Un barrio jaqueado por la delincuencia 

Siguen los golpes en barrio Sur

Estos últimos días los rufianes atacaron la histórica panadería Santo Domingo. También desvalijaron la vivienda del director de teatro Jorge Ricci.

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Quién sufrió el último robo es el comentario reiterado entre los clientes del tradicional comercio.

Fotos: Danilo Chiapello

 

Danilo Chiapello

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“Este barrio está tremendo porque los robos se suceden a toda hora. Yo ya llevo dos asaltos a mano armada, y es por eso que mi hijo decidió hacerme de custodia”, dice Estela, desde atrás del mostrador de la panadería Santo Domingo.

Hace ya 46 años que Estela tomó la posta para continuar con la actividad de este histórico comercio (ubicado en 1º de Mayo y 3 de Febrero) cuyo inicio se remonta a 1861.

A modo de presentación, la mujer indicó que “nunca como ahora padecimos tanto la inseguridad. Cada cliente que entra acá lo único que comenta es quién fue la última víctima de un robo”. “El viernes a media tarde apareció un jovencito en moto, con una señorita detrás. Estacionaron el rodado en la puerta y acto seguido se lanzaron contra mi hijo, de 29 años, que estaba haciéndome de custodia. Lo apuntaron con un arma y le pidieron el dinero y el celular.

Mi hijo se resistió y entonces se originó un forcejeo. Así y todo alcanzó a gritarme para que llame a la policía. De la desesperación yo no podía llamar porque estaba viendo cómo lo tenían a mi hijo. El muchacho no se sacó nunca el casco, igual se notaba que era un menor, muy flaquito. Y la chica miraba todo lo que hacía su compinche.

Finalmente me comuniqué y a los 10 minutos vino un patrullero, pero los delincuentes ya se habían retirado. Salieron a perseguirlos pero no los encontraron.

Acá el barrio está tremendo. Ese mismo día hubo otros cinco hechos. Yo lo sé porque la gente viene al negocio y lo comenta.

Todos los días acá hay un hecho delictivo. Tengo una vecina, acá a la vuelta, que ya lleva cuatro robos en su domicilio

A mí ya me asaltaron dos veces a mano armada, siempre a la tarde. Por eso mi hijo decidió hacerme la vigilancia. A la siesta también hay muchos robos. En verdad aquí los ilícitos ocurren a toda hora, de mañana, tarde o a la noche. Tengo una vecina, acá a la vuelta, que ya lleva cuatro robos en su domicilio.

Ayer a la mañana acá en la esquina de 1º de Mayo y 3 de Febrero había operarios de un cable trabajando. Cuando bajaron de la escalera les habían robado todas las cosas. Eso ocurrió a las 10 de la mañana”, culminó.

Sólo 20 minutos

La noche del sábado 29 noviembre el reconocido director de teatro, Jorge Ricci, y su esposa salieron de su domicilio, de Amenábar y 4 de Enero, para concurrir a una cena. Pero ni bien pasaron unos minutos varios delincuentes ingresaron a la casa, desde donde sustrajeron alhajas familiares, algo de dinero y elementos de computación.

El caso de Ricci, se suma a una serie de episodios delictivos ocurridos recientemente en la jurisdicción, los que causan lógica preocupación entre los habitantes de la tradicional barriada.

Esta mañana, en diálogo con este diario, el también actor y docente narró los pormenores del suceso. “Aquella noche junto a mi esposa salimos de casa a las 21 para concurrir a una cena. Llevábamos unos regalos y unos vinos. Gracias a la filmación de un vecino que tiene cámara de seguridad, supimos que a los 6 minutos que nos fuimos entraron ladrones a nuestra vivienda.

Los sujetos treparon por el frente hasta que llegaron a los techos y desde allí se “descolgaron”’ al patio. Luego forzaron una puerta-ventana y accedieron a la propiedad, a la que dieron vuelta “como un guante”.

Entraron a las 21.10 y a las 21.40 se fueron. Es decir que estuvieron cerca de 20 minutos.

“Después vi en la filmación que cuando salimos había estacionado en la puerta un automóvil de alta gama con unos tipos adentro. Pese al contraluz se advierte que son personas jóvenes y corpulentas. Treparon del lado de la calle como si fueran artistas de circo. Reitero que esto pasó a las 21, cuando por acá pasan vehículos y gente a toda hora”.

Llamativa comodidad

“Durante los 20 minutos que los ladrones estuvieron acá, pasó dos veces un móvil del Comando al lado del auto de alta gama que estaba estacionado”, agregó.

“Lo que yo noto es que hay como una sobreactuación de la policía. Porque pasan cada dos minutos pero, en rigor, los robos siguen ocurriendo cada cinco minutos. Ésa es la realidad.

Estamos en el corazón de barrio Sur, muy cerca de donde se concentra todo el poder, a metros de la Casa de Gobierno, del Palacio de Tribunales, de la Legislatura, y la situación es de desprotección total.

Es evidente que acá está “trabajando” una o dos bandas que han tomado la zona como apta para cometer todo tipo de delitos. Hay robos callejeros, asaltos en comercios, “entraderas”, en fin... Yo no acuso a nadie, pero es evidente que “trabajan” con llamativa comodidad.

A mí me llevaron algún dinero, también joyas que son en su mayoría recuerdos de familia y elementos de informática, como la computadora y una netbook.

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“Los hechos delictivos acá se suceden a toda hora. Se está haciendo imposible vivir así”, dijo Estela, titular de la panadería Santo Domingo.

Seguidilla

* El domingo 14 del corriente, tres rufianes se ganaron al interior de una vivienda de calle Francia 1189, donde vive un matrimonio de jubilados. Los delincuentes sometieron a una golpiza a los esposos (él de 91 años y ella de 76). Finalmente les llevaron joyas familiares y algo de dinero.

* Este lunes un delincuente solitario se “coló” en la vivienda del abogado Luis María Lapalma, en pasaje Cervantes 3078. El rufián sustrajo elementos de valor y finalmente escapó por los techos de las viviendas vecinas.

Pero el citado profesional ya había sufrido los embates de la delincuencia. El 28 de de noviembre fue blanco de una violenta “entradera”.