Compras inteligentes
Compras inteligentes

A poco de celebrarse el Día del Padre, una visita obligada al shopping con la lista en mano y sin desesperar en el intento. Hoy se impone la compra-inversión por sobre la compra-gasto. Recursos para acotar la elección a ropa y accesorios sin fecha de vencimiento.
TEXTO. GEORGINA LACUBE. FOTOS. GENTILEZA DE LAS MARCAS.
Este es un momento donde se honra y reconoce la influencia del hombre en la vida de sus hijos. Con esa intención le hacemos un regalo a papá y, por supuesto, se justifica la visita al shopping. Si por estos días ese es plan vale la pena saber que ya no se trata de comprar cualquier cosa, de dejarnos tentar por las famosas promos del 2x1 o de adquirir todo eso que está detrás de la palabra oferta y descuento. Se sabe que el impulso no es un buen consejero y muchas veces conduce al arrepentimiento.
Últimamente, comprar moda se ha convertido, para muchos, en algo más que un capricho o una gratificación instantánea generada in situ. Ahora es el turno del slow-shopping, una conducta que prioriza la compra-inversión a largo plazo y descarta por completo la adquisición del accesorio o la prenda it (de moda). Así las cosas, este giro a la compra meditada pone el foco en la belleza de los materiales en su sentido más amplio y en la confección artesanal que, si promueve la responsabilidad ambiental y el desarrollo social, mucho mejor. De eso se trata. Simplemente de tomarse el tiempo para pensar y gastar sabiamente bajo la filosofía de “menos productos pero de la máxima calidad”.
¿Moda pasajera? Habrá que esperar. Por ahora todo indica que la tendencia del consumo inteligente llegó para quedarse de la mano de consumidores que piensan dos veces antes de gastar su dinero y abogan por un guardarropas con prendas blindadas contra el paso del tiempo, como un par de zapatos clásicos y versátiles, un maletín avalado por el prestigio de una marca, un suéter de la mejor lana, un jean confeccionado bajo normas de producción sustentable y comercio justo, y prendas hechas con materiales orgánicos, entre otros.
Ahora bien, aprender a diferenciar la calidad de las prendas es más fácil de lo que parece, a la vez que muy útil, ya que ante precios similares hay calidades muy distintas. Si bien leer las etiquetas de la ropa es una estrategia segura para saber su composición, vale la pena prestar atención a estas referencias que, además de incidir en la imagen de la prenda, repercuten en su durabilidad. A saber:
- El cuero auténtico tiene olor a cuero. No te dejes engañar por los sintéticos.
- Una forma de chequear si una tela o tejido no hará bolitas con el roce es tocarla haciendo círculos con el pulgar sobre la misma. Al instante, si detectamos que la fibra se levanta, estamos sí o sí ante un género de mala calidad. Por otra parte, las prendas de algodón, seda o lino puros se arrugan. Si esto no ocurre, seguramente tiene mezcla con fibra sintética. Atenti.
- Las mejores forrerías son de seda natural, ya que permiten un calce y una caída impecable sobre el cuerpo.
- Las prendas con estampados y tejidos de cuadros, rayas y escoceses tienen buen corte cuando las costuras coinciden.
- Las camisas finas siempre están cosidas con hilo finito y costura chiquita en todos los pespuntes exteriores.
- En las prendas de vestir, los dobladillos estás hechos a mano o con costuras invisibles. Los realizados a máquina son exclusivamente para jeans, prendas sport y outdoor.
- Cinturas con telas antideslizantes por dentro, para evitar que las camisas se salgan hacia fuera, revelan un plus diferenciado.
PATRIARCA DE ESTILO
A tono con los nuevos hábitos de consumo, es hora de elegir lo mejores básicos de la moda masculina para regalarle a papá. Pero, ¿cómo vestirán los hombres los próximos meses?
La respuesta llega desde Milán, París y Londres, las sedes de las principales pasarelas de la moda masculina que decretan el estilo de cada temporada. Así, una relajada elegancia es la tónica del momento y se construye a fuerza de comodines para usar siempre y ganar mucho estilo. Eso sí, llegan en su versión más apagada, ya que se tiñen de colores sobrios, como bordó, verde bosque, chocolate, distintas gamas de azules y celestes combinados sobre blanco, negro o gris.
Tomando estas consignas como referencia, las etiquetas comerciales argentinas interpretan, con su sello, la tendencia. El resultado, en adelante.
Para abrigarse. Para un look casual se imponen las parkas de estilo militar donde ganan las versiones con interior de corderito; y los blazer de estilo inglés + camisas a cuadros + suéteres con escote en “v” y foulard de seda al cuello que resultan la ecuación más acertada. También son un furor los abrigos inflables, con telas técnicas y los matelasseados que adoptan las formas de camperas con prácticos multibosillos o de chalecos bitono, tal como lanzaron Levi’s, Ufo, Columbia, The North Face, Salomon y Ansilta. De la partida son las chaquetas biker de cuero que suman cierres varios, pitucones (parches en los codos) y vivos a contratono. Tal el caso de los modelos lanzados por Legacy, Grupo 134, Wrangler y Herencia Argentina que son ideales para combinar con buzos con capucha y camisas escocesas.
En cambio, para una ocasión formal, amerita el uso de blazers entallados sobre camisas lisas, con estampas escocesas y vichy. Ganan en calidez las versiones confeccionadas con suntuosos terciopelos, las que incluyen doble abotonadura dorada o XL y vivos de colores. El montgómery con capucha o maxi-cuello se convierte en el abrigo por excelencia y marcas como AY Not Dead y Legacy lo renuevan con detalles de charreteras en hombros y mangas y variedad de bolsillos para proteger las manos del frío. Claro, siempre es perfecto para llevar con pantalones rectos o de corte slim fit.
En cuanto a los tejidos, esta es una temporada que pondera las opciones en silueta oversize (con forma de grandes prendas de punto) que incorporan pitucones (coderas) y rayas diplomáticas. Una apuesta segura son los cárdigans de lana con ochos. La lana de tacto cálido, el nylon, o la pana, son algunos de los materiales claves de la temporada, y la materia prima que hilvana la colección de CH Carolina Herrera que, para el día del padre, también propone camisas, chaquetas y sacos con un nivel de detalle exquisito, donde los colores y tejidos principales interactúan y transitan por las diferentes familias de producto.
La camisa. Es el básico por excelencia; por eso, contar con un stock adecuado es todo un acierto. Es vital que en el guardarropa haya un par blancas para eventos más formales, y otras de estilo Oxford, a cuadros y en denim by Herencia Argentina para situaciones más décontracté.
Jeans. Son imbatibles los modelos bien azules, negros y color camel. Firmas como Adidas Original, Levi’s y Legacy los proponen en distintos cortes y lavados.
A los pies. Abundan las opciones, aunque la estrella son, sin duda, los slippers, ese calzado de estar en casa que salta a la escena de la ropa de calle en terciopelo y con logos ingeniosos como el de la calavera o la flor de lis bordada en hilos dorados. Borcegos, botinetas o desert boots se convierten para muchos en el calzado perfecto para combatir las bajas temperaturas, tanto por su comodidad, estilo y diseño como por lo fáciles que son de combinar con cualquier look informal. Su gran versatilidad es la clave de su éxito.
Por su parte, en cuestión de zapatillas, triunfan los diseños que apuestan al mix de texturas abrigadas, como la gamuza y el corderoy.
Accesorios. Las sedas de colores intensos dan vida a pañuelos y fulares que los hombres comienzan a usar en equipos formales y cancheros. Dan el toque dandy a cualquier look. La corbata llega bien finita y la pajarita o moño sigue más vigente que nunca. Se incorporan las mantas rústicas para hombres con mucha personalidad. Por ejemplo, la etiqueta Elementos Argentinos propone bufandones tejidos a mano en telar en pura lana de llama hilada con huso y en colores naturales: blancos, marrones y grises.








