La inflación persiste

La estadística sigue sin los pobres

El Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNu) tuvo en enero un incremento del 1,1 % respecto de diciembre, mientras que subió 20,9 % con relación al mismo mes del año pasado según el Indec. En la versión oficial el primer mes del año cerró sin inflación mayorista.

El denominado IPC Congreso, que es un promedio de las estimaciones de las consultoras, marcó una inflación de 2,08 % en enero.

Aún no se cumplen las promesas de “empalme” entre la vieja y la nueva medición de inflación que prometiera Jorge Capitanich. El atribulado jefe de Gabinete aún debe explicar por qué la Argentina se quedó sin indicadores de pobreza, mientras la inflación medida por el sector privado volvió a duplicar a la oficial.

A ocho años de la intervención del gobierno en las estadísticas bajo la mano del entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, los técnicos desplazados del Indec estimaron que la pobreza que oficialmente no se informa desde hace casi un año alcanzó en el primer semestre de 2014 al 25,5 % de la población.

Según esa cifra, elaborada por la Comisión Técnica de ATE Indec con la metodología tradicional del Indec (antes de la intervención) y los precios corregidos, en el tradicional “abrazo” al ente estadístico, la coordinadora del IPC Nacional desplazada por Moreno, Marcela Almeida, divulgó el porcentaje que representa a 9,7 millones de personas sobre la base de un total de 38 millones de habitantes.

De acuerdo con esta medición, la canasta básica total para una familia tipo fue de $ 5.373 en el primer trimestre del año pasado y de $ 5.801 en el segundo trimestre. En el último dato informado por el Indec para el primer semestre de 2013, la pobreza llegaba al 4,7% de la población mientras que sólo 1,4% era indigente. Bajo la medición alternativa, la pobreza es cinco veces mayor al último dato oficial.

El 23 de abril de 2014, el Indec discontinuó la publicación de pobreza e indigencia “por contar con severas carencias metodológicas, la discontinuidad del IPC-GBA y la imposibilidad de empalme con el nuevo IPC-Nu”.

El nuevo índice de precios empezó a regir en enero de 2014. Si embargo, nunca se publicaron los datos de pobreza e indigencia correspondientes al segundo semestre de 2013, donde no hubiesen mediado problemas de “empalme” porque los datos se basaban en el viejo índice de inflación, que midió hasta diciembre de 2013.