Otro documento de 8 ex secretarios

Sólo YPF no soluciona el problema

Los especialistas dicen que ahora Cristina reconoce la “grave crisis” que ellos le anticiparon a la presidenta hace 38 meses. Y reclamaron un debate amplio para una solución que llevará mucha plata y varios años.

De la redacción de El Litoral

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DyN

Ocho ex secretarios de Energía le presentaron al gobierno un “conjunto de ideas” para un Plan Sectorial que abarque toda la actividad de los hidrocarburos. Recordaron que en marzo de 2009 ellos mismos advirtieron sobre “los graves problemas” que ahora son reconocidos “por la propia presidenta”.

“Los responsables del área lo ocultaban; la realidad y las cifras muestran hoy, con crudeza, que se perdieron 38 meses para aplicar soluciones eficaces, que habrían permitido paliar la situación de decadencia productiva y evitar así que en 2011 perdiéramos el autoabastecimiento energético”.

El documento lleva las firmas de Emilio Apud, Julio César Aráoz, Enrique Devoto, Roberto Echarte, Alieto Guadagni, Jorge Lapeña, Daniel Montamat y Raúl Olocco. Todos ellos fueron secretarios del área energética de 1983 a 2003.

Desde 2009 dieron a conocer una serie de documentos advirtiendo la situación. En diciembre del año pasado le hicieron llegar en una nota a la presidenta con “aportes concretos para la solución de los principales problemas que afectan al sector”.

En un nuevo documento conocido ayer, los expertos indicaron que “ahora que la realidad ha mostrado la verdad de nuestra posición, es la propia presidenta de la Nación la que reconoce la profundidad de la crisis”.

Consideraron “adecuada la designación de una conducción profesional” en la gerencia de YPF; en cuanto a la “llamada conducción política”, reivindicada por la presidenta, puntualizaron que “se debe referir a la definición de objetivos estratégicos que la empresa debería perseguir para el interés nacional” pero “nunca se debería transformar en un pretexto para designar personal sin calificación profesional”.

Advirtieron que la solución “no será ni fácil, ni rápida y demandará cuantiosas inversiones”. Los especialistas plantean debatir un plan sectorial, diseñar un programa a largo plazo que incluya explotaciones como la plataforma marítima (Brasil y los ingleses en Malvinas avanzan allí), la sanción de una nueva ley de hidrocarburos, la reformulación del esquema de precios y el cierre “sin conflictos” de la expropiación de acciones de YPF.

Brufau, Eskenazi y Cristina en 2007, cuando el gobierno celebraba la “argentinización”. El cambio de la política oficial nacionalizó la gerencia de la petrolera, dejó sin respaldo al empresario y un conflicto abierto con Repsol.

Foto: Archivo El Litoral

Europa sugiere negociar el precio

El embajador de la Unión Europea (UE) ante la Argentina, el español Alfonso Díez Torres, afirmó que “la mejor solución para YPF” sería “un acuerdo negociado” entre la Casa Rosada y Repsol, que reclama unos 10.500 millones de dólares tras la expropiación de sus acciones en la petrolera.

“Ahora se abre un proceso de negociaciones entre la empresa y las autoridades argentinas para ver si es posible un acuerdo que consideramos que sería la mejor opción, la mejor solución, y vamos a poner toda nuestra colaboración para que así sea”.

Díez Torres recordó que las discrepancias se deberían resolver ante el Ciadi. Respecto de la expropiación, el diplomático dijo que “la UE respeta esa decisión” y “nunca cuestionó el derecho a la expropiación conforme a la Constitución y a los acuerdos internacionales que tiene la Argentina”.

Default

Petersen Energía informó a la Bolsa de Nueva York que analiza declararse en “default”. La empresa de Eskenazi compró el 25,4 % de YPF con financiamiento que pagaría con ganancias de la petrolera, según el negocio impulsado por Néstor Kirchner. Pero Cristina ahora quiere la renta invertida en la producción y dejó a los Eskenazi sin financiamiento; ayer el grupo no pagó una cuota de 400 millones de euros, por lo que sus acciones pasarían a manos de los bancos acreedores de no mediar un acuerdo de pago.

Nac&Pop

En su condición de interventor de YPF, Julio De Vido dice que las decisiones del gobierno “afectaron nuestras operaciones”. El gobierno es él mismo y la política energética depende de su ministerio; pero usó un informe preelaborado por Repsol para explicarle a la Comisión de Valores de Estados Unidos que no puede aumentar tarifas, a pesar de las “crecientes tasas de inflación”. El ministro busca evitar una sanción de autoridades norteamericanas, que deben velar para que las empresas no engañen a los accionistas. Y admite ante la meca liberal, lo que niega en el relato nacional y popular.

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