Jornada para debatir sobre esta problemática

Preocupación de trabajadores

por los casos de abuso infantil

Los profesionales que atienden estos casos debatieron sobre los problemas que enfrentan a diario: dificultades para hacer las denuncias y para alojar a los niños que son separados de sus familias; falta de equipos capacitados y presupuestos escasos.

De la Redacción de El Litoral

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Más de 150 profesionales participaron de la jornada “Abusos contra la infancia”, organizada por el Colectivo de Trabajadores de Infancia (CTI). Pese a la lluvia de ese día, en el Centro Cultural Birri no cabía un alfiler: las figuras convocantes fueron el psiquiatra y psicoanalista Alfredo Grande (UBA) y la psicóloga Bettina Calvi (UNR). El objetivo del encuentro fue discutir los presupuestos de la ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes y el lugar de los trabajadores en la construcción de políticas públicas.

“La ley promueve que el niño se desarrolle en su familia y esto es bajado como política, a través de intervenciones tendientes a revincularlo con su ámbito familiar. Pero en los casos de abuso, que en el 90 % son intrafamiliares, no puede ser ése el ámbito donde se desarrolle el niño. Si hay abuso, el padre pierde su estatuto de padre y ya no hay familia”, refirió Juan Pablo Hetzer, miembro del CTI.

Durante la charla, Grande cuestionó qué se entiende por familia. “Madre y padre son categorías conceptuales y políticas, no biológicas. Una mujer puede tener ocho hijos y no necesariamente ser madre”.

Otra crítica fue la distancia entre la idealidad de la ley y la operatividad del trabajo diario. “Entre la ley y su implementación hay mucha distancia y dificultades”, aseguró Calvi y enumeró los principales problemas con los que se enfrentan los trabajadores de la niñez: no poder realizar las denuncias por abuso, dónde alojar al niño cuando se lo separa de su familia, la inexistencia de equipos y presupuesto acordes a la problemática, y las condiciones laborales precarias en que se desempeñan (“en negro o con contratos basura”).

“En los casos en que la familia no es el mejor lugar para el niño, tampoco hay otros espacios donde alojarlos”, señaló la especialista. Hetzer apuntó en el mismo sentido: “¿Qué tipo de instituciones produce el Estado para cuidar al niño cuando hay que separarlo de su familia?”.

Por su parte, Grande planteó la situación paradojal en la que se encuentran muchos profesionales: “Se sabe lo que se tiene que hacer, pero no se puede. Existe una ley, pero no se dan los recursos económicos, entonces el profesional se culpabiliza: ‘tendría que haber hecho esto o aquello’”.

Otro punto fundamental es la falta de condena en los casos de abuso. “Hay que cambiar la mentalidad dominante en los procesos judiciales porque primero se sospecha del niño y no del abusador, que no es sancionado penalmente”, denunció Hetzer.

Durante más de tres horas los trabajadores escucharon, cuestionaron y debatieron sobre cómo salir de la paradoja que se impone entre la letra muerta de la ley y una realidad acuciante e invisibilizada.

Preocupación de trabajadores  por los casos de abuso infantil

Gran concurrencia. Los profesionales discutieron sobre la ley de Niñez y el lugar de los trabajadores en las políticas públicas. Foto: Guillermo Di Salvatore