Tomar agua: un hábito desde la infancia

Tomar agua: un hábito desde la infancia

Consumir bebidas e infusiones azucaradas representa un aporte de calorías vacías que puede favorecer la aparición de sobrepeso u obesidad. Educar desde la infancia contribuye a una vida más saludable.

FUENTE. PRENSA FUNDACIÓN DANONE.

 

La ingesta de líquidos cobra una gran relevancia en el marco de un plan integral de nutrición saludable, ya que, en la infancia es cuando se afianzan los hábitos. Sin embargo, en promedio, los niños en edad escolar en Argentina ingieren 208 calorías cada día a través de bebidas e infusiones con azúcar, lo que equivale aproximadamente 8 sobrecitos de azúcar diarios. Por lo tanto, es muy importante desde la escuela intentar un cambio de hábitos y estimular la ingesta de agua.

“En la actualidad, vemos que el hábito sencillo y saludable de beber agua no está instalado en la población, y mucho menos en los más chicos”, afirmó la Dra. Rosa Labanca, médica nutricionista universitaria y directora del Centro de Docencia, Asistencia e Investigación de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimenticios (SAOTA).

“Es sabido que los buenos hábitos instalados durante la infancia y la adolescencia acompañarán a niños y jóvenes durante toda su vida. Para ello, es muy importante el trabajo conjunto de padres y escuela, adonde los niños pasan muchas horas diarias, además del compromiso gubernamental y empresarial para promover salud”, agregó la Dra. Labanca.

Las intervenciones en escuelas

Trabajos realizados muestran que se puede estimular hábitos saludables con intervenciones en las escuelas. En particular, han demostrado ser más efectivas aquellas iniciativas que se extendían en el largo plazo y las que se acercaban además al núcleo familiar.

Según reconoció la Dra. Labanca, “las intervenciones escolares han demostrado mejoras sobre conocimiento de salud y los comportamientos saludables asociados”. En un metaanálisis de intervenciones de este tipo focalizadas en obesidad infantil publicadas entre 1995 y 2007 se vio que los programas a largo plazo son más efectivos que los de corto plazo.

Inclusive, una investigación realizada en Alemania evaluó varios colegios, instrumentando cambios de hábitos que incluyeron la colocación de bebederos, clases especiales y un trabajo con padres, maestros y directivos de las escuelas, demostró que al aumentar el consumo de agua, disminuyó el riesgo de sobrepeso en los niños un 31 por ciento.

Haciendo este análisis, y considerando la situación en nuestro país, agregó la Dra. Labanca, “aquí existe un programa educativo que trabaja muy bien para mejorar hábitos en chicos sobre el eje de la hidratación; se llama Mamá Papá, ¡Prefiero Agua!”. Es una iniciativa de Aguas Danone de Argentina, desarrollada con la colaboración de Fundación Danone, Villavicencio, Villa del Sur y la Sociedad Argentina de Nutrición, institución que dio su aval al programa luego de una exhaustiva y profesional revisión de sus contenidos.

ESCUELAS Y FAMILIAS

Este programa está destinado a niños de 5 a 8 años e involucra tanto a la escuela como a las familias fomentando la ingesta de agua. Es implementado -principalmente- a través de programas de capacitación continua a docentes de escuelas públicas y entidades privadas. Además, sus contenidos fueron declarados de interés por la Dirección de Desarrollo Sustentable del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y declarados de interés por la Municipalidad de Córdoba.

Ya se capacitó a más de 1.900 docentes, estimando que se alcanzó a 192 mil niños. El foco está puesto en colegios públicos y privados de Córdoba, Mendoza, Provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Del total de escuelas en las que se capacitó a los docentes durante 2012, el 84,3 por ciento manifestó haberlo implementado con sus alumnos. Actualmente, está desembarcando en Mendoza a más de 1700 docentes de escuelas públicas junto con la Dirección General de Escuelas e Irrigación bajo el paraguas del programa Ciudadanía del Agua.

“Lo destacable del Programa, además de que es promovido mancomunadamente, es el especial cuidado que se tuvo en su desarrollo para asegurar el interés de los niños. “Es usual encontrarse con frases como ‘El agua es aburrida’ o ‘Mi nene no toma agua’”, aseveró la Dra. Labanca.

UN CORTOMETRAJE

Esto está estudiado y cuidado en el programa para lograr realmente un vínculo diferente con el agua. Mamá, Papá, ¡Prefiero Agua! incluye información teórica y propuestas de actividades para usar junto con los niños.

Además, desde este año, con el intento de profundizar en el lenguaje y los formatos en que los chicos se entretienen y prestan atención, se desarrolló un cortometraje animado que forma parte del kit que los educadores comparten con los niños, disponible además en: www.prefieroagua.com.ar.

Este film fue desarrollado junto con un equipo de profesionales, integrado por nutricionistas, un guionista, la Casa de Música y una productora audiovisual de animación 3D de primer nivel. Tiene una duración de 3’30’’ intenta desterrar la imagen del agua como aburrida, mostrando los beneficios para la salud que representa mejorar los hábitos de hidratación a través del aumento del consumo de agua pura. Incluye personajes entrañables que integran una banda de rock, los SuperSplash, y que descubren cómo su vida es sedentaria, dispersa y algo haragana cuando sus hábitos no son los más saludables.