Observatorio de la Maternidad

Universitarias son madres 8 años más tarde que las que no finalizan la primaria

Un estudio concluye que las egresadas de una universidad tienen su primer hijo a los 27,7 años. Mientras, las que abandonaron el nivel primario lo hacen a los 19,8 años, en promedio.

DyN

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Las mujeres que completaron una carrera universitaria se convierten en madres, en promedio, ocho años después que las que no finalizaron la educación primaria, según un informe realizado por el Observatorio de la Maternidad (OM). Según el estudio, las egresadas de una universidad tienen su primer hijo a los 27,7 años, en tanto que las que abandonaron el nivel primario de enseñanza lo hacen a los 19,8 años en promedio.

Entre los hombres, la diferencia es de seis años: los universitarios son padres a los 29,6 años, mientras que los que tienen menos años de educación formal lo hacen a los 23,1 años.

El Observatorio de la Maternidad resaltó, sobre la base de estadísticas oficiales, que la edad de la maternidad y la paternidad se mantuvo “constante” en los últimos cinco años: en promedio, las mujeres tuvieron su primer hijo a los 23,2 años en 2006 y a los 23,3 en 2010, en tanto que los hombres lo hicieron a los 25,1 años en los dos años de medición.

La situación “es producto de dos fenómenos contrapuestos: mientras las mujeres y los varones con mayores años de educación formal retrasan la edad de tener hijos, los que tienen menos años de educación formal la adelantan”.

Al respecto, el Observatorio de la Maternidad indicó que en el último lustro las mujeres y los varones que no completaron el nivel primario adelantaron su maternidad y paternidad un año: de 20,6 años en 2006 a 19,8 años en 2010, y de 23,9 años a 21,3 años, respectivamente. Por su parte, las mujeres y hombres con el nivel educativo superior la postergaron medio año: de 27,2 años a 27,7 años, y de 29,1 años a 29,6 años.

“Puede afirmarse que la brecha de la edad de la maternidad y de la paternidad, según nivel educativo, se ha ampliado en un año en los últimos cinco años”, señaló el documento.

En tal sentido, el OM mencionó que las estructuras familiares en la Argentina están inmersas en un profundo proceso de cambio. La cohabitación, la fecundidad no matrimonial y la monoparentalidad “constituyen vías cada vez más frecuentes de formación de familias y, por ende, requieren un ahondamiento sobre sus determinantes y repercusiones, así como el diseño de políticas orientadas a paliar la inequidad social vinculada a la estructura familiar”, observó el informe.

Estos tipos de cambios, agregó el texto, afectan la experiencia de la maternidad y la paternidad, “que en la Argentina, a su vez, está signada por la desigualdad social entre mujeres y varones con diferentes niveles socioeconómicos y educativos”, sostuvo.

Adolescencia y juventud

Al respecto, el Observatorio puso en evidencia que en el período de adolescencia y juventud los varones viven como hijos, nietos o sobrinos “con más asiduidad que las jóvenes”. En esa misma etapa, el 23 por ciento de las mujeres son jefas de hogar o cónyuges, mientras que la cifra disminuye a 17,3 por ciento en el caso de los varones.

Además, el 14,1 por ciento de las mujeres jefas de hogar o cónyuges conviven con hijos, un número que desciende al 9,5 por ciento entre los varones jefes de hogar o cónyuges. “Esto significa que, en promedio, los hombres permanecen más tiempo en condición de hijos que las mujeres, y que en la etapa de adolescencia y juventud ellas duplican las probabilidades de asumir la maternidad en comparación con los varones y su paternidad”, finalizó el estudio.