcciones dentro del derrumbe, donde permanecen partes de edificaciones se plantan otras que dan lugar a una geografía constructiva diferente y arbitraria. Los calados ofician de transparencias, en un paso claro del formato del cuadro a la libertad de la superposición, dejando marcas a modo de estampas callejeras en el terreno visual. Aparece un personaje neutralmente blanco, que pareciera se puede repetir en la urbe, como huella de una presencia constante.

“Dueño de una particular manera de encauzar el dibujo, sorprende con su ejecución, presta atención como si estuviera armando un puzzle de un universo representativo de objetos múltiples, a la vez que desarrolla una ambigüedad ilusoria en la disociación provocada. Brinda de este modo nuevas apariencias, y una relatividad autorreferencial manifiesta.

“Emiliano Quintana está mostrando una etapa de transición desde sus ‘Guardianes’ a estas nebulosas construcciones. Hay en estas obras una especie de ilusionismo pictórico-dibujístico que propone ‘trampas’ a las referencias y nos pone al límite de una reconstrucción lúdica”.

RITUAL

Por su parte, respecto de Daniela Rodi, Arber sostuvo que “trae a nuestras salas el dibujo textil como un desafío en apariencia sencillo para ella, pero no es así, ya que se nota de inmediato que a la vez aparecen la pulsión creativa tanto como la constructiva, y esa yuxtaposición es producto de su individualidad, es decir de su original y compleja manera de dibujar con hilos y telas”.

“La percepción de lo sensorial acude de inmediato ante sus obras y lo que aparece como ornamental en otro contexto, aquí asume una peculiar existencia en tanto posibilidades múltiples que le da su autora, desde tramar las composiciones hasta el armado del collage aplicado a la tela de base.

“Daniela Rodi produce imágenes resueltas con particulares referencias donde se da una inmanencia semántica modificada y superpuesta, en una especie de proyección de concepto, material, proceso y relato visual, que se funden circularmente sin privilegiar ninguna instancia del recorrido.

“Una serie de ramas con capullos y brotes en agonía se avizora como tema permanente, y se asoma así la metáfora del final de todo ser vivo; con la muerte del fruto la artista nos enfrenta a lo ineludible. Aunque algunos tengan retoños y sus bulbos se reproduzcan en un intento de renacer, un instante de resurrección posible, como aferrando a la vida aquello que inevitablemente morirá.

“En este relato del final de la vida de un jardín, Rodi recrea sus propios procesos internos y su relación con el doloroso espirar de la muerte, que canaliza a través de la utilización de materiales que le son conocidos desde su infancia y que siempre manipuló y manejó a su antojo, ésta no es la excepción ya que les ha dado y ha logrado un redescubrimiento en ellas, hasta ofrecer desde allí un lenguaje visual certero por el placer que le producen las telas.

“Hay algo de ritual manifiesto en estas obras, donde la imaginación lucha con sus propios límites, confronta y se libera y descubre en lo profano”.

Finalmente, la directora del museo opinó que ambos artistas “proponen un léxico no establecido, revelan un entrecruzamiento de lenguajes y nos muestran sus obras del presente. Develar los códigos, determinar las asociaciones y organizar las complejidades depende ahora de nosotros”.

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“Dibujos en la niebla”, de Emiliano Quintana. Fotos: GENTILEZA MAC

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Obra de Emiliano Quintana.