La UNL trabaja desde 2006 para eliminar barreras

“No pude llegar al escenario para

darle el diploma a mi hermano”

Jésica Mastrocola se traslada en silla de ruedas. Vivió una situación complicada cuando quiso participar de un acto académico en la FIQ: escalones, un ascensor pequeño y falta de rampas. El ingreso accesible estaba a la vuelta pero nadie lo informó.

 

De la Redacción de El Litoral

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A través del programa UNL Accesible, que depende de la secretaría de Bienestar Universitario, la academia apunta a garantizar las condiciones de los edificios para facilitar la integración de las personas con discapacidad a la vida universitaria. Pero a veces sortear las reglas de protección del patrimonio y lograr la accesibilidad de los inmuebles declarados históricos por su arquitectura y antigüedad se vuelve un obstáculo.

En el caso de Jésica Mastrocola, una estudiante de Letras que se moviliza en silla de ruedas, la desinformación también jugó en contra el día que concurrió a la facultad de Ingeniería Química a entregarle el diploma de egresado a su hermano Lucas. Desde el ingreso por calle Santiago del Estero hasta el salón de actos, donde se realizaba la colación, se encontró con escalones, un ascensor pequeño en el que no entró la silla y una ausencia total de rampas. La sorpresa llegó cuando se enteró, después del acto, que el ingreso accesible es por calle 1º de Mayo. Pero no había cartelería ni nadie se lo informó debidamente.

“En esos momentos todo el que ve la situación colabora para que pueda moverme pero no pude llegar al escenario para darle el diploma a mi hermano. Y si la alternativa era la puerta de 1º de Mayo tenía que gestionar que la abran”, lamentó la joven, quien resaltó que la facultad tampoco dispone de dársenas de estacionamiento para discapacitados.

“Quise contar lo que me pasó para que no vuelva a ocurrirle a otras personas. Entiendo que es un edificio antiguo pero son cosas que ya no pueden pasar”, dijo Jésica sobre el episodio en la facultad que representa una pequeña porción de los que día a día alejan a Jésica de la posibilidad de circular libremente por Santa Fe o por su Santo Tomé natal.

Desde hace tiempo reclama la colocación de una rampa para poder acceder al paseo Juan de Garay (ex Laguna Bedetti). Desde el Ejecutivo santotomesino le respondieron vía mail que ya habían adquirido todos los elementos para confeccionar el dispositivo “pero todavía no pasó nada”. Los obstáculos comunes en las ciudades son el mal estado de las veredas o las obras en construcción.

“No hace falta andar en una silla de ruedas, a los ancianos o a las mamás con los coches tampoco les resulta fácil”, aclaró.

Como alternativa, le ofrecen habitualmente que ingrese por las cocheras a diferentes edificios, y así aprovechar la rampa para los vehículos.

Trabajar por la inclusión

El arquitecto Marcelo Saba es el director de Obras y Servicios de la UNL. Explicó que tanto el edifico de la facultad de Ingeniería Química como el de la escuela Industrial integran el patrimonio histórico de la ciudad por lo que las intervenciones no son sencillas. En ese sentido, remarcó que para colocar una rampa por el acceso de Santiago del Estero había que invadir la vereda, lo que generaría un nuevo obstáculo.

“Por esos motivos resolvimos la entrada accesible por calle 1º de Mayo por donde también se llega a los laboratorios de alta complejidad. Se aprovecharon los viejos galpones de la escuela Industrial que son de los últimos ejemplos de la arquitectura industrial en Santa Fe y se generó accesibilidad”, describió Saba.

Sobre el caso de Jésica Mastrocola asumió que pudo haber faltado información para indicarle el ingreso correcto, que carece de la señalización explicativa y destacó que hay ascensores disponibles en ambos extremos del edifico al que calificó como “completamente accesible”.

La universidad Nacional del Litoral trabaja en la accesibilidad de los edificios desde 2006, particularmente aquellos que contienen una gran circulación de alumnos, docentes y no docentes. En ese marco, resaltó la adaptación del rectorado mediante una rampa y un elevador mecánico con fondos que obtuvieron mediante la participación de un concurso a nivel nacional.

“No pude llegar al escenario para darle el diploma a mi hermano”

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1 / “Me saco el sombrero”. Ubicada en una de las aulas de la facultad de Derecho, Jésica destacó el trabajo de UNL Accesible en la facultad de Humanidades y en la ciudad universitaria del barrio El Pozo. Foto: Luis Cetraro

2 / Nueva cartelería. La semana pasada colocaron un cartel para indicar el ingreso accesible de la FIQ, que está por calle 1º de Mayo.

Foto: Pablo Aguirre

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“No pude llegar al escenario para darle el diploma a mi hermano”

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alumnos

con discapacidad física, sensorial o intelectual cursan distintas carreras en la Universidad Nacional del Litoral. En total son más de 60 los alumnos discapacitados que están inscriptos en una carrera pero la siguen mediante otras modalidades.