Conferencia en el Paraninfo de la UNL

La Máquina de Dios, explicada por

un ingeniero que ayudó a construirla

La Máquina de Dios, explicada por un ingeniero que ayudó a construirla

Mario Benedetti explicó en qué consiste el acelerador de partículas que recreó el Big Bang que dio origen a nuestro universo.

Foto: GUILLERMO DI SALVATORE

Mario Benedetti participó en Ginebra del Gran Colisionador de Hadrones, que estudia la composición y origen del universo. Esta mañana dio una charla a estudiantes secundarios de la ciudad.

 

De la Redacción de El Litoral

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“Vamos a hablar sobre una máquina de ciencia ficción que nos va a llevar al futuro para descubrir de qué está hecho el universo, y también al pasado -a 13.700 millones de años atrás- cuando el tiempo y el espacio eran cero”. Con esa frase provocadora, el ingeniero Mario Benedetti comenzó su conferencia sobre la “Máquina de Dios” destinada a los alumnos de 4º y 5º año del secundario.

Esta mañana, el Paraninfo de la UNL se encontraba colmado por unos 500 estudiantes de escuelas medias de la ciudad que respondieron con interés a la convocatoria. También había universitarios y público general que se acercaron a conocer de qué se trata el acelerador de partículas más grande del mundo.

Minutos antes, Mario Benedetti -homónimo del poeta y escritor uruguayo- dialogó con la prensa y explicó en términos simples en qué consiste la máquina. “El Gran Colisionador de Hadrones toma partículas que las lleva a la velocidad de la luz y las hace colisionar en distintos puntos donde existen máquinas fotográficas que son los detectores. Entonces, como esas colisiones reproducen muy precisamente qué habría en el inicio del tiempo y del espacio, a través de las fotos se puede ver qué fue lo que pasó en ese momento”, dijo.

Benedetti se desempeña como agregado permanente del Centro Europeo para la Investigación Nuclear (Cern), en Ginebra, donde se encuentra la Máquina de Dios, que hace posible recrear cómo se produjo el Bing Bang originario hace miles de millones de años. “Soy constructor, es decir, participo con un granito de arena desde hace 37 años, aportando soluciones en las fuentes de alimentación que manejan el acelerador de partículas”, señaló con respecto a su participación en el megaproyecto que involucra a miles de científicos y técnicos de todo el mundo.

El investigador nació en Italia y vive en Mar del Plata desde los dos años de edad. Estudió Ingeniería de Telecomunicaciones en la Universidad de La Plata, y se graduó en 1968. Actualmente enseña en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Mar del Plata, donde dirige el Laboratorio de Instrumentación y Control, y se desempeña como investigador del Conicet.

Fantástico

“El experimento es absolutamente fantástico, pero generó mayor expectativa por el nombre que le pusieron -Máquina de Dios-, algo que fue absolutamente involuntario y casual. A partir de eso, tomó un estado público impresionante y ha sensibilizado algo que todo el mundo tiene adentro y que son sus inquietudes con relación a saber de dónde venimos, hacia dónde vamos y cómo estamos hechos”, destacó Benedetti.

Consultado sobre si la máquina tiene aplicaciones prácticas, indicó que “la Máquina de Dios es un instrumento científico, no tiene ninguna aplicabilidad directa en la vida cotidiana”. Sin embargo, adujo que todos los avances tecnológicos que fueron necesarios para hacerla funcionar, sí son descubrimientos que se han volcado a la vida cotidiana. “Por ejemplo, Internet fue inventada en el Centro Europeo para la Investigación Nuclear para comunicar a los científicos del mundo entero que estamos distribuidos en nuestros lugares de residencia. Y ya se sabe el impacto que tiene la web en la vida cotidiana”, señaló.

Comentó que “cuando acepté venir a Santa Fe tenía una charla preparada, pero luego -el 4 de julio- hubo un descubrimiento importante: una nueva partícula que en principio pareciera ser que coincide con el bosón de Higgs del modelo estándar, que es una teorización. Eso ha hecho que algunas teorías se echaran por tierra y otras tomaran fuerza”.

Finalmente, consideró que “la ciencia no tiene punto de culminación” y explicó que “ahora nuestro laboratorio está trabajando en un acelerador de partículas que se va a poner en funcionamiento en 2015-2017. Este acelerador va a tener un parate de dos años. Ahora se está adquiriendo mucha información que lleva tiempo procesar, y durante todo el proceso que va a significar poner a punto el nuevo descubrimiento se va a reformular la máquina para poder aumentar su energía para acercarnos más al tiempo cero; y paralelamente aumentar la luminosidad que significa una mayor cantidad de fotos por segundo, para tener una mayor cantidad de estadística y poder analizar los resultados”.

El Centro Europeo para la Investigación Nuclear es el laboratorio de física de altas energías más grande del mundo. Está conformado por países miembros, países observadores y países colaboradores. Entre éstos últimos, está la Argentina que aporta 14 científicos al proyecto (8 de ellos pertenecen al equipo de la Universidad de Mar del Plata del que forma parte Benedetti).

 

40 años

La charla de difusión científica se organizó en el marco de los 40 años de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL que se celebran el año próximo. “Uno de nuestro objetivos es estimular a los jóvenes para que opten por carreras de las ciencias duras, y por eso optamos por un tema que fuera disparador de vocaciones. Es difícil que un chico de 4º ó 5º año de secundaria vea para qué sirve estudiar una carrera de matemática o física, y Mario Benedetti es muy pedagógico en su charla. Es otra forma de ver la ciencia”, destacó Javier Lottersberger, decano de la Facultad de Bioquímica.

 

/// EL DATO