Un caso

“Estoy feliz de cerrar un ciclo”

b_DSC03011.jpg

Leonardo Lorenzón

 

Cuando todavía cursaba en la facultad, lo llamaron por un trabajo en el sector de sistemas de la firma Friar y regresó a sus pagos, Avellaneda, con la mochila llena de sueños y 5 materias pendientes que con el tiempo se volvieron más pesadas de lo imaginado.

“Rendí un par de asignaturas más viajando cada tanto, pero luego me enganché con el trabajo, me casé, tuve hijos y el estudio quedó rezagado. Hacía 9 años que no pisaba la universidad”, cuenta Leonardo Lorenzón, de 42 años que se anotó en el programa Volver a la Universidad, convocado por la UTN.

En octubre del año pasado rindió la última materia y consiguió el título de ingeniero en Sistemas. “Estoy feliz de poder cerrar un ciclo. Siento una satisfacción personal enorme. Miraba hacia atrás y siempre tenía la carrera pendiente. Te imaginás lo contento que están mis viejos que siempre me pedían que terminara. Ni hablar de mi familia que me bancó el estudio por las noches y los fines de semana”, comentó Leonardo vía telefónica desde su ciudad natal.

A este flamante ingeniero le llevó un año y medio rendir las tres materias. “De parte de la facultad el apoyo fue espectacular: desde Patricia Zoppetto que siempre nos estuvo fogoneando e incentivando, hasta los docentes que estaban dispuestos a cualquier consulta y me diseñaron una serie de trabajos prácticos para poder regularizar una materia que había cambiado el programa. Cursé Redes por el campus virtual junto con un grupo que armaron del Volver, y el profesor de sistemas ERP me dio clases personalizadas por Skype. Después fui a rendir los parciales y finales como cualquier otro alumno de la UTN”, contó.

Los nervios de presentarse a una mesa examinadora con cuarenta años son mayores que con veinte. “No podés ir a hacer papelón a esta edad. Así que estudié más que nunca y me saqué 8, 9 y 10. Fueron las mejores notas de toda mi carrera”, se ríe.