Tras el asesinato de Joel en la puerta de la escuela

Balagué: “Debemos trabajar por la convivencia y la paz”

Dijo que la educación cumple un rol fundamental: puede hacer circular la palabra, fomentar el diálogo y la participación de los chicos. Aseguró que se estudiará la posibilidad de cambiar el horario de salida nocturno de escuelas puntuales que así lo requieran.

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“Nos duele cada vez que un hecho de violencia toca a nuestras escuelas”, dijo Claudia Balagué esta mañana. Foto: Mauricio Garín

 

De la Redacción de El Litoral

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“Debemos seguir trabajando por construir una cultura de la convivencia y de la paz, que es lo que nos falta a todos los santafesinos”. La ministra de Educación de la provincia, Claudia Balagué, se refirió por primera vez al asesinato del alumno Joel Soto, ocurrido el jueves pasado, a la salida de la primaria nocturna Nº 2501 Hipólito Yrigoyen, que comparte edificio con la escuela Drago.

Esta mañana, durante la inauguración de las Olimpíadas Santafesinas 2014, la titular de la cartera educativa manifestó que “estamos muy consternados y nos duele muchísimo cada vez que un hecho de violencia toca a nuestras escuelas”.

El jueves por la noche, un alumno de la primaria nocturna Hipólito Yrigoyen atacó a puñaladas a su compañero, en el pórtico del establecimiento educativo, ubicado en General Paz y Salvador del Carril. Como consecuencia, Joel Soto, de 16 años, falleció mientras era trasladado al hospital; en tanto que su agresor, otro alumno de 17 años, se entregó ayer a la Justicia.

Balagué lamentó que se llegue “a este nivel de violencia” entre dos alumnos, pero sostuvo que “afortunadamente son hechos aislados”. En ese sentido, admitió que hay una mayor violencia en toda la sociedad y la escuela no está ajena a esta situación. “No es una cajita de cristal”, advirtió.

La funcionaria remarcó que se están recibiendo pedidos puntuales para cambiar los horarios de egreso vespertino de algunas instituciones educativas. “No es una medida general, pero estamos trabajando sobre algunos casos particulares. También, en algunas circunstancias especiales estamos reforzando el patrullaje de la Policía Comunitaria en los horarios de entrada y salida de alumnos. Y pedimos a las escuelas que los estudiantes y docentes ingresen todos juntos y salgan de la misma forma. Son medidas que contribuyen a que podamos trabajar en paz”, señaló.

Sobre otro tipo de acciones más controversiales -como revisar las mochilas o colocar detectores de metales-, Balagué dijo que “no creemos que puedan brindar resultados. Apostamos más bien a seguir trabajando para que los chicos resuelvan sus conflictos a través de la palabra y no con puños y agresiones”.

Según las versiones de un primer momento, la escuela primaria nocturna para adultos Hipólito Yrigoyen habría sufrido un cambio en el perfil de su matrícula tras los lanzamientos de los programas nacionales como el Progresar, o provinciales como el Vuelvo a la Escuela, que buscan reinsertar en el sistema educativo a jóvenes sin trabajo ni escolaridad. Además de contar con talleres de oficio y comedor, en esta escuela nocturna se recibe a varios alumnos de la escuela especial Nº 2111.

Balagué negó que los chicos involucrados en el episodio fueran del Plan Progresar, como se dijo en algunos medios. “Si así fuera, desde el Ministerio de Educación debemos seguir trabajando para incluir a los jóvenes, porque a partir de la inclusión hay muchas herramientas para trabajar. Si están afuera es muy difícil poder hacerlo”, aseguró.

Estrategias escolares

La ministra de Educación abogó porque la escuela siga trabajando en la construcción de una cultura de la convivencia y la paz. “La educación cumple un rol fundamental en ese sentido porque puede hacer circular la palabra, fomentar el diálogo y la participación de los chicos, escuchar sus problemas, tratar de darles respuestas, es decir, trabajar con todas las herramientas para intentar prevenir el conflicto”, sostuvo.

En la provincia de Santa Fe -añadió- se vienen implementando los Consejos de Convivencia en las escuelas y la violencia forma parte del temario de las instancias de capacitación en servicio de unos 30 mil docentes.

Ante una consulta, Balagué respondió que “a veces los docentes pueden prevenir las agresiones, y otras no. Particularmente en este caso, ambos chicos hacía poco que concurrían a la escuela y era prácticamente imposible para los docentes conocer su historia personal y la de sus familias. Los docentes de la Hipólito Yrigoyen están haciendo un trabajo con un valor inmenso en estas circunstancias”, cerró.

Escuela manchada y alumnos estigmatizados

El viernes se suspendieron las clases en la escuela Hipólito Yrigoyen, pero anoche, los 70 alumnos volvieron a la institución tras el fatídico suceso. “Tuvimos una charla entre los docentes y el Equipo Socioeducativo ministerial y una rueda de convivencia con los alumnos. Los jóvenes plantearon, por ejemplo, que la escuela fue manchada por esta situación y que ellos se sentían estigmatizados. Nos decían que ellos tienen que andar por el barrio con sus mochilas y sienten que los vecinos desconfían de ellos”, describió Rafael Bono, director de la Región IV de Educación, que acompañó el regreso escolar. “Los estudiantes nos decían que de alguna manera se sentían degradados por lo ocurrido y que ellos iban a la escuela para estudiar, no para generar violencia”, contó el funcionario.

Del diálogo surgieron formas de intervención en caso de que se vuelva a presentar alguna situación similar. “Se comprometieron a avisar al docente si ven algún conflicto entre dos alumnos, así como acompañar a esos chicos desde su lugar de pares. También los alumnos plantearon no llevar mochilas, pero concluyeron que no debe ser así”, cerró.