el reparto a discreción

Un santacruceño recibe 50 veces más subsidios que un santafesino

El gobierno nacional anunció que analizará la eliminación de las millonarias transferencias que el Estado hace para abaratar servicios o producción. Un análisis privado en base a datos oficiales revela la inequidad en los criterios de distribución desde la cartera de Julio De Vido.

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De Vido eligió dónde y cuánto poner; ahora deberá decidir cuánto, aquién y cuándo recortar. foto: archivo el litoral

 

De la redacción de El Litoral

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El boleto de colectivo cuesta en Santa Fe $ 2,75 y en Capital Federal $ 1,10, aún cuando el área metropolitana nacional tiene los sectores sociales más ricos del país. Igual pasa con la factura de la luz: suele ser un promedio de 3 a 1 más cara en Santa Fe que en la ciudad autónoma e Buenos Aires.

En el mismo país, los servicios públicos a los ciudadanos cuestan muy distinto por el efecto de los subsidios que el gobierno nacional aplica a discreción y que en su mayoría van a transporte y energía.

Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) revela que las transferencias realizadas en cada provincia por el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, ubica a Santa Fe con los menores aportes (per cápita) a nivel nacional, muy lejos de los recursos que distribuye en la zona más rica del país o en provincias como Santa Cruz.

La cartera a cargo de Julio De Vido tiene bajo su responsabilidad la administración de gran parte de los subsidios, especialmente del rubro energía y transporte.

“Los habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encuentran entre los más favorecidos del país, habiendo recibido unos $2.138 cada uno en el año 2010. Por su parte, la provincia de Buenos Aires se ubicaría en el segundo puesto, recibiendo unos $1.486 por habitante, apenas por encima de lo que recibió un santacruceño en concepto de subsidios, $1.477.

“Por el contrario, Santa Fe, Corrientes y Córdoba son las provincias que menores transferencias per cápita reciben por año de este organismo, $40, $51 y $56, respectivamente. De este modo, la relación entre las jurisdicciones que más y que menos subsidios reciben es de 53 veces”.

Los aumentos por venir

La discriminación negativa para Santa Fe en la distribución de subsidios explica buena parte de los mayores costos en los servicios públicos santafesinos. La buena noticia es que si los subsidios se eliminan, los aumentos serán más significativos en Capital y el Gran Buenos Aires que en Santa Fe.

El informe del Iaraf lleva las firmas de Nadin Argañaraz, Ariel Barraud, Sofía Devalle y María Pía Brugiafreddo. Los especialistas señalan en el documento que “el esquema de subsidios otorgado fundamentalmente a las empresas de servicios públicos ha contribuido a un importante aumento en el consumo de los mismos. A su vez, este menor precio, sostenido de una manera artificial, habitualmente desalienta la inversión en una nueva infraestructura que permita en un futuro obtener una mayor producción de estos bienes y servicios”.

“En consecuencia -dicen- la eliminación de los subsidios impactará de un modo u otro en un ‘reacomodamiento’ de los precios relativos actuales, afectando el poder adquisitivo de las familias. Es por ello que para evitar que el sinceramiento de precios (es decir la presencia de precios más cercanos al costo de producción) tenga un impacto micro-importante, es esencial una gradualidad en la eliminación de los subsidios”.

29.093

millones de pesos

se transfirieron a empresas privadas en 2010, con un crecimiento de 830 %.

18.784

millones de pesos

se transfirieron a empresas públicas en 2010, 1.391 % más desde 2006.

$ 80 mil Millones

Según detalla el Iaraf en base a datos oficiales, “las transferencias corrientes a empresas privadas y a empresas públicas, fondos fiduciarios y otros entes, que son las que se conocen comúnmente como los subsidios para financiar la oferta de bienes y servicios, totalizaron en 2010 unos $ 47.876 millones. En función del ritmo de crecimiento que vienen evidenciando estas partidas durante el 2011, se estima que podrían llegar a ubicarse entre $ 70.000 y $ 80.000 millones hacia fines de año”.

Transferencias Minist Planificac.pdf

/// análisis

Inflación

Ignacio Hintermeister

El gobierno nacional terminaría este año con unos $ 14 mil millones de déficit. Dicho en términos de barrio, la plata no le alcanzará para pagar los gastos y la deuda pública, a pesar de los esfuerzos compulsivos de los jubilados para prestarle dinero a la Casa Rosada a través de la Anses, o de los aportes del Banco Central, que financian buena parte de lo que le falta al monedero oficial.

Hay una lógica de promoción social y productiva en los subsidios; también hay sesgos populistas si la plata no se distribuye con equidad, si se gasta lo que no se tiene o si la situación se reconoce sólo después de las elecciones.

Ahora el problema de los subtes será de Macri. Son 700 millones menos en subsidios por año que la Nación le dará a los capitalinos; puede el jefe de gobierno fijarse en lo que paga un santafesino -o un cordobés- el boleto de colectivo, para advertir que no se le quita un derecho, sino que se le resta un privilegio.

Pero ése es apenas un dato de la “microeconomía” porteña. Lo importante es cómo impactará la eliminación de subsidios en transporte y energía, no sólo en términos sociales sino en el productivo.

Si la industria y el comercio transfieren sus mayores costos al sistema de precios, el problema de la inflación promete renovar su desafío a una administración que, en esta materia, se ocupa menos de lo que se jacta.

Más a las empresas y menos para la inversión social

Sugiere el análisis que “para ver la dimensión que han adquirido los subsidios, se analiza la composición del esquema de transferencias corrientes totales (sin coparticipación) que realiza la Administración Nacional”.

En ese marco, detalla que “las transferencias realizadas a los sectores productivos (tanto a Empresas Privadas como a Empresas Públicas), han evidenciado un importante aumento de participación en los últimos cuatro años, pasando de representar en conjunto un 17% en 2006, a llevarse en 2010 el 46% del total de transferencias corrientes de la Administración Nacional”.

En el plano social, en cambio, esas mismas erogaciones crecen menos o incluso disminuyen en términos relativos. “Las Asignaciones Familiares también registraron un ligero incremento de participación, pasando de representar un 14% en 2006 a un 17% en 2010. Por el contrario, las transferencias al Instituto Nacional de Servicios Sociales a Jubilados y Pensionados (21 al 12 %) o Universidades (16 al 12 %), han recibido menos en todos los casos y en el mismo período. También bajaron las transferencias a Provincias y Municipios (21 al 12 %)”.