RAÚL FARÍAS LLEGÓ A SANTA FE HACE TRES AÑOS Y MEDIO

Es chileno y lleva música navideña a los colectivos

Es de Santiago de Chile y desde hace unos tres años canta en los colectivos urbanos acompañado por su guitarra. Este mes decidió incluir en su repertorio únicamente música alusiva a la Navidad.

De la Redacción de El Litoral

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“Vengo de Santiago de Chile, la capital del país largo y delgadito”, cuenta Raúl Farías. Pero antes de que lo aclare, su acento ya delata su procedencia. Tiene 24 años y desde hace tres y medio vive en nuestra ciudad donde obtiene -según sus palabras- el “sustento diario” de ofrecer, guitarra a cuestas, sus canciones en los colectivos urbanos. En estos días decidió dar una característica especial a su repertorio y durante diciembre sólo incluirá canciones navideñas. “Lamentablemente ahora van a escuchar sólo eso”, bromeó.

Una historia de amor es la que trajo a este joven que se define como “cantante urbano” de las márgenes de la Cordillera de los Andes a las orillas de la laguna Setúbal. “Conocí a mi esposa (Ana Priscila, oriunda del sur de Buenos Aires) en Chile. Estuvimos de novios allá y luego ella se vino porque estaba estudiando acá en Santa Fe. Y yo me vine de sorpresa a los cuatro meses y terminé quedándome. Y el 20 de noviembre cumplimos tres años de casados”, cuenta.

La decisión de subirse a un colectivo con la única compañía de la guitarra para probar suerte no fue fácil y arrancó tras enfrentar dificultades para obtener un empleo. “Conseguir trabajo estaba muy duro. Entonces un día decidí tomar mi guitarra y dije: ‘Me voy a arriesgar, total acá no hay nadie que lo haga’. Entonces tomé fuerza de voluntad, aproveché que mi esposa había salido, porque ella no quería que lo intentase siquiera. Y ahora sigo haciéndolo y gracias a Dios podemos subsistir con esto”, dice.

Vocación temprana

La vocación de Raúl proviene de su niñez, cuando con 6 años comenzó a cantar en la iglesia. Es por eso que hoy -pese a que incorporó temas de autores conocidos- tiene clara preferencia por la música cristiana. “No hay un solo colectivo en el que no cante algún tema cristiano, porque es lo primero que empecé a cantar”, explica. Incluso comenta que hasta los 17 años grabó algunos discos con esta música.

Cuando se le consulta cómo reacciona el público ante su trabajo, se muestra agradecido. “Gracias a Dios la gente colabora y es una alegría tremenda recibir todos los días, más allá del dinero, el aprecio y el aplauso. En más de una ocasión, gente que no ha tenido que darme me ha dado un abrazo y alguna abuelita me dio un beso y eso me emociona”, cuenta.

Reconoce que a veces se producen roces con los inspectores, pero aclara que “no hemos ido a las malas”. “Cuando suben a un colectivo tomo mis cosas, pido disculpas por interrumpir mi presentación y me bajo. Muchas veces los que corren riesgo con esto son los choferes. A ellos les debo mucho más que a la misma gente”, concluye.

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Actuar para vivir. A pesar de que admite algunos roces con los inspectores, Raúl utiliza desde hace tres años su voz y su guitarra para ganar el “sustento diario”. Foto: Gentileza C&D