Un mamífero contemporáneo de dinosaurios
Importante hallazgo paleontológico
En La Buitrera, a 30 km del pueblo Cerro Policía (Río Negro), Sebastián Apesteguía, Leandro Gaetano y Guillermo Rougier encontraron el cráneo de Cronopio, mamífero del Cretácico tardío de Sudamérica. El descubrimiento se publicó en la revista Nature.
(C) Cebbad/Conicet Universidad Maimónides Conicet Buenos Aires Conicet Santa Fe - El Litoral
La Buitrera permite estudiar cómo eran los animales medianos y pequeños hace más de 93 millones de años. Se podría decir que es la localidad “de los fósiles” por excelencia, que ya ha dado otras maravillas a la ciencia tales como una serpiente con patas y un dinosaurio pariente de los velocirraptores, a los que se llamó buitreraptores por el lugar donde se hallaron. Pero la novedad fue descubrir restos de mamíferos más completos que permitieron reconocer la anatomía de este tipo de animales. “En la época de los dinosaurios ningún mamífero superó el tamaño de una laucha, y podían hacer lo que quisieran pero bajo tierra o de noche, pero no a la vista de los dinosaurios. Eso habla del poder selectivo que tenían estos últimos”, explica el Dr. S. Apesteguía, investigador del Conicet en el Centro de Estudios Biomédicos, Biotecnológicos, Ambiente y Diagnóstico (Cebbad) de la Universidad Maimónides (Buenos Aires). Diferentes linajes de mamíferos prosperaron en distintos continentes, entre ellos los driolestoideos (el nombre proviene de un género de Norteamérica llamado Dryolestes).
Un fósil, un milagro
“La fosilización en sí es un milagro. De cada 30 millones de animales, uno tiene posibilidades de fosilizarse. Entonces, tal proceso puede considerarse como algo muy especial, y en algunos lugares, de acuerdo a la fuerza del río o la posibilidad de ocultamiento rápido, se preservan más animales”, advierte Apesteguía. En La Buitrera solo se preservaron animales pequeños y medianos, algo que los paleontólogos consideran difícil de encontrar. En Sudamérica se conocen mamíferos del Cretácico Inferior, pero Cronopio es el primero del Cretácico Superior, y de ahí la importancia del hallazgo. Para L. Gaetano, becario del Conicet y co-autor del trabajo, este taxón es una nueva especie que nos permite ver una diversidad de los driolestoideos más antigua que la conocida hasta ahora. “Los que conocíamos provienen de dientes aislados que, si bien proveen información, nunca es como la que puede brindar un cráneo completo. Al analizarlo vimos que conservaba partes del oído y de la circulación craneana, que recuerda a los mamíferos más primitivos”, detalla. “Encontrar un cráneo completo”, continúa, “nos permite darnos cuenta de la posición relativa de los dientes hallados aislados”. Lo que también llamó la atención es el hocico angosto y los caninos enormes.
Cómo evolucionó Cronopio
La evolución hace que se diferencien nuevas especies cuando surgen barreras continentales. Si se hace un estudio comparativo de este animal con otros, se puede concluir que se relaciona más con formas sudamericanas que con las de otros lugares. El hecho de encontrar distintos taxones, parientes cercanos a Cronopio, restringidos a Sudamérica, habla de una evolución independiente, si bien en algún momento estuvieron juntas todas las masas continentales y se hallaba un ancestro en común de todos los driolestoideos.
* Por Isabel Cittadini -Prensa y Comunicación Institucional/Conicet Bs. As.-. Adaptó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/Conicet Santa Fe).




