En la carrera de Diseño Industrial de la Católica

Diseñaron réplicas en 3D de huesos humanos para prácticas educativas

  • Son reproducciones impresas tridimensionales de piezas óseas -procesadas en computadora- que se usarán en prácticas académicas para los alumnos de Ciencias de la Salud. Tendrían una aplicación en medicina.
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Reproducción. Una de las réplicas tridimensionales que se realizan desde la carrera de Diseño Industrial de la UCSF.

Foto: Gentileza Prensa UCSF

 

Luciano Andreychuk

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Antes, los estudiantes de Medicina recurrían a los cementerios para solicitar huesos humanos para sus prácticas académicas. Por suerte, esta costumbre profanatoria está terminando, gracias a las nuevas tecnologías aplicadas a la educación universitaria. Y la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) ha decidido aprovechar la potencialidad de los recursos tecnológicos para facilitar las prácticas de los estudiantes de la carrera de Ciencias de la Salud.

Desde la Licenciatura en Diseño Industrial de esa casa de estudios privada se están produciendo materiales didácticos y educativos dirigidos a la formación en ciencias biológicas y medicina. Se llaman simuladores médicos: son reproducciones impresas en 3D de huesos humanos, procesados previamente por programas informáticos específicos, que sirven para que los estudiantes de Ciencias de la Salud tengan elementos para estudiar en sus prácticas.

Nada de huesos de verdad: son simulaciones tridimensionales que sirven para que los alumnos aprendan. Esta iniciativa está aún en proceso, pero tiene mucho futuro: con el tiempo los simuladores podrían aplicarse en prácticas médicas específicas, como cirugías y otro tipo de intervenciones de complejidad.

Los simuladores médicos de la Católica reproducen piezas óseas varias del cuerpo humano, cuya información tridimensional se obtiene desde tomografías computadas y resonancias magnéticas. Se logran gracias a los equipos de prototipado rápido e impresión tridimensional con que cuenta la carrera de Diseño Industrial. Y permitirían a universidades, ministerios y otros organismos oficiales de sanidad y educación, hospitales, médicos, fisioterapeutas, estudiantes y a la industria farmacéutica llevar a cabo tareas específicas con ellos.

El proyecto

“Nos convocó el Dr. Guillermo Kerz, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud. Como ya no se pueden usar piezas de cuerpos humanos para enseñar medicina, pensamos en hacer reproducciones de huesos humanos. Arrancamos con estas piezas, pero queremos hacer simuladores de órganos”, contó entusiasmado a El Litoral Gonzalo Savogin, coordinador de la Licenciatura en Diseño Industrial de la Facultad de Arquitectura de la UCSF, a cargo del proyecto.

Se usa geometría tridimensional de la pieza que se reproduce, en base a programas informáticos, y luego se imprime la reproducción en la impresora 3D. El diseñador explicó que inicialmente estas réplicas se utilizarán con fines didácticos y educativos para los alumnos de Ciencias de la Salud, pero hay intenciones de ofrecerlas para prácticas médicas.

Usos prácticos

“Por ejemplo, estas reproducciones servirían para hacer estudios en un paciente que tiene una determinada patología, como una fractura, y que debe someterse a intervención. Se hace una tomografía, y con la información que da ese estudio se puede hacer una reproducción simulada en 3D impresa, para que el médico tenga precisiones exactas del lugar a operar, para llegar sin dificultades a la zona de la lesión”, explicó Savogin.

Ya hay reproducciones hechas (ver foto) por una alumna de primer año de Diseño Industrial, con la coordinación de Savogin. El especialista destacó el trabajo articulado entre las dos carreras. “Con los simuladores médicos se pueden hacer muchas cosas, en distintas especialidades. Estamos entusiasmados y con ganas de mejorar esta iniciativa”, concluyó.

Sobre el uso de los simuladores

  • El entrenamiento con simuladores está aumentando progresivamente en la enseñanza sanitaria, gracias a un gran número de datos que apoyan su uso adicional a los métodos tradicionales de enseñanza. La simulación ha sido ampliamente testada como una metodología educativa eficaz, y que complementa a otras iniciativas de seguridad del paciente a lo largo del proceso de entrenamiento clínico.

La simulación es una técnica que puede preparar a los estudiantes para una realidad práctica compleja, por lo cual las simulaciones bien diseñadas enfrentan a los alumnos con auténticos problemas, sintetizan datos, toman decisiones clínicas, y reflexionan sobre su práctica.

Al ser realizadas en un entorno seguro, se elimina el riesgo pues no hay paciente, y el aprendizaje es óptimo. Los simuladores también permiten a los médicos estudiar situaciones particulares de cada paciente como, por ejemplo, un análisis de un procedimiento quirúrgico previo a la intervención del paciente.