Unión tenía todo para ganar pero el “Lobo” jujeño se llevó los tres puntos

Hizo el gol y lo atacó un misterioso virus

Se puso en ventaja a los seis minutos de juego y regalaba salud, pero llegó el empate de Gimnasia y cayó en una enfermedad que terminó venciéndolo.

Alberto Sánchez

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Realmente es inexplicable lo que le sucedió a Unión ayer por la tarde en el 15 de Abril. Tan inexplicable como esas enfermedades que aparecen sorpresivamente, sin previo aviso, y sin nada que la haga prever. Porque desde el nacimiento del partido en el que se enfrentó a Gimnasia y Esgrima de Jujuy, el elenco rojiblanco mostró una actitud saludable al instalarse en campo rival y buscar la apertura del marcador, como es su “sana” costumbre.

A los seis minutos esa intención tuvo su premio gracias a la definición del “Potro” Salinas, que retornó al gol tras el descanso que se tomó en San Francisco de Córdoba, y definió con un toque corto una buena jugada de la que tomaron parte Correa, Vella, Mattos y Jara.

Pero a los 14 minutos, un tiro libre indirecto en el borde del área mayor de Unión se tradujo en una serie de rebotes que culminó en el pie izquierdo de Urresti. El ex tatengue remató cruzado y Mattos, en la línea, rechazó con tanta mala fortuna que la pelota dio en Brítez y se introdujo en la valla que da a la “redonda”.

Y de ahí en adelante comenzó el padecimiento rojiblanco. Una tras otra se fueron sucediendo las equivocaciones; algunas por apuro, otras por fallas técnicas, algunas por nervios, otras por desconcentración. Lo real es que el cambio fue tan evidente como preocupante, y por eso Sava, sin lograrlo, trataba de calmar a sus muchachos.

Fue como si un virus se apoderara del equipo del “Colorado”. Un virus indescifrable que comenzó a hacer mella en la salud del conjunto de la avenida. Fue tal la recaída que poco después de la media hora de juego llegó otro ataque a las células rojiblancas. Esta vez provocado por un cabezazo de un ex rojinegro, Jonathan Bauman. A esa altura, no había anticuerpo que pueda proteger tal impacto. El sufrimiento siguió hasta el final del primer tiempo. Fue lo mejor que le pudo pasar a Unión, irse al descanso perdiendo sólo por un gol de diferencia.

Por lo que pasó en el complemento, la charla que ha mantenido el “Colo” Sava en el entretiempo con el grupo de jugadores se la podría comparar con un suave analgésico para tratar de hacerle frente al mal que lo había aquejado durante la etapa inicial. No se observó mejoría alguna, y para colmo, los nervios comenzaron a jugarle en contra.

Al promediar el segundo período se le terminó la tolerancia al árbitro Alejandro Castro y expulsó a Brítez (parece que le hizo a Bauman lo mismo que a Lugüercio cuando debutó contra Arsenal). Eso produjo otros roces y también vieron la roja Bertocchi y el defensor visitante Ruiz.

El encuentro tomó un matiz diferente y dentro del desorden, lo único que le quedaba a Unión era buscar la “heroica”; el que aportó algo fue el “Coto” Correa, quien estuvo cerca con un par de cabezazos, pero ya no había tiempo para nada. Por lo menos para el local, porque para la visita hubo un regalito más, el tanto de Quiroga en el último de los ocho minutos que le otorgó de vida el referí tras el tiempo reglamentario al equipo tatengue.

Ojalá Facundo Sava encuentre el diagnóstico lo antes posible y que no se equivoque en la medicación. Lo principal será frenar la enfermedad, saber adónde está el virus y atacarlo. Las herramientas no son muchas pero hay tiempo para intentarlo.

Recién se llevan jugadas ocho fechas de las 42 que componen este largo y durísimo campeonato; y a pesar de que los tres puntos se lamentan, la pérdida del partido ante los jujeños fue lo menos negativo de la tarde. Hay que pensar en que la cura llegará si el paciente está predispuesto a lograrla, y para ello debe estar preparado psicológicamente y con ganas de pelearla.

Jara no la metió...

El delantero unionista desaprovechó la más clara

Increíblemente eligió darle con la zurda y la pateó afuera sólo frente al arquero vencido tras atajarle el cabezazo a Moreno. Tendría que haber tocado la pelota con la derecha.

Foto: Pablo Aguirre

...pero Brítez sí

El empate que enfermó al equipo

Luego de un tiro libre indirecto en la puerta del área grande, una serie de rebotes favoreció a Urresti, que pateó de zurda y su remate fue rechazado por Mattos en la línea, pero el balón pegó en Brítez y se metió.

Foto: Pablo Aguirre

 

El trapo dice lo que le pasó al equipo

A Unión lo infectó un extraño virus

El equipo de Facundo Sava tenía todo controlado. Salió a jugar desde el primer minuto como es su “sana” costumbre, aunque sólo duró un cuarto de hora. Consiguió la ventaja en el marcador, pero tras el empate de Gimnasia y Esgrima de Jujuy sufrió una descompensación y su salud se vio afectada. La debilidad se hizo más notoria al recibir el segundo gol a los 32 minutos. En el complemento todo se desnaturalizó, entró a jugar lo anímico y fue para peor: la reacción rojiblanca no llegó nunca, pero sí el tercero del elenco jujeño. La bandera de barrio Candioti bien podría haber sido firmada por el equipo tatengue.

Foto: Pablo Aguirre