Darío Kudelka fue contundente en el vestuario...

“Ni corrimos ni pensamos”

El técnico tatengue dijo que “a lo mejor se pensó que al partido lo ganábamos caminando... Y los partidos no se ganan caminando”.

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Los gritos del entrenador, con un “look” diferente al del Apertura pero sin encontrar las mismas respuestas. Le dolió la eliminación por la forma en que se jugó. Foto: Matías Nápoli

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Darío Kudelka se destaca por ser un tipo centrado, reflexivo. La única vez que debió ser fuertemente autocrítico, lo hizo para sí mismo. Se dio luego del 0-4 ante Boca en la Bombonera, cuando admitió que se equivocó y que aquél desgraciado hecho de las amenazas contra su domicilio y su familia, le provocó una amargura que lo sacó de eje. No echó culpas ni críticas contra los jugadores, sino contra él mismo. Ayer no fue tan así.

“Si en lo actitudinal y hasta en lo gestual no se está a la altura de las circunstancias, la cosa se complica. Jugábamos, a priori, con un equipo de menor envergadura, algo que jamás quedó demostrado en la cancha. Todo lo que hicimos después del gol no estuvo acompañado por el pensamiento y la acción. Hoy no corrimos ni pensamos y por eso me voy enojado y preocupado. Cuando no se está bien con la actitud, nada sirve”, fueron los primeros y contundentes mensajes de un entrenador realmente duro a la hora de declarar.

“A lo mejor, pensamos que al partido lo ganábamos caminando, y hoy en día los partidos no se ganan caminando, ningún partido se gana así”, continuó Kudelka, quien en un par de ocasiones señaló que él, al partido, lo tomó muy en serio. Y razones le asisten: no sólo que fue el encargado de dirigir al equipo, sino que tomó la decisión que sus tres ayudantes principales (Raúl Armando, Mauro Cerutti y Gustavo Nepote), lo acompañen.

“Yo sabía que no había muchas posibilidades de que el equipo funcione como el que juega en el torneo Apertura, porque el grado de entrenabilidad es menor, Lo tomé como un banco de pruebas importante para muchos. Se lo dije antes del partido, que para los entrenadores no hay mejor cosa que un partido oficial para sacar conclusiones. Y el de hoy lo era... Es lo que tengo”, señaló el técnico, quien abundó en detalles sobre esto último: “No me preocupa tanto la derrota como el hecho en general de tener recambio, de saber que si se me lesiona un jugador tengo otro ya preparado y listo para jugar. Eso es lo que vine a buscar acá. Obvio que no me gusta perder y que al partido lo quise ganar siempre, pero el objetivo era también el otro. Y me preocupa tanto como haber perdido”.

Luego de ratificar que “al partido no lo corrimos ni lo pensamos”, dijo que “al margen de que reconozco que el equipo no está preparado como el otro, el de todos los fines de semana, yo esperaba otra cosa. Y eso que esperaba no tiene que ver con el funcionamiento en sí, sino con la manera de enfrentar mentalmente el partido, de hacer lo imposible por mostrarse y de aprovechar la oportunidad que tuvieron”, concluyó.

Luego, la mayoría de los jugadores admitió lo mal que se jugó y no buscaron excusas. El Flaco Pereyra, por ejemplo, puso especial énfasis en el resultado: “A este partido lo debimos ganar, sea como sea. Cuando marqué el gol, pensé que todo se encaminaba para que así sucediera, pero nos fuimos quedando inadmisiblemente, jugamos mal y perdimos. Lo que más me molesta es esto último. Es un partido que no debimos haber perdido nunca”, concluyó.

Hoy a la mañana, el técnico ya estaba con sus titulares en el Sindicato de Televisión, armando equipo y estrategia para el lunes. “En el torneo estamos bien, por eso no me preocupo”, dijo Kudelka en un momento de su alocución. Pero se fue enojado de Lanús.


BAJO LA LUPA

LIMIA (5).- Nada que hacer en el primer gol, aunque el segundo dio la impresión de ser más “atajable”.

PÉREZ (4).- Desconocido en todo. Con la pelota en los pies se equivocó exageradamente y ni siquiera mejoró cuando en el segundo tiempo fue a jugar de volante. Salió reemplazado.

BARISONE (5).- Justo en el momento que estaba afuera, por la lesión que después lo marginó, llegó el segundo gol de Chacarita. Hasta ese momento, parejo en ganadas y perdidas.

VERA (4).- Fue su peor partido desde la vuelta a Unión. En Primera venía bien, más allá de los sistemas y las posiciones. Pero ayer, mal.

ZURBRIGGEN (4).- El perfil no lo favorece, aunque en muchos entrenamientos jugó en ese sector. Al igual que el resto, en un bajo nivel.

MONTERO (4).- Nada que ver con el que descolló en el ascenso y con el que la “rompió” en el clásico. No hizo prevalecer su profundidad en ningún momento.

MÍGUEZ (5).- Desde la óptica de El Litoral, el único jugador relativamente rescatable de una opaca producción general. Se paró de volante central, recuperó e hizo circular la pelota.

QUINTEROS (4).- Tiene jerarquía internacional y es lo que le está costando muchísimo demostrar en Unión. Además, juega con un ritmo inferior al habitual.

SOTO TORRES (4).- Flojísimo. Arrancó con ganas y luego se fue desdibujando. Al principio se quedó muy encajonado por izquierda, luego se soltó y se movió por todo el frente de ataque, pero sin mejorar.

PEREYRA (5).- Hizo un golazo y estuvo a punto de marcar otro que habría sido mejor. Participó en las mejores jugadas de ataque, pero sin descollar.

QUIROGA (4).- Muy mal. Ausente del partido, sin hacer gravitar su presencia ofensiva y su habitual despliegue. Fue amonestado por un foul que hizo cerca del área de Unión (¿?) y en una jugada le tiró un centro a Soto Torres (el reino del revés).

JOAQUÍN CABRERA (5).- Fue el debut, le costó unos minutos adaptarse y luego trató de resistir en un funcionamiento de equipo que se fue cayendo.

MORENO (4).- Se paró en su lugar, como volante por izquierda, pero no gravitó. Ni siquiera eso permitió que el equipo levante en el final con la libertad que tuvo Soto Torres.

MAGNÍN.- Es cierto algo: la pelota le llegó muy poco. Tuvo una, en un centro abajo que no alcanzó a conectar. Pero poco y nada para rescatar.