Con teatro y cine

Alejandro Awada en plenitud

El consagrado actor es uno de los protagonistas de “El placard”, un suceso de público en la actual cartelera teatral marplatense.

Alejandro Awada en plenitud

Frente a la marquesina de un ya indiscutido éxito teatral, Awada reflexionó acerca de su presente laboral. Su trabajo en "El placard" es brillante, de entrega absoluta y ovacionado por todos. Foto: Télam

 

De la redacción de El Litoral

Alejandro Awada disfruta de un presente pleno que incluye su segunda temporada teatral en Mar del Plata donde ratifica el impacto de “El placard” y con una destacada labor en el filme “El misterio de la felicidad”, de Daniel Burman, que se estrenó este jueves en todo el país.

“Estos dos trabajos son una muestra del muy buen 2013 que he tenido y estoy aprendiendo y sigo aprendiendo que si estoy bien todo sale bien”, confesó Awada durante una entrevista con Télam.

Recién llegado a los camarines del Roxy, donde la pieza dirigida por Lía Jelín sube a escena de miércoles a domingos, el actor aceptó que “la película (de Francis Veber) está muy bien escrita y me encantó, pero tengo bien en claro que hay enormes distancias entre los lenguajes cinematográficos y teatrales”.

Una obra ideal

Desde el presente de la propuesta que encabeza junto a Diego Peretti y Osvaldo Santoro, Awada confió: “Estoy viviendo con felicidad y con alegría lo fabuloso de hacer una comedia inteligente que me permite disfrutar mucho y por eso pienso que esta obra es ideal para Mar del Plata”.

Pese a que Awada solamente tuvo una experiencia teatral de verano en esta ciudad balnearia, cuando llegó aquí como parte del elenco de “Justo en lo mejor de mi vida”, “hace ocho años”, según recordó, sostuvo inmediatamente que no tiene “prejuicios con venir a Mar del Plata”.

“Lo que me interesa y me parece fundamental -especificó- es venir con obras que a mí me representan para darle al gran público que está de vacaciones en estas playas, ese tipo de teatro que, aunque esté basado en una película francesa, es absolutamente argentino.”

Mientras encendía un cigarrillo negro, Awada apuntó: “Tengo los garbanzos puestos en ‘El placard’ y eso me alivia mucho, ya que si bien estoy con la mirada puesta en elegir lo que más me interesa para mi carrera, el hecho de tener la parte teatral cubierta me da una enorme tranquilidad”.

Con el teatro a resguardo gracias a esta lograda obra que también animan Valeria Lorca, Hernán Muñoa, Agustina Cerviño, Matías Strafe, Marcia Becher y Pablo Finamore y el santafesino Carlos Méndez como vestuarista, quien lució en piezas como “El último yankee”, “Argentinien” y “Los Poetas de Mascaró”, el actor comentó que “el cine es un territorio que me gusta mucho”.

El cine, otra pasión

Como una demostración de ese apego por la pantalla grande, el intérprete saludó su participación en “El misterio de la felicidad”, el nuevo filme de Daniel Burman que se estrenó en cines argentinos.

Acerca de su rol como el detective privado Oudukian en el filme que encabezan Guillermo Francella e Inés Estévez, contó que su personaje “aparece en los inicios de la historia”.

Es que el personaje que le asignó el director de “La suerte en tus manos”, “Dos hermanos” y “El nido vacío”, por citar sólo algunos títulos, en principio debe ayudar a Santiago (Francella) y a Laura (Estévez) a resolver el enigma de la desaparición de Eugenio (Fabián Arenillas), socio y amigo de él y esposo de ella.

“Santiago y Laura inician la búsqueda pero ambos se irán dando cuenta de que ya no quieren encontrarlo, y yo hago de un investigador de lo humano y sobre lo humano que conecta muy bien con los protagonistas porque para él la felicidad del momento es algo esencial”, puntualizó analizando su juego en la trama.

El desarrollo cinematográfico del intérprete, de 52 años, tiene en carpeta al menos tres títulos más para este año: “El otro hombre”, de Sabrina Farji; “Kluge”, de Luis Barone; y “El borde del tiempo”, de Jorge Rocca.

Televisión con contenidos

En cuanto al tercer espacio laboral y expresivo para el actor, comentó que “lo televisivo me gusta pero quiero que sea una televisión con contenidos. Y para que eso sea posible, y esto no lo digo en general en nombre del actor, sino que hablo de mí, quiero que se sepa -subrayó- que se cuenta con mi pequeño aporte para que la Ley de Medios se materialice”.

Metido sin tapujos ni medias tintas en la disputa política e ideológica tras 10 años de kirchnerismo, el cuñado de Mauricio Macri consignó que “la intolerancia me llevó a perder afectos y amistades pero no reniego de eso, porque siento que fue necesario radicalizarse para saber dónde estaba parado cada uno”.