Mirada desde el sur

No es Boudou, es Cristina

Raúl Emilio Acosta

No es posible dividir, en ningún caso, el binomio presidencial. Quien votó a Cristina votó a Boudou.

En ésta, como en otras cuestiones, no hay medio embarazo. Boudou es parte del embarazo. Los mismos que dicen que, quien traiciona a Cristina traiciona el proyecto, deben sostener que Boudou es parte indivisible del proyecto. Si hay un plan, si alguna vez hubo un plan, Boudou es parte del mismo.

Si Cristina no sabía nada debe pedirle que renuncie por traidor a un mandato unívoco (se votó fórmula). Si Cristina sabía debe pedirle que renuncie, para que la culpa llegue hasta allí y no se expanda.

El proyecto está herido, el relato tartamudea, los héroes son de pacotilla y la carne débil. En una década la sumatoria de corrupciones, desmanejos y concesiones al prevaricato, superaron cualquier rango. La clase política directa está herida de muerte. No quedan fuera todos los que toleraron la caída.

Tampoco quedan libres los que se suponen opositores y nunca, nunca armaron un “plan B” para el país. De tanto criticar al peronismo corrupto y dictatorial la oposición no tiene un recambio en condiciones de suceder a los actuales administradores. Cristina y Boudou tienen mayoría legislativa, Senado y Diputados obedecen hasta el 10 de diciembre de 2015. No pueden argumentar hostigamiento.

Desde el 2002/03 el dinero entra, por la venta de productos primarios, sin solución de continuidad. No hubo buen manejo. Los medios periodísticos fueron declarados enemigos sólo después de la 125, antes eran socios. Misma polca.

No hay forma efectiva de ocultar el enriquecimiento desmedido, ilícito, de la familia Kirchner. No existen argucias legales que cierren las causas por corrupción de los funcionarios que ya están implicados. Gobernadores traficados, diputados y senadores comprados, jueces chantajeados y periodistas complacientes armaron esta realidad. Los frutos del árbol venenoso siempre serán considerados venenosos. Hay olvido y perdón sólo si hay complicidad.

No hace falta que la Justicia se expida sobre Boudou, la voz de la presidente y la vindicta pública son suficientes. Resulta muy difícil, para los periodistas kirchneristas, adherir a esta práctica de gobernar. Más difícil justificarla.

Si todavía sos militante K no rentado: ¿qué contestás cuando te preguntan por el Calafate Dream? Si aún sos periodista K con cierto rigor, cuando se habla de Luis D’Elía y/o Hebe, ¿cómo te las arreglás? Cuando mencionan Skanska ¿seguís diciendo que es una marca de yogurt? Cuando mencionan negociados de Julio De Vido ¿cambiás de tema? Cuando te hablan de más ricos y más pobres y más capital concentrado en menos manos ¿Qué contestás? Cuando argumentás que ningún salario es ganancia y no te escuchan ¿pueden argumentar justicia social? Cuando escuchás que descubrieron bondades de una vacuna recién cuando se la aplicó el nieto, ¿Qué pensás de funcionarios de salud y de la abuela? Cuando recordás que la riqueza personal se aumentó en un 800% por ser una exitosa abogada que nunca ejerció ¿no te ruborizás? Cuando recordás que sostenían que la soja era un “yuyito” y que prometían que iban por todo ¿das vuelta la cara y cerrás los ojos? Cuando Schiavi, Schoklender, Báez son mencionados en los noticieros ¿creés que se trata de un trío de deportistas? Cuando mencionan periodistas como los culpables de los males, porque los dan a conocer ¿aprobás la amenaza, la censura? Cuando se han peleado con los sectores gremiales ¿vos los bancás cuando dicen que son peronistas? Después que escracharon jueces, opositores, medios, empresas ¿vos les creés cuando sostienen que son imparciales?

En una monarquía nada se hace sin conocimiento del soberano, eso es traición. Somos una monarquía de baja intensidad. En un régimen populista, el que tiene los votos manda sin atender opiniones encontradas. Estamos en un régimen populista.

Los sistemas progresistas atienden el crecimiento de políticas públicas. Ni autos ni teléfonos. Agua, energía, carreteras, vacunas, seguridad, estudio. Con una inflación del 25/35 % anual y tasas de interés del 14/25/40 % ¿es posible argumentar crecimiento, bienestar y futuro perdurable?

Todas las frases anteriores fueron pensadas para un tuit, poco más o menos. El país se ha convertido en un gigantesco hervidero mediático. Sólo la comida, el sueño, la fiebre y la violencia urbana son reales. Vivir en los medios quita peso específico, se vive en el aire. Denunciar y ser denunciado en mitad del ciberespacio pone a la memoria en crisis de libertinaje.

Un país que tiene a su vicepresidente severamente cuestionado tiene a su sistema en tales condiciones. La matriz del peronismo nos acompaña desde junio de 1943 (4 de junio) y no sabemos salir, no podemos, no queremos. No es Boudou, es Cristina. Despegarlos es morir un poco. Eso les pasa, eso nos pasa. No podemos despegarnos de esta realidad. Nosotros somos esta realidad. Cristina y Boudou. La fórmula es un binomio forever. Hasta que la muerte civil los separe.