Tribuna política

Cuentas en rojo a pesar del récord de recaudación

Silvina Frana (*)

La Provincia de Santa Fe exhibe a fines de septiembre un déficit cercano a los mil millones de pesos, sin una justificación que se compadezca con el mayor bienestar de sus ciudadanos, considerando la escasa participación del Ministerio de la Producción en el total del gasto del Estado Provincial o que las únicas políticas en el Ministerio de Desarrollo Social son las direccionadas por el Gobierno Nacional, pero sí con un incremento desmesurado de los gastos del Estado, que nunca fueron debidamente explicados.

Con cifras en la mano, uno puede concluir que este déficit no tuvo que ver con más obra pública o inversión para el sector productivo -por ejemplo, en el caso de los acueductos sólo se ejecutaron los que estaban financiados por el Gobierno Nacional-, sino que fue a sostener un Estado que creció en estructuras paralelas y en gastos políticos.

Si tomamos la información existente en la pagina web de la provincia a agosto del 2011 y la comparamos con el mismo mes del año 2007 podemos establecer los siguientes puntos:

Los recursos corrientes acumulados a agosto de 2007 eran de $ 6.091.2 millones, mientras que los acumulados a idéntico mes del 2011 arroja la cifra de $ 17.342,1 millones, o sea un crecimiento del 184,7%.

Las erogaciones corrientes acumuladas a agosto de 2007 eran de $ 5.221,9 millones, mientras que las acumuladas a idéntico mes del 2011 arroja la cifra de $ 17.479,2 millones, o sea un crecimiento del 234,7%.

La tasa de crecimiento de los recursos totales es 12 puntos inferior a la de los gastos totales, es decir, que los primeros crecen al 35,2% mientras que los segundos lo hacen al 47,0%. Esta situación claramente es insostenible, pero difícil de revertir antes de fin de año. De lo expuesto podemos concluir, que de continuar este ritmo de crecimiento del gasto por encima de los recursos es inevitable que el déficit para el corriente año supere la cifra de $1.500 millones.

Mientras que los recursos vienen mostrando un crecimiento relativamente estable, los gastos han comenzado a desacelerarse desde el mes de marzo, pasando de crecer al 55% interanual al 47% actual. Sin embargo, la razón de ello es que la obra pública se ha frenado.

Este hecho se aprecia al observar que la obra pública venía creciendo hasta mayo a una tasa del 79% interanual, mientras que a partir de allí empieza a descender hasta registrar un alza interanual en agosto del 54%.

De esta forma, para que el año cierre con el déficit estimado de $ 1.500 millones es necesario no sólo que los ingresos sostengan el sendero de crecimiento actual, al igual que el gasto corriente, sino que la obra pública continúe desacelerándose, proyectándose un gasto en capital de $ 2.200 millones, frente a un monto invertido en 2010 de $ 1.730 millones. Es decir, un crecimiento inferior al 30%. Cualquier cifra superior impulsará aún más el déficit y el endeudamiento del Estado Provincial.

El responsable de la cartera económica de la provincia ha dejado entrever, en declaraciones periodísticas, que la responsabilidad de esta situación esta en las remuneraciones de los trabajadores estatales en todas sus categorías y modalidades, sean docentes, enfermeros, porteros, celadores, administrativos, etc., pero lo que no dice el Ministro es el crecimiento desproporcionado de las estructuras políticas (funcionarios, asesores, etc.) y el correspondiente gasto que las mismas generan.

Lo que no dice el ministro Sciara, es que mientras los gastos de consumo acumulados a agosto del 2007 era de $ 620,4 millones, el acumulado a agosto del corriente año alcanza la cifra de $ 2.285,6 millones, o sea un crecimiento del 268,4%, o lo que es lo mismo, ha crecido en $ 1.665 millones el gasto burocrático del Estado Provincial.

Es llamativo que al mismo momento en que el señor Ministro de Economía reconoce la existencia del déficit de casi $ 1.000 millones, el señor Gobernador haya firmado el Decreto Nº 1835 donde se otorga un aumento a los gastos de manutención de los funcionarios, pero lo más llamativo es que el mismo se pagará en forma retroactiva al mes de julio. Más llamativo aún es la firma del Decreto Nº 1.869, a través del cual se le otorga a la Subsecretaria de Planificación Publicitaria (publicidad y propaganda del Estado Provincial) la suma de $ 20 millones en concepto de “refuerzo” de recursos que originariamente fueron destinados al Ministerio de Educación.

Es una constante de este gobierno provincial financiar el incremento del gasto corriente con la subejecución de la obra pública. A las obras que se hicieron o se están ejecutando de ninguna manera las cuestionamos, pero se circunscriben en mayor dimensión a proyectos de baja inversión y fuerte impacto mediático. En contraposición, la Obra Pública que genera infraestructura para la producción creciente, cuyo efecto inmediato es la generación de empleo, la mejora de la calidad de vida con incidencia directa en la salud (por ejemplo grandes acueductos suspendidos) y el impulso de la economía, no fue protagonista; sólo fueron fotos digitales en una página web.

Desde la asunción de Binner como gobernador, las obras públicas cerraron los años fiscales con una subejecución de las obras proyectadas en torno al 50 por ciento. Desde el 2008, cuando se presupuestaron 1.100 millones de pesos, se terminaron ejecutando 640 millones; en 2009 estaban previsto 1.217 millones y se ejecutaron 480 millones; en 2010 se estimaron 1.655 millones y se ejecutaron 627 millones y este año se elaboró el presupuesto con unos 3.000 millones y sólo se llevan ejecutados 1.300 millones de pesos.

En este sentido, al cierre del ejercicio 2011 el rojo fiscal, de mantenerse esta situación, alcanzará los 1.500 millones de pesos. Desde el gobierno no especifican los motivos del déficit pese a los numerosos pedidos de informes presentados, de los que nunca tuvimos respuestas oportunas y debidamente explicitadas.

Esta gestión debe explicar en qué se gastó para que se genere este rojo fiscal, y sría bueno que Binner antes de irse realice una auditoría de la situación de las cuentas públicas al dejar su cargo, recordando que cuando asumió examinó los números dejados por su antecesor Jorge Obeid, los cuales arrojaron un superávit de 1.600 millones de pesos y un sinnúmero de obras en marcha, justo la misma cifra con la que estimo, cerrará en rojo la actual administración.

(*) Diputada provincial