Carril único para calle Rivadavia

  • La Municipalidad propone dejar una vía de uso exclusivo para transporte público. El comercio teme que la medida impacte en forma negativa.

Como toda ciudad en crecimiento, la capital provincial atraviesa por los mismos inconvenientes que presentan las urbes de escalas similares. Entre ellos, mayor concentración de población, con el consiguiente aumento en la demanda de servicios, y un parque automotor que se multiplica en calles con escasas o nulas posibilidades de modificar sus dimensiones. En lo que respecta al último aspecto, el resultado es, como ya se ha comprobado, una circulación vehicular cada vez más compleja y dificultosa por arterias en las que comparten el mismo espacio un número cada vez mayor de unidades particulares (autos y motos) y de transporte público, incluso colectivos que proceden o viajan hacia otras ciudades y atraviesan la urbe santafesina.

Frente a las dificultades que plantea este panorama y la ya comprobada imposibilidad de lograr una fluidez aceptable en el tránsito, existe coincidencia sobre la necesidad de debatir y encontrar soluciones con los elementos existentes. Dicho en otras palabras, es imposible ensanchar todas las calles para que tenga cabida la totalidad de los vehículos. Con alternativas, en los últimos años se vienen ensayando modificaciones, como el cambio de sentido de algunos tramos céntricos (25 de Mayo, Santiago del Estero y Obispo Gelabert, por citar algunos), cuyos efectos aún se están evaluando y en las que faltan practicar algunos ajustes, como el cambio en la ubicación de los semáforos en las esquinas.

Mientras tanto, una nueva propuesta del Ejecutivo municipal tuvo eco positivo en el Concejo Deliberante. Se trata del proyecto para dotar de un carril exclusivo para colectivos a doce cuadras de calle Rivadavia, con el fin de lograr una mayor fluidez en la salida del microcentro y facilitar el uso de transporte público por encima del particular.

Es que esa arteria, ancha y estratégica, ya que se trata de una de las vías más utilizadas para salir hacia el norte de la ciudad, es también una de las que mayor aglomeración registra en horas pico, cuando recibe el aporte de vehículos de todo tamaño. A esto se suma la presencia de coches estacionados en ambas manos de la calle, lo cual vuelve más complicada la circulación y suma un factor de riesgo al ya complejo panorama vial.

Sin embargo, más allá de las pruebas realizadas para sostener este proyecto y de la aprobación obtenida en el cuerpo legislativo local, en los últimos días el Centro Comercial volvió a expresar sus reparos a la iniciativa, a la vez que pidió que se analicen los efectos que la medida podría tener sobre la actividad que desarrolla el sector.

En cambio propone como alternativas que se controle el estacionamiento sobre la mano izquierda y que se prevea el cambio en el recorrido de los colectivos que viajan hacia otras ciudades.

A esta altura no se discute la necesidad de buscar soluciones para lograr un funcionamiento eficaz sobre un escenario físico que no se puede modificar. Así lo han comprendido otras ciudades que también implementaron la modalidad de carriles únicos u otras estrategias para facilitar el desplazamiento vehicular y peatonal. En este marco, el diálogo y el aporte de ideas superadoras serán fundamentales, siempre partiendo de la base de que un cambio es ineludible.

Por otra parte, no se puede negar que toda medida que se toma sobre el espacio público tiene efectos sobre algún sector. Pero igual de cierto es que la situación actual no favorece a nadie, que es imposible siquiera imaginar que se puede llegar en auto hasta la puerta misma del lugar que se quiere visitar, por ejemplo un comercio (y esto ocurre, dicho sea de paso, en el centro pero también en los barrios) y que la situación, así como se presenta en la actualidad, no favorece a nadie, tampoco a los sectores que se busca proteger.

Esa arteria, ancha y estratégica, es también una de las que mayor aglomeración registra en horas pico.