Es por la falta de pago de los operativos policiales desde 2009...

Afa “debe” casi 100 millones de pesos a clubes de Santa Fe

Cuando se creó Fútbol para Todos, la casa madre se comprometió a que 26 de los 600 millones iniciales, se destinaran a la seguridad en el fútbol. En el caso de la provincia de Santa Fe, el presupuesto llegaba a los 8 millones anuales que, actualizados, suman 16 en 6 años de vigencia del acuerdo con el Estado Nacional.

Afa “debe” casi 100 millones de pesos a clubes de Santa Fe

Los cinco presidentes de los clubes de la provincia que hoy, en un hecho histórico, militan en la máxima categoría. Está Lalo Vega en la foto, una de las últimas como presidente sabalero antes de la renuncia presentada esta semana que termina. Acompañan otros dirigentes cuando fueron citados por Bonfatti. Foto: Amancio Alem

 

Enrique Cruz (h)

El último balance de la Afa arroja un pasivo de 1.481 millones de pesos, lo que no condice con aquello de “Afa rica, clubes pobres” que se ha transformado en un “caballito de batalla” de quiénes, sobre todo en la gestión de Julio Grondona, querían mostrar un panorama totalmente opuesto entre la economía de la casa madre con la de las instituciones que la conforman. Pero no es ése el motivo de este análisis, sino otro. Ese mismo balance indica que, al momento del cierre del ejercicio, los clubes le debían 691 millones de pesos. Esta cifra —que hoy se puede haber incrementado— surge como consecuencia de adelantos que se le fueron haciendo a los clubes, en algunos casos a cuenta del dinero que se recibe de Fútbol para Todos. Concretamente, yendo a los clubes de Santa Fe, es lo que generó buena parte de la deuda que hoy tiene Colón —se admite que la Afa es el principal acreedor de la institución—, mientras en Unión se señala que las cuentas con la casa madre están relativamente al día.

Cuando en 2009 se creó Fútbol para Todos, la distribución inicial de los 600 millones de pesos contemplaba 415.898.000 pesos a repartir entre los clubes y 26 millones que se iban a destinar al pago de los operativos policiales.

El diario La Nación dio cuenta de esto en la cobertura de la reunión del comité ejecutivo donde se aprobó el reparto del dinero, en 2009. “... En la reunión del Comité Ejecutivo se resolvió destinar 26 millones de pesos para solventar los operativos de seguridad en los partidos, algo que impulsaba la mayoría de los clubes. Hasta ahora, cada institución debía abonar los operativos con fondos propios”, se dijo en ese informe, en aquél momento.

¿Qué se hizo en aquél momento con el dinero de los derechos televisivos?, reducir la brecha entre grandes y chicos. Boca y River recibieron 30.680.000 pesos cada uno y seguirán siendo los equipos más favorecidos. En un segundo escalón, San Lorenzo, Racing, Vélez e Independiente percibirán 23.100.000 pesos. Y en una tercera franja estarán unificados los restantes 14 equipos —incluidos los recién ascendidos, Atlético Tucumán y Chacarita—, que ingresarán 16.867.000 pesos a sus tesorerías.

“Las tres categorías de ingresos que se definieron ayer implican varias modificaciones con respecto al modelo que se usaba hasta ahora: por un lado, se achica la brecha entre los equipos que más dinero reciben y los que menos (era de 18,7 millones de pesos y ahora es de 13,813 millones) y, por el otro, los equipos recién ascendidos casi triplicaron sus ingresos (pasaron de 6,5 millones de pesos a 16,8 millones). En este sentido, la nueva distribución puede verse como una socialización de los ingresos, ya que los que más ganan (Boca y River) apenas aumentaron un 21% (antes ganaban 25,2 millones de pesos; ahora, 30,68 millones)”, señaló en ese entonces el informe de La Nación.

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¿Cómo se llega a los 100 “palos”?

Desde aquella cifra establecida en 2009 a la actual de 1.195 millones de pesos que se destinarán a los clubes según aprobó el Gobierno Nacional en su presupuesto de 2015 de Fútbol para Todos, se produjo un incremento del 288 por ciento. Si ese mismo aumento se lo aplica a los 26 millones de pesos destinados a operativos policiales, la cifra se eleva a 74.880.000 pesos.

Entre 2009 y 2014, el costo de la hora-hombre de adicionales pasó de 30 pesos a 54 pesos, o sea que el aumento fue prácticamente del ciento por ciento en la provincia de Santa Fe durante estos últimos seis años. O quizás más, porque la cifra en cuestión podría haber sido actualizada en estos últimos meses. En aquél entonces (2009), de acuerdo a un informe que se le pasó a la Afa, jugar al fútbol en la provincia insumía un costo total de 8 millones de pesos anuales en operativos policiales.

Cierto es que esos 8 millones, por el aumento del costo de la hora-hombre, creció como mínimo a 16 millones de pesos. En consecuencia, a valores actualizados y multiplicando los seis años de vigencia de Fútbol para Todos —cuyo contrato tiene una duración hasta el 2019—, se llega a esa cifra de 100 millones de pesos que, estimativamente, se calcula que la Afa debería haberle pagado —a valores actuales— a los clubes de la provincia de Santa Fe para los operativos policiales.

En la actualidad, un operativo policial para un partido de los denominados normales y en los que no existe un alto riesgo, demanda a los clubes un costo del operativo que ronda entre los 90 y 100.000 pesos, aproximadamente, los cuáles se pueden incrementar en el caso de que se juegue ante un grande y siempre que se mantenga esta restricción para el ingreso de hinchas visitantes.

Hace un tiempo, Marcelo London, dirigente de Boca, se quejaba del alto costo de los operativos policiales y señalaba que “de esto se debe hacer cargo el Estado”. Posiblemente, London no haya estado “alertado”, como muchos dirigentes del fútbol argentino, de aquello que se estipuló en 2009. En Santa Fe, los dirigentes de Colón y Unión señalaron en varias oportunidades el alto costo de apertura de los estadios y de los déficits que se generan por la escasa recaudación —los socios entran gratis, más allá que ahora Unión cobra un bono— y los gastos que superan ampliamente los ingresos.

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La repudiable y lamentable agresión a “Lechuga” Alfaro en la cancha de Rosario Central. Suspender el partido y aplicar penas deportivas y económicas deberían ser de su competencia. Para clausura y demás, están los organismos oficiales correspondientes. Foto: El Litoral

En la Afa se quejan porque reclaman una actualización. “El mínimo garantizado se rige por los incrementos del Valor Básico de Referencia (VBR) del abono de cable, un promedio ponderado de los precios de las operadoras de TV codificada del país. Según los aumentos de las facturas de cable, la Afa debería cobrar alrededor de $ 1.950 millones por año”, bastante lejana a los 1.195 millones que se destinarán a los clubes. No es el único retraso. Los clubes recientemente ascendidos cobran mucho menos de lo que perciben los que subieron medio año antes, caso Defensa y Justicia. Por eso la queja de Luis Spahn en varias ocasiones. Pero este es otro tema.

Hoy, en el diario La Capital, hay declaraciones del presidente de la asociación civil “Salvemos al fútbol”, Mariano Bergés, respecto del partido entre Central y Tigre, cuando fue agredido Gustavo Alfaro. “Para Bergés, ‘AFA debe decidir sobre cuestiones deportivas pero no sobre quién va a la cancha y quién no, para eso está el Estado: la policía, el gobernador y las reparticiones de seguridad a su cargo, que no puede tampoco apuntar a suspender sólo una platea porque cualquiera sabe que eso no cambia las cosas. Me pregunto, ¿y si la herida de Alfaro hubiera sido peor? Cómo puede ser que no se suspenda el partido porque la víctima dijo que ‘no’?”, señala La Capital.

Sin dudas que, en este caso, la Afa se arrogó la competencia de los organismos públicos de seguridad deportiva. Los dirigentes declaran permanentemente que la seguridad y el control sobre las barras es un tema del Estado. Sin embargo, la Afa, a partir de la medida adoptada, lo hace propio, pero nunca cumplió con aquella decisión de hacerse cargo del pago de los operativos policiales y “durmió” en sus oficinas el Afa-plus, sistema que se creó, precisamente, para tener un control estricto de quiénes entran a una cancha de fútbol, no sólo para evitar los clásicos “colados” sino también para ayudar en cuestiones de seguridad.

Es repudiable lo ocurrido en la cancha de Rosario Central y no se discute que las sanciones sean duras. Pero si la Afa, con el dinero de Fútbol para Todos, se hiciera cargo de los operativos policiales, los clubes podrían y hasta estarían obligados a invertir en más obras de seguridad para sus estadios. Y Afa-plus permitiría, por ejemplo, que se tenga una mayor posibilidad de encontrar al responsable de haber tirado la pieda que hirió a “Lechuga”.

El último balance indica que los clubes le deben a la Afa casi 700 millones de pesos. También es cierto que desde la casa madre nunca se orquestó aquello de destinar fondos al pago de los operativos policiales. Grondona manejó los fondos utilizando el viejo artilugio de proveer asistencia económica para generar adhesiones permanentes. Esa discrecionalidad hizo que todos los clubes se convirtieran en deudores de la Afa, pero que, a su vez, la Afa haya incumplido con lo que en su momento se decidió: el pago de los costosos operativos policiales.

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En la Afa se acordó un monto del dinero del Estado para pagar los operativos policiales a partir de 2009 que nunca se destinó a ese objetivo. Foto: DyN

Los 1.600 millones y Cristina

En uno de sus últimos discursos —fue hace unos diez días aproximadamente—, la presidente de la Nación hizo referencia a los “1.600 millones de pesos” de Fútbol para Todos (involucró también el alto costo de producción para transmitir los 450 partidos de este año).

“Un canal me critica por los 1.600 millones de Fútbol para Todos, pero no entiende que es algo que permite que 40 millones de argentinos puedan acceder a los partidos de sus equipos sin pagar un costo adicional y ni siquiera un café en un bar que tenía el codificado. A ese mismo canal le destina, el Gobierno, 160 millones de pesos anuales para sus 3 o 4 puntos de rating, incomparables con el altísimo rating de los partidos de fútbol, que es lo más visto por TV en el país”, dijo Cristina.

Lo que la presidente no tiene en cuenta y debería exigir, es un mayor control sobre esos fondos que van a los clubes para ver de qué manera se gastan. Invertir en seguridad, por ejemplo, debería ser una exigencia del Gobierno frente a la creciente ola de violencia que motivó, por ejemplo, que desde hace mucho tiempo no concurran los visitantes a los estadios. Y después, la tan remanida lucha contra los barrabravas.

La seguridad debe ser una cuestión de Estado, también en el fútbol. Y para los altos costos de los operativos, basta con que la Afa cumpla de una vez con lo que alguna vez prometió.

La gran mayoría de los clubes son deudores de la Afa y así se observa en los casi 700 millones que figuran en el balance. Pero la Afa nunca cumplió con el pago de los operativos policiales, al menos en las dos principales categorías del fútbol argentino.