SEÑAL DE AJUSTE

Creo en Bo

3_TV-SERIES-PREMIERE-WALLPAPER.jpg

Alrededor de Bo y sus facultades sobrenaturales gira “Believe” (Warner Channel, los lunes a las 21), el debut en la tele del flamante oscarizado Alfonso Quarón. Foto: GENTILEZA NBC

 

Roberto Maurer

Bo es una niña de diez años, linda y vivaz, a quien se puede imaginar al frente de un club de fans de Justin Bieber, pero no salvando a la humanidad. Alrededor de ella y sus facultades sobrenaturales gira “Believe” (Warner Channel, lunes a las 21), el debut en la tele del flamante oscarizado Alfonso Quarón, cuyos fanáticos todavía no han encontrado en esta ficción la genial originalidad que le atribuyen al director mexicano, aquella que lo impulsó a los rangos más altos de Hollywood. Otros renombrados lo acompañan, como el productor J.J. Abrams, a quien se le debe “Lost”, y el actor Kyle MacLachlan, asociado para siempre a David Lynch.

Somos los chicos buenos

La dulce Bo (Johnny Sequoyah) nació con poderes y la disputan dos bandos que al principio no se alcanzan a identificar, ya que ambos parecen violentos, hasta que Winter (Delroy Lindo), un negro grandote que, disfrazado de cura, sacó de prisión a Tate (Jake McLaughlin) media hora antes de su ejecución, le dice:

—No usamos armas, señor Tate. Somos los chicos buenos.

En efecto, integran una organización que protege a la nena de otra organización que sí usa armas y cómo, y que intenta apropiársela para explotar sus habilidades muy surtidas: telekinesia, premonición, levitación y otras que en la botica de la fantasía suelen ocupar el mismo estante.

Tate ha sido salvado de la pena de muerte para ser utilizado como protector de Bo, en un contexto paranoico de persecución y fuga continuos. Pero Tate no simpatiza con la pequeña y menos con la función de niñero.

—No soy Mary Poppins -dice a Winter-. No me gustan los niños ¿Cuánto va a durar esto?

—Durará los mejores años de tu vida.

Chiquita pero providencial

Bo ayuda al Dr. Terry en medio de una crisis y le devuelve su confianza profesional. Le habla de Senga, a quien Terry nunca oyó nombrar, hasta que en el hospital atiende a una muchacha que lleva ese nombre artístico. Es una cantautora que se sienta en la cama de la sala donde está internada, agarra una guitarra y con el rostro iluminado se pone a cantar.

En el televidente nace una sospecha. ¿Con el médico y la cantautora no estará formándose un grupo de apóstoles alrededor de esa niña que habla con el aplomo de un profeta y constituye una promesa de redención? Al fin, en un solo capítulo asistimos a una serie de fenómenos inexplicables que en otro tiempo inmediatamente habrían sido llamados milagros.

En realidad, su rol de mesías ya lo definen las palabras que presentan la ficción: “Una niña vive entre nosotros. Ella cambiará el mundo. Si sobrevive”. En el caso de que nos encontremos ante una nueva versión del Evangelio, se debe consignar que el libro sagrado ha sido enriquecido con abundantes tiros y patadas voladoras. A pesar de la mezcla de acción, factores sobrenaturales y sentimentalismo salpicados por un misticismo disimulado, “Believe” sabe a plato recalentado.

¿Por qué ha sido elegido un convicto condenado a muerte y de pésimos antecedentes para custodiar a la niña? Ellos lo ignoran pero al final del primer episodio, Winter nos lo revela: Tate es el padre de Bo y no lo sabe.