Estreno en el Maipo

Miguel Angel Solá prueba “El veneno del teatro”

 

La obra narra el encuentro entre dos arquetipos: un poderoso señor de excéntricas costumbres y un reconocido actor.

De la redacción de El Litoral

Miguel Angel Solá -quien filmó ya en Santa Fe “¿Quién mató al Bebe Uriarte?”- estrenó en la Capital Federal “El veneno del teatro”, pieza del valenciano Rodolf Sirera, en la que comparte el escenario del teatro Maipo con el actor argentino Daniel Freire, dirigidos por el catalán Mario Gas, ex director artístico del Teatro Español de Madrid.

Solá regresa al país pocos meses después de haberse presentado en el teatro SHA con la comedia musical “Como por un tubo”, pero en este caso vuelve a un teatro más clásico para ponerse en la piel de “un hombre bravo, de dudosa personalidad” los personajes que me suelen adjudicar, será por la cara que tengo”, ironizó en diálogo con Télam.

La pieza, estrenada en Madrid el 30 de noviembre con buena recepción de crítica y público, narra el raro encuentro entre dos arquetipos: un poderoso señor de excéntricas costumbres (Solá) y un reconocido actor (Freire) que llega para ofrecerle una obra de su autoría que aborda la muerte de Sócrates.

Hablando sobre la forma cómo construyó este personaje, Solá comenta: “Con este rol intento trabajar el mal del mundo. La persona que hace planes para atrapar la conciencia de otro es un ser malvado, ya sea que lo haga por miedo, convencimiento o por bestialidad. Estos personajes muestran la personalidad de un Estado, cuya única ley tolerada es aquella que impone”.

La trama de “El veneno del teatro” se ubica en la Europa de entreguerras, lejos del escenario originalmente ideado por Sirera que situaba la acción dramática en 1784.

El cambio de escenario cronológico es según Solá “un acierto que aligeró toda la cuestión de los afeites del siglo XVIII y situó a la obra en un período de entreguerras, muy nihilista, durante el cual se hundían ciertos conceptos y aparecían la xenofobia, el fascismo y sus muertos”.

El bien y el mal

El actor destaca que, “mientras elaboro un personaje, siempre hay una mente que sabe lo que es el bien y el mal. No creo en lo de la conciencia vacía. Para no contagiarte, para que no te haga mal, es fundamental viajar de un extremo al otro del péndulo de conductas, sin estacionarte”.

Además de esta obra teatral, Solá se prepara para el estreno de la serie televisiva “Germán, últimas viñetas”, dirigida por Cristian Mariano Bernard, Flavio César Nardini y Federico Sosa, donde encarna a Héctor Germán Oesterheld, el creador de “El Eternauta”, en sus últimos años de vida, y que se verá en marzo por Canal 7.

Quien fuera uno de los creadores de La Típica en Leve Ascenso, asegura, refiriéndose a esta experiencia televisiva, que “fue muy lindo filmarla, una criatura que disfruté, pero a la vez sabía que estaba narrando el peor genocidio familiar cometido aquí, donde la esposa de Oesterheld aún sigue buscando a sus nietos”.

El actor asegura que “la televisión es un medio que me permitió reencontrarme con una forma de trabajo que me otorga el permiso para estar en todo. Me encanta atarlo con alambre y palito y que funcione. Los argentinos somos aptos para todo, ya que los roles laborales por ejemplo en la tele, no son fijos”.

Esta suerte de thriller teatral que estrenó espera seguir en cartel por bastante tiempo aquí, para luego emprender una gira por el país y regresar a la temporada española en septiembre.

Las funciones de “El veneno del teatro” se realizan de martes a domingos en el teatro Maipo (Esmeralda 443), a las 20.30.

Miguel Angel Solá prueba “El veneno del teatro”

“Mientras elaboro un personaje, siempre hay una mente que sabe lo que es el bien y el mal. No creo en lo de la conciencia vacía”, sostiene con inteligencia el gran actor. Foto: Télam