crónicas de barrio

Santo Tomé

Villa Adelina Este, donde el pasado milenario proyecta un futuro promisorio

A esta jurisdicción, siempre se la conoció como Las Cuatro Bocas. Su franja costera cuenta con una increíble belleza natural y una fauna silvestre que es única en la zona. El sector, además, alberga el yacimiento arqueológico Río Salado-Coronda II, el museo temático y el Club Náutico de Caza y Pesca.

Villa Adelina Este, donde  el pasado milenario proyecta un futuro promisorio

Límite. Un ejemplar añoso de tipa proyecta su copa sobre calle Candioti, formando con otras especies un túnel “arbóreo”. Esta vía marca el acceso principal a Villa Adelina Este y es una de las conexiones de Santo Tomé con Sauce Viejo. La imagen fue captada a escasos metros de Tomás Lubary, la arteria que separa ambos distritos. Foto: Agencia Santo Tomé

 

Ariel Durán-Sergio Ferrer

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La jurisdicción de la Asociación Vecinal Adelina Este cubre un espacio en forma de triángulo “irregular”, ubicado bien al sureste de la ciudad de Santo Tomé. Sus límites oficiales lo marcan calle Iriondo al oeste; el río Coronda, con sus costas y humedales, al este; calle Chapeaurouge al norte y la vereda norte de Tomás Lubary (hasta calle José Pedroni) en conjunción con calle Remedio Escalada de San Martín, al sur. La vereda sur de Lubary hasta Pedroni -cabe acotarlo- pertenece a la localidad de Sauce Viejo; desde allí, hasta la ribera, es todo territorio santotomesino.

Históricamente, este barrio fue conocido y aún hoy se lo menciona como Las Cuatro Bocas, nombre que hace referencia a la confluencia, en sus cercanías, de la desembocadura del río Salado en el Coronda, más el aporte de las aguas de otros dos afluentes: el arroyo El Tientuco (que implica la salida de ex laguna Bedetti, ahora llamada Juan de Garay) y el riacho Santa Fe.

Florencio Romero es creador de la Agrupación Verde Adelina, ámbito que formó hace mucho tiempo atrás, para desarrollar la idea de otorgarle a este sitio una concepción de reserva ecológica, y uno de los vecinos más representativos del barrio. No se cansa de decirlo, proclamarlo y asegurarlo: “Villa Adelina Este es un lugar muy especial, digno de ser visitado por aquellos que gustan y aman la naturaleza”.

Romero, reconocido nadador de aguas abiertas al que muchos llaman “Mojarra”, esgrime que “habría que considerar a Adelina Este de una manera privilegiada, declararlo de interés ecológico o algo por el estilo, para mantener toda su riqueza natural y darle la atención que se merece; es decir, para que existan lineamientos claros que impliquen que esta zona sea preservada y cuidada”.

Microclima

“Imagínense todo ese potencial, sumado a los hallazgos arqueológicos tan importantes que se fueron dando en los últimos años... es de un valor increíble”, resalta Romero. Aún así, lamenta que “todavía hay mucha gente que no logra dimensionar correctamente todo esto y lo que significa el encuentro con aquella civilización milenaria”. Florencio sostiene, convencido, que “hay muchos que no se han dado cuenta de que cuando Cristo estaba predicando por Jerusalén, aquí ya había asentamientos humanos, es decir pobladores muy sabios, que habían detectado la importancia del lugar”.

Romero agrega con orgullo que “era gente que supo apreciar que éste es uno de los sitios más altos de la zona y lo eligió para asentarse y vivir”.

Romero es también autor del libro “Nadador, Carpincho Blanco y otros cuentos”, recopilación costumbrista donde pueden apreciarse “pinceladas” de su forma de ver y analizar el paisaje y la naturaleza que lo rodea. “Este sector es siete u ocho metros más alto que la ciudad de Santa Fe; al ser más alto, genera la existencia de un microclima, con dos o tres grados menos de temperatura que el centro de Santo Tomé”, prosigue. Por esta razón, asegura que “si venís en el colectivo, por ejemplo, cuando llegás a Los Cuarteles ya el clima cambia y sentís que refresca un poco”.

Justamente, en su lado noreste Adelina Este linda con la zona identificada como Los Cuarteles, a la que siempre se la consideró parte de Las Cuatro Bocas. El nombre Los Cuarteles, cabe recordarlo también, es la denominación que perduró en el tiempo para el sector lindante con Villa Adelina Este, en el que sobresale el predio del Ejército Argentino en el que están establecidas dos de su unidades: el Batallón de Ingenieros Zapadores I Coronel Czetz (antes llamado Batallón de Ingenieros en Construcciones 121) y el Batallón de Ingenieros Anfibios 121 (antes Batallón de Ingenieros anfibios 601), con sus locaciones y establecimientos adyacentes. Entre los dos batallones se encuentra la Escuela Nº 166 Ignacio Crespo, conocida también como “La Escuela de Las Cuatro Bocas”.

Voces de adentro

"Éste es un lugar buenísimo, de lo mejor que puede haber en Santo Tomé. Está habitado por gente laburante como pescadores y albañiles. La zona de la costa es la parte más tranquila del barrio, un espectáculo. Hubo una época en que entraban a las casaquintas, pero desde hace un tiempo la policía patrulla seguido. El problema más serio es el transporte: estamos separados porque el colectivo llega hasta calle Candioti; si no tenés una bicicleta, una moto u otro vehículo estás complicado”.

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Víctor Taborda,

pescador.

"Es un barrio por demás tranquilo. Eso sí, si tenés una casa de fin de semana te conviene buscar un cuidador para evitar problemas o algún disgusto. Vivo acá desde hace cincuenta y cinco años y soy uno de los vecinos más antiguos de la zona, por eso conozco bien este lugar. Esto era puro campo; no había nada, sólo tres o cuatro casitas, pero ahora se ha poblado todo. Es impresionante como se construye... se vendió cualquier cantidad de lotes”.

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Manuel Alberto “Chueco” Albornoz,

albañil.

 

El dato

Flora y fauna únicas

Adelina Este es un lugar con una flora y una fauna excepcionales.

En materia de especies arbóreas pueden encontrarse sauces, ceibos, aromos, timbúes, curupíes, fresnos, ombúes, laureles, lapachos, paraísos, moreras, ibirapitás, pinos, ficus, jazmines y hasta un ginkgo biloba, un árbol sagrado y medicinal que es toda una rareza en la zona.

En cuanto a pájaros, se aprecia la presencia de cardenales, cardenillas, calandrias, horneros, benteveos, tijeretas, negruchos, colibríes, caburés y lechuzas, así como zorzales colorados y blancos, que se destacan con su canto. Además, el humedal costero ha sido hábitat natural de tortugas, gallitos de agua, gallaretas, caraus y gallinetas.

Otra mirada

Magnifico entorno natural y cultural

En los últimos diez años, Adelina Este creció significativamente. Cada vez más personas eligen el barrio para vivir. Puede observarse cómo ha cambiado hasta su fisonomía a través de nuevas construcciones de viviendas.

Sus accesos también se fueron modificando, con más luminarias y el mejorado de algunas calles. Paralelamente, el descubrimiento del yacimiento arqueológico y el nuevo museo le otorgaron también una mayor visibilidad social a la jurisdicción, más allá de sus propios límites. No obstante, considero que aún así Adelina Este es una zona de la ciudad que debe ser redescubierta por los santotomesinos para poner en valor su magnifico entorno natural y cultural.

Por eso, espero que este crecimiento se desarrolle respetando el entorno, potenciando la visualización del paisaje ribereño y sus islas, al mismo tiempo que sirva para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Arqueóloga María Rosario Feuillet, directora del Mast

Su calidad de reserva natural y la tranquilidad imperante son los puntos sobresalientes de Villa Adelina Este. Además, es incuestionable que el hallazgo de los enterratorios humanos y de los vestigios de una civilización milenaria abrieron una perspectiva turística difícil de “calibrar” o de considerar en su justa medida. Por el momento, las excavaciones están interrumpidas y se trabaja fundamentalmente tanto en la preservación como en la exposición de los elementos ya encontrados. “Esto está en marcha y no lo para nadie”, manifestó Florencio Romero a la hora de graficar el futuro que se vislumbra para Adelina Este. El “boom inmobiliario” que vive la zona y la valorización en alza de los terrenos es otro indicio del evidente auge que experimenta el sector.

El transporte público de pasajeros es el gran déficit o punto débil que tiene esta jurisdicción. Si bien Continental TPA llega a cubrir un sector del barrio con la Línea C Roja Ramal 4 Bocas-Samco -a veces reforzada con unidades de la C Negra-, queda una gran porción sin abarcar, especialmente hacia el lado de la costa donde se encuentran el Museo Arqueológico de Santo Tomé, los enterratorios humanos del sitio Río Salado-Coronda II y el futuro camping de la Asteom. En las últimas semanas, hasta hubo un reclamo en el Concejo para que el servicio de colectivos incluya esa zona. Mucha gente se queja por este tema y una de las razones es que llegan tarde al trabajo. Como segunda “carencia” barrial puede mencionarse la falta de un supermercado o mercado abastecedor grande, que provea al vecindario de las mercaderías que no pueden conseguirse en los almacenes locales.

Postales

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Museo Arqueológico Santo Tomé (Mast)

Inaugurado hace 5 meses, exhibe elementos que dan cuenta que en estas tierras hubo habitantes desde el año 315 antes de Cristo. A pocos metros se encontraron enterratorios humanos hallados a partir de 2007.

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La Asteom construye

A la vera del río, muy cerca de los enterratorios humanos del sitio arqueológico y bajo el lema “Un sueño en marcha”, la Asociación Santo Tomé de Empleados y Obreros Municipales (Asteom) levanta su camping recreativo.

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Edificaciones nuevas en la costa

El barrio vive un verdadero “boom inmobiliario y los terrenos se cotizan en alza. Estas construcciones limitan al fondo con los humedales del río Coronda, lo que potencia y revaloriza a las propiedades del sector.

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Ombú de gran porte

Éste es un claro ejemplo de la variedad y calidad de la vegetación que se encuentra en la zona. A pocos metros hay un terreno baldío de importantes dimensiones, todavía sin lotear y casi en estado virginal.

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Centro Asistencial Hipólito Yrigoyen

Es otra de las referencias barriales y está situado junto a la sede de la Vecinal Adelina Este, sobre calle Candioti, a pocos metros de la conjunción de esta arteria con Tomás Lubary y frente a la plazoleta 2 de Abril.

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Plazoleta 2 de Abril

Es uno de los espacios verdes más importantes del barrio y está “pegada” a las instalaciones del Club Social y Deportivo El Salvador (Ex Colegiales), en el límite con Sauce Viejo.

“Poco a poco se fue conformando lo que después se llamó Villa Adela, lugar alto y de árboles frondosos (...) Uno de sus encantos era el río que bordeaba todo su territorio por el lado este. Todo era apacible en este lugar, sólo el trinar de los pájaros y por las noches el murmullo de los insectos que habitaban el humedal rompían el silencio”.

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Fragmento del cuento “El sitio de las sombras”, de Florencio Romero, vecino de Adelina Este.