Lectura del fallo

La condena para Felisa Miceli se basa en sus “excusas mendaces”

El Tribunal Oral Federal 2 dio lectura a los fundamentos de la condena para Felisa Miceli y consideró que las argumentaciones fueron “mendaces” para explicar la presencia de la fuerte suma de dinero en el baño del Ministerio.

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La ex funcionaria cayó en un “embrollo” para explicar la presencia de pesos y divisas en el baño del Ministerio de Economía. Foto: Archivo El Litoral

 

DyN

El “descargo mendaz y embrollado” de la ex ministra de Economía Felisa Miceli a la hora de justificar el origen del dinero que se encontró en su baño privado en el 2007 fue lo que terminó convenciendo a los jueces para condenarla a cuatro años de cárcel por encubrimiento agravado y sustracción de documento público.

Así se desprende de los fundamentos de la sentencia contra Miceli que se dieron a conocer ayer, tal como se había establecido el 28 de diciembre pasado, cuando la ex funcionaria kirchnerista supo que el Tribunal Oral Federal 2 decidía considerarla culpable.

“Difícilmente pueda pensarse que la finalidad de un armario de un baño sea la de depósito de divisas. Todo nos lleva a pensar que la causa por la que se omitió el uso de las cajas de seguridad fue otra, más vinculada a la voluntad de que nadie tuviese conocimiento de la existencia de ese capital. Ni siquiera sus secretarias de mayor confianza”, sostuvo el fallo de más de cien fojas firmado por los jueces Jorge Luciano Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Jorge Alberto Tassara.

La apelación

Ahora la defensa de Miceli podrá apelar a la Cámara Federal de Casación Penal para intentar que ese tribunal revoque la condena, mientras que se avanzará con la denuncia por falso testimonio para una amiga de Miceli que dijo haberle prestado el dinero.

A lo largo del fallo, los jueces repasaron las alternativas que rodearon a la inspección realizada el 5 de junio de 2007 en el baño del despacho privado de Miceli -en el quinto piso del Palacio de Hacienda-, cuando al revisar el placard dos policías encontraron colgada de una percha una bolsa de papel madera que contenía un ladrillo termosellado de 100 mil pesos, con logo del Banco Central, y la inscripción “Lote 38057 Bco”.

Según el fallo, el ladrillo “fue distraído del patrimonio de la financiera Cuenca por sus directivos, es decir, fue producto de una administración fraudulenta en perjuicio de esa entidad”.

“Las diversas y pobres explicaciones ensayadas por la imputada Miceli a lo largo del proceso, en contraste con los certeros elementos de prueba reunidos, terminaron desdibujándose y constituyendo no más que un estéril intento de mejorar su delicada situación procesal”, sostuvo el tribunal.

Los jueces dijeron que “aun siendo respetuosos del derecho constitucional” de defensa, “no podemos eludir valorar que un descargo mendaz y embrollado” como el de la ex funcionaria es un indicio de culpabilidad.

Para el tribunal quedó claro que “Felisa Josefina Miceli, entre los días 21 de mayo de 2007 y 5 de junio de 2007, mientras ejercía todavía el cargo de Ministra de Economía y Producción de la Nación, recibió de una entidad financiera, denominada Caja de Crédito Cuenca Cooperativa Limitada, dinero embalado”.

Correspondía la inspección

La defensa reclamó la nulidad del procedimiento de hallazgo del dinero por violación a la privacidad, pero el tribunal reseñó que era “una diligencia de inspección de rutina diaria a cargo de la Policía Federal Argentina” y “no hubo una injerencia indebida en un ámbito de privacidad exclusiva de Miceli” porque la plata estaba “en un placard semiabierto y sin llave”.

Miceli “manifestó no haber conocido que se efectuaban rutinarias inspecciones policiales -a pesar de que un mínimo sentido común así lo sugería-”, pero “lo que no pudo desconocer de ninguna manera es que a su despacho y baño privado tenía acceso diariamente personal de limpieza”, señaló el fallo.

“Si Miceli hubiera querido resguardar eficazmente el dinero de la vista de terceros -dijeron los jueces- lo habría logrado, simplemente, colocándolo en un cajón bajo llave o en una caja fuerte”, pero “todo nos lleva a pensar” que el dinero no se colocó allí para que “nadie tuviera conocimiento” de ese dinero.

Además, se agregó, “también tropieza con toda lógica la idea de trasladar las sumas al despacho público, guardarlas en un sitio inseguro, para luego recién presentarse en una entidad bancaria con el objeto de abrir una cuenta o caja de seguridad”, máxime teniendo en cuenta que “se trata de una Ministra de economía y ex titular del banco donde se pretende materializar el depósito”.

El tribunal repasó que Miceli primero dijo a los medios vía su vocero que el dinero era de ella, después lo atribuyó a un hermano, luego “lo apartó y lo reemplazó por otro hermano” ahora fallecido, y “a la vez hizo ingresar a su amiga Mónica Orfeo como la proveedora de la suma en dólares”.

“Queda siempre la sensación de que ante cada amenaza que surgía hacia el relato de la defensa, aparecía un cambio en la estrategia procesal con nuevas versiones, nuevos actores y explicaciones cada vez más endebles; (...) ninguno de esos familiares y amigos aportaron en sus declaraciones aclaraciones convincentes que auxiliaran la versión” de Miceli, dijo el TOF.