Recaudación con inflación

Más dudas que certezas

  • Subió el ingreso por IVA 51 % aún cuando cayeron las ventas comerciales; bajaron los ingresos a la seguridad social. El “yuyo” cumple, la Nación se lleva más y las provincias “refinancian”.
 

Marcelo Bátiz

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DyN

El aumento de 37,1 % interanual de la recaudación tributaria de abril se hizo presente con más dudas que certezas, no tanto por el número final, como siempre alentado por la inflación, sino por una evolución tan dispar de sus componentes. Ante la falta de explicaciones, sólo queda la deducción basada sobre las cifras de abril de este año y el anterior, así como el cruzamiento de esos datos con los de la actividad económica sectorial divulgados por el Indec y diferentes consultoras.

Si el IVA impositivo aumentó 51 %, superior a cualquier estimación de inflación en el período, cabría inferir la conjunción de una mejora impresionante en la Administración y un crecimiento fenomenal de la actividad, a pesar de que sea el propio Indec el que reconozca tres trimestres consecutivos de caída de la actividad industrial y la Came muestre mermas en las ventas de comercios.

Por si eso fuera poco, ese aumento del IVA del consumo interno contrasta con la baja en el impuesto a los combustibles de 1,3 % en naftas y de 45,6 % en el resto, a pesar de que los precios de los carburantes crecieron más que la inflación general.

La retracción del mercado automotor no alcanza para explicar una caída tan abrupta en la recaudación de este concepto, a no ser que los usuarios de vehículos hayan resuelto masivamente dejar de usarlos y volcarse a la compra de bienes a diestra y siniestra.

Otro ítem que pone en duda el incremento del IVA es la pobre performance de los ingresos del sistema de seguridad social, que subieron sólo 19,4 %, exactamente 20 puntos menos que hace un año.

El magro resultado podría obedecer a aumentos salariales por debajo de la inflación, una menor cantidad de horas extras trabajadas y a la persistencia de sumas no remunerativas, además de suspensiones y despidos.

Con ese panorama, ¿cómo se explica que el aumento de IVA casi triplica al de seguridad social? O dicho de otro modo, ¿quiénes y con qué ingresos impulsaron esa suba de 51 %?

A esa suma de dudas se le pueden contrastar dos certezas. En primer lugar, los ingresos por retenciones aumentaron 64,8 %, en consonancia con la recuperación de los precios de la soja y a pesar de la merma en el comercio exterior en general. El vilipendiado yuyo se mantiene como uno de los pilares de la recaudación.

Asimismo, los recursos destinados a la administración nacional aumentaron más que las transferencias a las provincias. Si estas últimas representaban en abril de 2013 el 47,9 % de los primeros, ahora descendieron a 45,7 %, justo en el mismo mes en que se anunció la refinanciación de las deudas provinciales. Es una pena que no se exhiba un índice que mida el nivel de sumisión de algunos gobernadores.