Cuando los sueños bosquejan ambiciones de Alta Costura

 

El diseñador malagueño Rafael Urquizar, a través de María José González y las increíbles modelos de Nueva Moda Producciones, iluminaron una noche de noviembre pasado con un desfile diferente en el emblemático Museo Automovilístico de Málaga, ubicado en el antiguo edificio de la Real Fábrica de Tabacos de la ciudad, a pocos metros del paseo marítimo.

TEXTO. FLAVIA CATELLA ZANCADA. FOTOS. AGUSTÍN VARRONE

CON RAFAEL URQUIZAR EN SU TIENDA DEL CENTRO DE MALAGA.JPG

la autora con rafael urquizar en su desfile mar de filigranas.

 

No puedo evitarlo. No sé si habré nacido para ello pero si me invitan soy la primera en acudir, la primera de la fila, ésa que miran con recelo, ansiosa a la espera del comienzo, media hora antes de que permitan la entrada al espectáculo.

Abren la puerta y me cuelo a velocidades inusitadas para coger siempre los primeros asientos, ésos que algunos pocos intentan reservar para otros que no soy yo.

Y entonces comienzo a observar y el espíritu de mis letras se apodera de mis sentidos y mis definiciones se hilvanan al compás de unos tejidos que me arrebatan el aliento.

La luz se apaga y el increíble salón del Museo Automovilístico de Málaga, ambientado en el silencio de decenas de motores dormidos, se enciende de femineidad con el brillo de las estrellas de María José González y Nueva Moda, con sus gráciles andares de excepción y con la seda y las filigranas de las ideas bordadas de glamour del diseñador malagueño Rafael Urquizar.

Los vestidos entrelazan sus bajos en los tacones de Marina, su silueta se mece en contoneos de discreta soltura mientras los rasgos morenos de Claudia hipnotizan con la simetría de un rostro perfecto.

Detrás Gabriela, bella como siempre, serena y etérea como una sombra. Su cuerpo relajado en una gracia natural se desliza sobre la pasarela dejando su nombre en nuestros comentarios, que bien saben hablar de ella.

Y detrás Carolina, aguda, segura, oteando el final de la pasarela como un poema aprendido de memoria. Sus brazos se balancean acariciados por la seda que, finalmente se resbala sobre su cuerpo y cae a los lados, delineando una figura perfecta e inolvidable.

Kristy de inmediato atrae la luz con su piel blanca y su pelo negro y el traje se ciñe a su cuerpo como un nombre, resaltando sus líneas con rosas de extraordinario tamaño aplicadas en la cadera. Se desliza como una visión en blanco y negro, para perderse, dejándonos la sensación de haber estado entre ángeles.

La pasarela se oscurece en la delicadeza de lo inesperado.

Frente a nosotros las sirenas del desfile “Mar de Filigranas” despliegan su docilidad más absoluta, vencidas ante la belleza de las sombras.

Un faro, al final de la pasarela, delinea sus siluetas en perlas y diamantes, para volver a sumergirnos entre olas de seda que despeinan a su paso, perdiéndose detrás de un nombre muy alto para la costura de Málaga: Rafael Urquizar. Otra vez. Una vez más.Rafael Urquizar

A pocos pasos de la Iglesia San Juan Bautista, que ornamenta las angostas calles del centro de Málaga con su estilo gótico del siglo XV, y entre las esquinas iluminadas por la incesante curiosidad y sociabilidad del malagueño, nos encontramos frente a los sueños que se hacen realidad desde la tienda de uno de los más significativos diseñadores de Alta Costura en Málaga: Rafael Urquizar.

Su vasta trayectoria de diseños y patronajes se remonta a sus dieciséis años, donde los periplos de adolescente detrás de una férrea vocación lo llevan a ostentar, al día de hoy, veintiséis años de carrera y un importante lugar en la alta costura de su ciudad de origen.

Urquizar es un emprendedor incansable, diseña sus colecciones al mismo tiempo que le da forma a otras ideas que seguramente lo seguirán elevando en el pedestal de los que se despiertan cada día para trazarse una nueva meta.

Ha estudiado en París y en Málaga, llegando con sus colecciones a engalanar pasarelas de otras ciudades como Múnich, en Alemania y la famosa Pasarela Cibeles Madrid Novias, que cuenta, anualmente y desde el año 2.009, con el inestimable atractivo de sus diseños.

En la primera planta de su tienda de la calle San Juan, en Málaga, Rafael Urquizar deslumbra con un pret-a-porter que te incita, de inmediato a mezclarte entre chaquetas, pantalones y vestidos de diferentes tejidos y brillos, acompañados por complementos de alto estilo como zapatos, bolsos, cinturones y tocados de excepción.

Una estrecha escalera en forma de caracol te eleva lentamente a la segunda planta donde la visión se ilumina con la elegancia de una alta costura de preferencia y diseñada en la exigencia de una imaginación con arrebatos de sueños, que batallará más tarde para encontrar una acertada disciplina frente a las posibilidades de convertirlas en realidad, marcadas por el exclusivo sello personal de unos delicados acabados en hilo de seda.

El resultado de lo que hacemos suele ser siempre más gratificante aún cuando sabemos que hemos invertido cansancios y sacrificios que, tiempo después, se convertirán en frutos maduros, con el sabor de un trabajo bien logrado.

Eso lo sabe bien el diseñador malagueño Rafael Urquizar quien, con cientos de folios dibujados con líneas de femenina belleza, me mira y expone, como corolario de una visita que esconde secretos de ambiciones y riesgos valientes:

-No puedo dejar de soñar- me dice y vuelve sus ojos claros a los bosquejos con acertada seguridad-. Si dejara de soñar, me aburriría.

Etérea. Sutil.

Te deslizabas entre sombras

y luego devolvías tu imagen,

delineada en luces de diamantes,

para marcharte,

despeinando ilusiones vanas,

envuelta tu silueta entre las sedas,

sumergida en un mar de filigranas.

Junto a los diseñadores Jesús Segado y Rafael Urquizar y a Desirée González (Foto Pablo Souviron).jpg

flavia junto a los diseñadores jesús segado y rafael urquizar, y a desirée gonzalez.

foto. pablo souviron

CON UNO DE LOS EXQUISITOS DISENOS DE RAFAEL URQUIZAR.JPG

la autora con uno de los diseños de urquizar.