Obras en la Universidad Nacional del Litoral

La Biblioteca Gálvez ya reabrió sus puertas con instalaciones renovadas

Luego de un arduo trabajo, el edificio fue refuncionalizado y restaurado, y los 32.000 libros que forman su patrimonio ya se encuentran disponibles para la comunidad.

Alta emotividad en el acto de reapertura de un ámbito que guarda el mejor tesoro: más de 30.000 volúmenes destinados a los santafesinos. Fotos: Mauricio Garín

Luego de un arduo trabajo, el edificio fue refuncionalizado y restaurado, y los 32.000 libros que forman su patrimonio ya se encuentran disponibles para la comunidad.

 

De la redacción de El Litoral

Los más de 30.000 libros que componen el patrimonio de la Biblioteca Pública y Popular Doctor José Gálvez, de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) volvieron a su hogar, que fue modernamente remodelado para albergarlos. Es que luego de varios meses de arduo trabajo, de una inversión de más de $ 600.000 y una planificación profesional de alta calidad, las obras de remodelación y puesta en valor del edificio de la biblioteca fueron inauguradas este 4 de septiembre.

El acto fue sencillo y emotivo. Palabras alusivas de los protagonistas, música en vivo para la ocasión y un video que emocionó a todos, fueron los condimentos necesarios para que la biblioteca vuelva a estar en funcionamiento.

Participaron del acto el rector de la UNL, Albor Cantard; el secretario de Cultura, Luis Novara; la directora de la Biblioteca, Marisa Puliotti; y Elmo Bertiche, miembro de la Cooperadora de la Biblioteca, además de otras autoridades universitarias, personal de la casa, miembros de la cooperadora y usuarios.

Espacio abierto a la sociedad

“Lo valioso es que tanto ayer como hoy, hablamos de un espacio abierto a todos para que suceda la lectura, la investigación, la consulta, la charla, la escritura y el encuentro alrededor del hecho cultural. Porque por este hermoso ámbito han pasado y seguirán pasando aquellos protagonistas del mundo intelectual a nivel local, nacional e internacional. Y porque una Biblioteca es un templo, un faro y un refugio donde encontrarse con el placer del conocimiento; ya que en sus libros hay un mar de voces y de ideas que nos revelan el pasado, nos aclaran el presente y nos trazan el futuro”, expresó Cantard en el discurso que dio por inauguradas las obras.

En el mismo sentido, Puliotti consideró que “en nuestra biblioteca se funden de manera armónica el pasado y el futuro. El mobiliario de cedro paraguayo construido en 1912 convive con el presente: las computadoras de última generación y acceso público”. Y Novara completa la reflexión al decir que esta biblioteca “siempre fue un refugio de la cultura. Era -y es- visitada permanentemente por jóvenes y por no tan jóvenes. Por eso, me emociona que luego de casi cien años podamos poner en valor esta biblioteca pública y popular”.

“Somos conscientes de que en este acto estamos recuperando un espacio esencial para la ciudad”, sintetizó Cantard.

La historia

El edificio y patrimonio de la Biblioteca Popular que fuera creada por la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos de Santa Fe, pasaron a formar parte de la UNL en 1968. Desde entonces, la preocupación por preservar el patrimonio arquitectónico y cultural de esta entidad fue constante. La parte edilicia tuvo dos grandes intervenciones, una en 1994 cuando se realizó una puesta en valor integral y se la dotó de un ascensor y sanitarios que la convirtieron en un edificio accesible, y la segunda en 2007, cuando a partir de un concurso realizado por la UNL en conjunto con el Colegio de Arquitectos de la provincia de Santa Fe se trabajó para sumar superficie pensada para el desarrollo de actividades culturales, siempre respetando las características y calidad integral del edificio de la Biblioteca.

Obras

La planta edilicia de la Biblioteca Gálvez cuenta con dos grandes áreas vertebradas en torno a un eje simétrico, allí se encuentran las salas de lectura, el salón de actos, y su particular tesoro: los volúmenes y volúmenes de libros, que suman más de 30 mil.

La remodelación y puesta en valor de la Biblioteca Gálvez contempló tanto la faz arquitectónica como la urbana, sopesando cómo incorporar nuevas funcionalidades adaptadas a la actualidad. Es así que se la dotó de un hall en altura que la vincula con el edificio aledaño del Foro Cultural de la UNL.

En cuanto a la yesería, se repusieron ornatos deteriorados o faltantes, a partir de la realización de moldes de las piezas que se encontraban en buen estado -y se reprodujeron mediante técnicas originales- que se recolocaron en sus correspondientes sitios. A su vez, se completaron sectores dañados de molduras, y se ejecutaron algunos paños de cielorraso que se encontraban deteriorados. Finalmente, se realizó la restauración de las arañas de bronce originales.

Cuidado de los libros

Para realizar las tareas de refacción y preservar los 30 mil libros de la Biblioteca Gálvez, desde el área de administración de servicios de la UNL, se dispuso de una logística que consistió en la custodia y traslado de los volúmenes que fueron clasificados en 1.100 cajas de guarda de 45 x 40 centímetros.

Así se los preservó de la humedad y del polvo para volver a ocupar sus sitiales una vez finalizadas las obras de refacción. La inversión total de todos los trabajos ascendió a $ 620.288.


Luego de un arduo trabajo, el edificio fue refuncionalizado y restaurado, y los 32.000 libros que forman su patrimonio ya se encuentran disponibles para la comunidad.

Se repusieron ornatos deteriorados o faltantes en la yesería, a partir de la realización de moldes de las piezas que se encontraban en buen estado.

El brillo necesario para dar luz al saber: se restauraron las arañas de bronce originales.

Luego de un arduo trabajo, el edificio fue refuncionalizado y restaurado, y los 32.000 libros que forman su patrimonio ya se encuentran disponibles para la comunidad.