Te disfruto

Existe un té para cada momento del día y para cada necesidad. Y hoy en día el mercado ofrece innumerables blends a base de frutos, árboles e incluso flores.

Te disfruto

Llegaron los días fríos a la ciudad y, con ellos, las ganas de disfrutar de una bebida caliente acompañada por algunas exquisiteces. Las opciones que brinda el momento del té son infinitas. Aquí te contamos algunas de ellas.

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En épocas en las que el precio de la yerba aumenta sin razón, y la temperatura disminuye abruptamente, el mercado nos propone una opción que no sólo es económica, sino que además inunda con su delicioso aroma nuestros hogares.

El té es mucho más que agua y hojas, es una invitación a tomarnos el tiempo de formar parte de un ritual que comenzó hace miles de años.

Se dice que el té es la bebida más antigua del mundo hecha por el hombre. Si bien no se conoce con exactitud su origen, existen varias leyendas todas igualmente fascinantes- que lo ubican en Oriente hace más de 5.000 años.

Según la leyenda china, el Emperador Chen-Nung fue quien descubrió el té accidentalmente cuando estaba hirviendo agua a la sombra de un árbol silvestre cuyas hojas, que se mecían dulcemente con la brisa, cayeron en su olla. El emperador bebió la infusión resultante y se sintió inundado de una sensación de bienestar.

Los indios, en cambio, atribuyen el descubrimiento al Príncipe Bodhi-Dharma, quien había abandonado la India para ir al Norte a predicar el budismo. Prometió no dormir durante su meditación de siete años. Al final del quinto año, cuando estaba cediendo a la somnolencia, mascó algunas hojas de un árbol no identificado. Resultó ser un árbol del té y sus extraordinarias propiedades le permitieron cumplir su promesa.

La leyenda japonesa es un poco diferente de la india: al final de tres años de meditación, el Príncipe Bodhi-Dharma cayó dormido y soñó con todas las mujeres a las que había amado. Al despertar, se enfureció tanto con su propia debilidad que se arrancó los párpados y los enterró. Volvió al mismo lugar algún tiempo después para encontrar que sus párpados habían enraizado y habían crecido hasta convertirse en algún arbusto desconocido. Mascó algunas hojas y descubrió que tenían la propiedad de mantener sus ojos abiertos. Contó la historia a sus seguidores, que recogieron las semillas y así comenzó el cultivo del té.

TIPOS DE TÉ

Existe un té para cada momento del día y para cada necesidad. Y hoy en día el mercado ofrece innumerables blends a base de frutos, árboles e incluso flores.

En el mundo existen más de 300 variedades de té, pero las más conocidas son: té rojo, verde, negro y blanco. Cada una de ellas posee sus particulares cualidades.

Elegir la que te resulte más sabrosa, o más beneficiosa, forma parte del exquisito ritual de beber una taza de té.

- El té rojo: es una de las bebidas más alabadas debido a sus múltiples propiedades, que provienen del proceso de doble fermentación que se le da durante el paso del tiempo. Esta variedad ayuda a perder peso, reduce el colesterol malo en sangre y colabora con la digestión. Según especialistas, para que sus efectos sean efectivos deben consumirse al menos tres tazas diarias. Puede sonar excesivo, pero no es así ya que el té rojo tiene muy pocas contraindicaciones. Básicamente contiene teína, una sustancia alcaloide estimulante del sistema nervioso central y que aumenta la presión sanguínea, razón por la cual, para embarazadas o personas que sufran de hipertensión se recomienda que sea bebido en forma moderada.

- El té verde: esta variedad se ha hecho popular en los últimos años. Disminuye el colesterol, previene enfermedades cardiovasculares y ayuda a proteger la piel de los rayos ultravioletas. Lo que hace al té verde tan benéfico es que los polifenoles, substancias nutritivas que se encuentran naturalmente en el té, actúan como poderosos antioxidantes.

Estos antioxidantes ayudan a prevenir el daño ocasionado a las células por los radicales libres, y por lo tanto contribuyen a prevenir muchos problemas como el cáncer; también a evitar a que se tapen las arterias y a disminuir la hipertensión arterial. Esta variedad es recomendada en caso de que se quiera reemplazar al café; de esta manera, se pueden aprovechar todos sus beneficios con menos cafeína.

- El té negro: Posee un índice de teína superior a los otros tes. Pero es rico en minerales como el calcio, cromo, magnesio, manganeso, hierro, cinc, fósforo, potasio, aluminio y flúor. Una taza de té negro nos aporta unos doscientos miligramos de flavonoides (un tipo de antioxidantes presente también en frutas y verduras), que benefician enormemente al sistema cardiovascular. Su alto contenido en teína alivia la fatiga y puede aliviar el dolor de cabeza o cefalea cuando es por cansancio. Sin embargo, por esta misma causa no es recomendable para niños, personas nerviosas, gente con insomnio o sueño ligero, ni en casos de úlceras o gastritis ya que puede activar la producción de jugos gástricos.

- El té blanco: Se lo considera el “Roll Royce” de los tés, debido a su pureza que llega a multiplicar hasta 10 veces las propiedades antioxidantes, anticancerígenas y antienvejecimiento. Durante siglos su consumo estuvo restringido al emperador y sus allegados ya que se pensaba que contenía el secreto para la vida eterna. Es, quizás, el más difícil de conseguir en el mercado, pero está científicamente comprobado que es el antioxidante más potente de la naturaleza, 100% mas eficaz en la lucha contra el envejecimiento y diversas enfermedades que el té verde, e incluso 14 veces más potente que un vaso de jugo de naranja.

UN RITUAL PASO A PASO

Ya sea entre amigos o solo, hay pocos rituales más placenteros que tomarse el tiempo de preparar un buen té. La elección de la tetera, la temperatura del agua y los tiempos de infusión son los temas fundamentales a tener en cuenta.

Cualquier tetera sirve, la única precaución es tener siempre una por familia de tés, para evitar así la mezcla de sabores.

Lo primero es calentar el agua hasta los 90 grados como máximo, teniendo cuidado de que no hierva.

Se vierte un poco de agua caliente en la tetera vacía y se la hace girar, calentando bien el recipiente. Esto permitirá que al preparar el té no pierda temperatura.

Se coloca en el infusor, colador o en la misma tetera, una cucharadita de té por cada taza. Para una tetera de un litro, por ejemplo, se necesitarán más o menos cuatro cucharadas.

Si se utilizó una tetera con infusor incorporado, debe taparse para que el vapor del agua caliente vaya abriendo un poco las hebras. Si no, unas gotitas de agua tibia ayudan a que, al verter el agua, las hebras no se quemen, así no pierden ni sus virtudes ni su sabor.

Lentamente se coloca el agua caliente y se espera entre dos y cinco minutos, durante los cuales se maceran las hebras.

Se recomienda no dejarlo reposar más de cinco minutos para que no se ponga amargo. Sin embargo, el tiempo de infusión cambia según la variedad.

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La elección de la tetera, la temperatura del agua y los tiempos de infusión son los temas fundamentales a tener en cuenta.

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BUENAS COMPAÑÍAS

En estas tardes frías, nada mejor que acompañar una buena taza de té con alguna dulce exquisitez. Te brindamos algunas opciones para disfrutar, junto a tus seres queridos, de esta milenaria bebida.

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Cookies con pepitas de chocolate

2 y 1/4 tazas de harina

1 cucharadita de bicarbonato de sodio

1 cucharadita de sal

1 tazas de manteca blanda o derretida

3/4 taza de azúcar impalpable

3/4 taza de azúcar negra

1 cucharadita de esencia de vainilla

2 huevos

2 tazas de pepitas de chocolate

1 taza de nueces picadas.

Precalentar el horno. Mezclar la harina, el bicarbonato y la sal en un bol. En otro recipiente mezclar la manteca, el azúcar impalpable, el azúcar negra y la esencia de vainilla. A esta preparación agregarle de a uno los huevos, mezclando bien entre uno y otro. Poco a poco agregarle la preparación con los ingredientes secos. Una vez que se tiene la preparación homogeneizada, agregarle las nueces y los chips de chocolate. Con una cuchara se van colocando, en una placa enmantecada y enharinada, cucharadas con la preparación. Se debe tener cuidado de que las porciones no estén muy cerca para que no queden unidas luego de la cocción. Hornear unos diez minutos hasta que las cookies estén doradas.

Muffins

255 g. de harina 0000.

3 cucharaditas de polvo para hornear.

1 cucharadita de sal.

110 g. de azúcar.

240 cc. de leche.

1 cucharadita de esencia de vainilla.

1 huevo.

85 g. de manteca derretida.

Colocar los pirotines en los moldes para muffins y precalentar el horno a 180ºC. En un bol, tamizar la harina, el polvo para hornear y el azúcar. En otro recipiente, batir el huevo con un tenedor. Incorporar la leche, la manteca derretida y la esencia de vainilla. Añadir los ingredientes secos a los húmedos y mezclar con un tenedor. Rellenar los pirotines a 3/4 de su capacidad. Cocinar durante 25 minutos o hasta que estén dorados. Esta es la receta básica. Algunas variantes son agregarle 80 g. de pepitas de chocolate a los ingredientes secos, ralladura de un limón o una naranja, o cualquier jalea que te guste.

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Crossaints

40 g. de levadura.

460 cc. de leche.

1 kg. de harina.

20 g. de sal.

110 g. de azúcar.

400 g. de manteca.

1 huevo.

c/n de agua.

Disolver la levadura con la leche. Formar un volcán con la harina y colocar en el centro la leche con levadura, la sal y el azúcar. Formar una masa y trabajarla hasta que esté bien lisa. Hacer un bollo con la masa, formar un corte en cruz sobre la superficie, envolver en papel film y llevar a la heladera durante 5 horas.

Aplastar la manteca con un palote sobre la mesada con papel film y formar un cuadrado.

Estirar la masa en forma de rombo y colocar el cuadrado de manteca en el centro. Unir las puntas de masa y cerrar como un sobre, uniendo bien la masa. Estirar con palote hasta formar un rectángulo y doblar en tres partes dando una vuelta simple.

Dejar reposar en la heladera durante 20 minutos, estirar nuevamente en forma de rectángulo y repetir el proceso 3 veces.

Finalmente, estirar hasta llegar a 1 cm. de espesor y cortar triángulos. Enrollar los triángulos dando forma de croissaints y dejar reposar tapados por 8 horas.

Pintar con huevo batido con un poco de agua y llevar al horno a 240ºC durante 15 minutos.