Con Martino, el único que fue campeón como técnico y jugador...

Newell’s: indiscutida pertenencia

Siempre se destacó por algo: buenas inferiores, jugadores que quieren mucho al club y, en este caso, estrellas que volvieron para darle una mano en un momento complicado.

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La cancha de Newell’s llena y dos jugadores de notable categoría. El capitán de Colón (Cococho Álvarez) y el de Newell’s (Mario Zanabria) junto a la terna arbitral... Y Cococho era el “5” (con Mazo y Carlitos López como laderos en el mediocampo). Foto: Archivo El Litoral

 

Tomás Rodríguez

(Especial para El Litoral)

El miércoles de la semana pasada, Gerardo Daniel Martino, 50 años (nacido el 20 de noviembre de 1962) se convirtió en el hombre más exitoso de la rica historia de Newell’s Old Boys, con cuatro títulos de campeón argentino como futbolista (al igual que Norberto Scoponi, Miguel Ángel Fullana y Juan Manuel Llop) y uno como director técnico de la centenaria entidad fundada por los catedráticos ingleses del Anglo Argentino (actual Colegio Nº 2 Gral. San Martín) —del mismo nombre— el 3 de noviembre de 1903.

Primer título: Copa de Honor

El 24 de septiembre de 1911, en la cancha de River Plate -ubicada entonces en Dársena Sur, en la Boca- al vencer a Porteño, por 3 a 2, Newell’s consiguió el primer título en el concierto nacional, adjudicándose la Copa de Honor. En la primera etapa, ganó el sexto torneo local, habiendo enfrentado a Argentino (hoy G. y Esgrima), Atlético del Rosario (Plaza Jewell), Rosario Central, Tiro Federal, Provincial, Aprendices Rosarinos.

Luego, el torneo Competencia frente a River Plate y Quilmes y en las finales a Rosario Central, San Isidro y Porteño. El equipo titular formaba con José Hiriart; Tomás Hamblin y Rafael Bordabehere: Martín Redín, Caraciolo González y Antonio Torelli; Carlos Hollamby, Manuel Paulino González, Faustino González, Hugo Mallet y José Viale.

Copa Ibarguren

Una década después, el 29 de enero de 1922, en el viejo estadio de Boca Juniors, en las calles Ministro Brin y Aristóbulo del Valle, jugaron la final de la Copa Carlos Ibarguren, Huracán (con los internacionales Enrique y Luis Monti, el arquero Ernesto Kiessel, Ángel Chiessa y el José “Negro” Laguna), vencedor por primera vez del certamen de la Asociación Argentina, y Newell’s, con el aporte de tres santafesinos: Adolfo y Ernesto Celli y el goleador Atilio Badalini, fundadores en 1905 del club Colón.

La Lepra alistó a Bernardino Nuin; A. Celli e Isidoro Bourguignón: Alfredo Chabrolín y Filedolfo Salcedo; Humberto Libonatti, Julio Libonatti (un tanto, el primer futbolista argentino transferido a Europa) A. Badalini (dos conquistas), Blas Saruppo y Ernesto Celli.

En el profesionalismo

Por primera vez, Newell’s inscribió su nombre en el pedestal del fútbol profesional, donde impuso su juego, ganó la zona B y en la rueda final demostró ser el mejor equipo del Metropolitano de 1974.

La conquista fue la noche del 2 de junio, en el Gigante de Arroyito, al ganar el cuadrangular final con un empate 2-2 con Rosario Central, tras ir perdiendo 0-2 (José Arias y Carlos Daniel Aimar).

En ese partido, el empate llegó con cabezazo de Armando Rafael Capurro y al épico zurdazo de una de sus estrellas, Mario Nicasio Zanabria (se había iniciado en Unión). Previamente, había superado a Huracán 3 a 2 y a Boca Juniors por la mínima diferencia.

El equipo titular: Alberto Enrique Carrasco; Andrés Orlando Rebottaro, José Luis Pavoni, Osvaldo Pastor Barreiro y Armando Rafael Capurro; Carlos Picerni, José Orlando Berta y Mario Nicasio Zanabria; Santiago Santamaría, Alfredo Domingo Obberti y Juan Ramón Rocha. También jugaron Alberto Barril, Armando Garrido, Daniel Sperandio, Oscar Coullery, José Luis Giusti, Arsenio Julio Ribecca, Manuel Rosendo Magán, Daniel Marangoni, Waldemar Nicoletti, Hugo Promanzio, Sergio Apolo Robles, Carlos Scolari y Jorge Valdano.

Equipo espectacular

Con una de las mejores formaciones de su historia, los rojinegros rosarinos se consagraron campeones con brillo y solidez. La formación dirigida por José “Piojo” Yudica venía de soportar dos duras frustraciones ante River Plate y Rosario Central. Además, había perdido en forma increíble la final de la liguilla pre-Libertadores ante Boca (venció en la Bombonera 2-0 y cayó en el Parque de la Independencia 1-4).

Con la conducción del “Piojo” Yudica, un hombre de la casa, se armó uno de los mejores equipos de todos los tiempos: brillante, efectivo, sólido, gran capacidad de gol y conformado, como el del presente, con futbolistas nacidos en las inferiores o sea en la escuela emblemática del Parque de la Independencia; utilizando solamente 16 futbolistas.

Se erigió en el animador central de la competencia y en la consagración, aniquiló el 21 de mayo de 1987 —dos fechas antes— a Independiente, 6-1, dando la vuelta olímpica. Newell’s tuvo la delantera más ofensiva con 68 anotaciones y la defensa menos batida, apenas 22 tantos.

En ese plantel, estuvieron Norberto Hugo Scoponi; Fabián Armando Basualdo, Jorge Walter Theiler, Jorge Remigio Pautasso y Roberto Néstor Sensini; Gerardo Daniel Martino, Juan Manuel Llop y Juan José Rossi; Abel Eduardo Balbo, Roque Raúl Alfaro y Sergio Omar Almirón, la formación base, actuando también Miguel Ángel Fullana, Arnaldo Sialle, Ariel Cozzoni, Gustavo Dezotti y Víctor Rogelio Ramos.

Por penales

La tercera estrella leprosa resultó dramática en dos partidos finales ante Boca Juniors, definiéndose mediante la ejecución de penales, en la propia Bombonera, siendo el comienzo de un ciclo exitoso del director técnico Marcelo Bielsa. La reestructuración que estableció AFA en 1990 dispuso que el campeón del Apertura, Newell’s Old Boys, juegue frente al campeón del Clausura.

Se jugaron dos finales, el 6 de julio de 1991 en Rosario venció Newell’s con tanto del “Toto” Berizzo y en la Bombonera, embarrada y rugiente, tres días después, Gerardo “La Vieja” Reinoso —jugó los dos partidos, por Diego Latorre, afectado a la selección por la Copa América, lo mismo que Gabriel Omar Batistuta, reemplazado por el brasileño Gaúcho— anotando la conquista para el equipo de la Ribera. A los 37’, Carlos Moya (Boca) causó una grave lesión a Martino, siendo sustituido por J. C. Roldán.

En la definición por penales, triunfó Newell’s 3 a 1, el héroe fue el arquero rosarino Norberto Scoponi, deteniendo los disparos de Alfredo Graciani y Claudio Rodríguez y desvió Walter Pico.

El campeón formaba con Scoponi; Fabián Garfagnoli, Fernando Gamboa, Mauricio Roberto Pochettino y Eduardo Berizzo; Gerardo Martino, Juan Manuel Llop, Julio Saldaña y Ariel Boldrini; Ariel Cozzoni y Julio Alberto Zamora. Además de Diego Cerro, Sergio Stachiotti, Marcelo Escudero, Darío Franco, Ricardo Lunari, Juan C. Roldán, Cristian Domizi y Cristian Ruffini.

Otra vuelta

El torneo Clausura de 1992 fue emocionante durante su desarrollo y Newell’s Old Boys se coronó campeón mirando la televisión, tras el empate 0-0 entre Vélez Sarsfield y Deportivo Español (27 unidades) que dejaba sin chances al equipo gallego. Una de las figuras fue el guardián Scoponi al que le marcaron apenas ocho tantos en 19 partidos, es decir fue invulnerable en 10 cotejos.

El ganador de la competencia, conducido por el “Loco” Bielsa alistó a Norberto Scoponi; Fabián Garfagnoli, Fernando Gamboa, Mauricio Pochettino y Eduardo Berizzo; Julio César Saldaña, Alfredo Jesús Berti, Juan Manuel Llop y Lunari; Cristian Eduardo Domizzi y Alfredo Mendoza.

Asimismo fueron de la partida el arquero Luis Romero, Diego Cerro, Miguel D’Agostino, Miguel Fullana, Pablo Lenci, Gustavo Raggio, Sergio Stacchiotti, Rubén Bihurriet, Marcelo Escudero, Gerardo Martino, Cristian Roldan, Juan J. Rossi, Aldo Soria, Cristian Ruffini, el chileno Lukas Tudor y Julio Zamora.

Con el Tolo

Newell’s Old Boys se adjudicó el Apertura de 2004, guiado por otro hijo pródigo del Parque de la Independencia, Américo Rubén Gallego, haciéndose fuertes como equipo y dieron la vuelta olímpica pese a la derrota sufrida en la última fecha frente a Independiente, en Avellaneda, 2 a 0, manteniendo el oído en los receptores de radio.

Obtuvo apenas 36 puntos, siendo el campeón con menor cantidad de unidades en los 40 torneos cortos desde el Apertura ‘95, cuando cambió el sistema de puntuación (tres unidades por partidos ganados, en lugar de dos). Uno de los pilares de la conquista fue sin lugar a dudas el arquero paraguayo Justo Wilmar Villar, quien recibió sólo 11 goles en 19 encuentros, manteniendo el arco invicto en 10 partidos.

La formación titular: Justo Villar; Luciano Germán Vella, Julián Edgardo Maidana, Sebastián Domínguez y Germán David Ré; Fernando Daniel Belluschi, Javier Ariel Rosada, Guillermo Marino y Rubén Oscar Capria; Iván Emiliano Borghello e Ignacio Martín Scocco. Otros jugadores: Pedro Aguirrez, Leandro Fernández, Ezequiel Garay, Alejandro González, Hugo Iriarte, José Almaraz, Damián Manso, Ariel Zapata, Marcelo Penta, Héctor Steinert, Lucio Cereseto, Mario Jardel y Arnaldo Ariel Ortega.