En la provincia

En 40 años, los casamientos se redujeron a la mitad

Los conglomerados urbanos más grandes -como Santa Fe y Rosario- presentan los mayores índices de uniones informales y soltería. Geógrafos de la UNL analizaron las tendencias y patrones de los santafesinos en torno a la nupcialidad.

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Las uniones únicas tienden a ser predominantes en las localidades más pequeñas, señala el estudio. Foto: Archivo El Litoral

(C) Priscila Fernández - Comunicación científica UNL

Cada vez son menos las parejas que se casan, así lo muestran los datos de las últimas cuatro décadas en la provincia de Santa Fe. En 1970, se celebraban 7,38 matrimonios por cada 1.000 habitantes, para 1988 el valor había descendido a 5,16 y en 2009 apenas si alcanzaba 3,60. Es decir que en 40 años, las uniones matrimoniales en la provincia se redujeron a la mitad. De acuerdo con un análisis realizado por un equipo de geógrafos de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), la tasa de nupcialidad en la provincia presenta una suave pero sostenida tendencia descendente.

A lo largo del territorio santafesino, el fenómeno no se da de manera homogénea ya que hay departamentos con tasas superiores a otros. “El área conocida como la costa santafesina, históricamente tuvo tasas inferiores y podemos pensar que eso se relaciona con patrones locales donde la forma cultural del matrimonio no tiene, en determinados grupos de población, una importancia tan notable como en otros departamentos de la provincia, sobre todo aquellos ligados más fuertemente a la colonización agraria”, analizó Javier Gómez, docente e investigador de la Facultad de Humanidades y Ciencias (FHUC) de la UNL.

De acuerdo al tamaño

Los investigadores María Luisa Milanesio, Javier Gómez y Mercedes Cardoso también se ocuparon de evaluar si las tendencias en torno al tipo de uniones, la reincidencia y soltería están vinculadas con el tamaño de las localidades. Para ello tomaron en cuenta los 362 gobiernos municipales y comunales de Santa Fe; a partir de datos censales (Indec) correspondientes al año 2001 los clasificaron en cinco cohortes, de acuerdo al tamaño demográfico.

“Pudimos ver que las uniones únicas bajo las distintas formas: matrimonio, en unión consensual- tienden a ser predominantes en las localidades más pequeñas. Los mayores porcentajes están en el área norte y luego en las localidades más pequeñas y en aquellas poblaciones eminentemente rurales”, detalló el miembro del Departamento de Geografía de la FHUC.

Según el trabajo, un 46,1 % de la población de 14 años o más de las localidades más pequeñas se encuentra en unión única, mientras que esa proporción sólo alcanza el 39, 7 % en las más grandes.

La reincidencia, el volver a intentarlo, presenta una gran homogeneidad entre las tres regiones pero parece más notoria en los centros urbanos de mayor tamaño. En el Gran Santa Fe y el Gran Rosario, la reincidencia afecta al 8,9% en tanto que, en el otro extremo, en los más chicos apenas suma el 7,7%.

Otro dato relevante corresponde a que 46,4% de la población de más de 14 años de las grandes ciudades vive sin pareja, lo que representa cinco puntos porcentuales por encima de lo que ocurre en las localidades más pequeñas donde la cifra es de 41,3%.

¿Modernidad o tradición?

Según los especialistas, las tendencias manifiestas estarían inscriptas en procesos demográficos de larga duración, para los cuales los demógrafos, geógrafos y otros científicos utilizan modelos para analizar y explicar la realidad.

“Los cambios en la sociedad postmoderna se reflejan en nuevos comportamientos demográficos. El fenómeno de la llamada, por algunos autores, segunda transición demográfica se caracteriza por una visión más individualista de la sociedad que propicia nuevas pautas de comportamiento que tienen que ver con un mayor individualismo, una nueva concepción de la conyugalidad, una tendencia a la desinstitucionalización del matrimonio, la mayor aceptación de los hijos extramatrimoniales y de otras formas de convivencia a diferencia del matrimonio y de la legalidad”, ilustró Gómez.

En el caso de la realidad santafesina, si bien algunos de estos rasgos ya se evidencian, como es el aumento de la consensualidad y la soltería en los grandes centros urbanos, “no necesariamente en todos los casos de la bota esa tendencia responde a la posmodernidad, sino también a la idiosincrasia y realidad local de las diversas regiones de la provincia”, destacó Gómez.

“Hay que tomar en cuenta los factores locales. Nosotros como geógrafos lo que tratamos de ver son patrones espaciales y contrastes en el territorio”, concluyó.


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Datos de nupcialidad en la provincia de Santa Fe y su distribución geográfica. Foto: Gentileza CC-UNL